No siempre queremos saber la verdad, pero tampoco soportamos no saberla... Un estudio de la Universidad de Tel Aviv reveló cómo, frente a información que puede herir, desde un diagnóstico médico hasta una caída financiera, las personas toman decisiones guiadas menos por la razón que por la necesidad de protegerse del dolor..
El estudio parte de una idea simple y muy reconocible: cuando una verdad puede golpearnos fuerte, cada persona encuentra su propia forma de manejarla.. Algunos prefieren no mirar y otros necesitan saberlo todo, incluso sin que eso cambie nada... Para los investigadores, estas decisiones no tienen que ver con desinterés, sino con cómo intentamos protegernos emocionalmente..
Liderado por el profesor Yaniv Shani junto con el profesor Marcel Zeelenberg, ambos de la Universidad de Tel Aviv, la investigación mostró que nuestras decisiones respecto de la información, enfrentarla o evitarla no son solo funcionales, sino profundamente emocionales..
La investigación descubrió que ese fenómeno fue especialmente visible tras el ataque del 7 de octubre del 2023 en Israel, cuando muchas familias buscaron conocer el destino de sus seres queridos, aun siendo conscientes de que la información podía ser devastadora: en esos casos, la incertidumbre resulta más difícil de soportar que el dolor de saber..

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