viernes, 15 de julio de 2011

ES INMINENTE LA RECONCILIACION TURCO-ISRAELI

Ambas democracias regionales tienen mucho que ganar del acercamiento mutuo.

1/07/2011
Por Alon Ben-Meir

Que los funcionarios israelíes y turcos hayan comenzado a renovar el diálogo en un momento de gran incertidumbre y confusión en el gran Medio Orient, por supuesto, no es casual. Israel y Turquía son raros anclajes de estabilidad en una región cada vez más volátil. Con la Primavera Arabe, los intereses estratégicos compartidos de los dos países se están volviendo cada vez más claros, sobre todo con los disturbios en curso en la vecina Siria. Estos intereses están sirviendo para catapultar a ambas partes por sobre los obstáculos que han impedido su reconciliación tras el incidente a bordo del Mavi Marmara el 31 de mayo de 2010. Con renovada comprensión de los beneficios de su estrecha colaboración, la reconciliación entre Israel y Turquía, si prevalece la razón, es inminente.
Ha habido una reciente oleada de señales públicas entre funcionarios israelíes y turcos. En primer lugar, el IHH, organizador de la flotilla a Gaza el año pasado, anunció que el barco Mavi Marmara no estaría participando en una flotilla próxima, bajo la presión de los funcionarios del gobierno turco. Poco después, el Primer Ministro Binyamin Netanyahu envió al primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan una nota de felicitación por su victoria en la reelección del 12 de junio, diciendo: "Mi gobierno estará encantado de trabajar con el nuevo gobierno turco para encontrar una solución a todas las cuestiones pendientes entre nuestros países, con la esperanza de restablecer la cooperación y renovar el espíritu de amistad que ha caracterizado las relaciones entre nuestros pueblos durante muchas generaciones."
Surgieron luego informes que el vicepremier Moshe Ya'alon había mantenido discusiones privadas con el subsecretario del Ministerio de Relaciones Exteriores turco, Feridun Sinirlioglu con respecto a un documento de reconciliación de gobierno a gobierno. Más recientemente, el viceministro de Relaciones Exteriores Danny Ayalon, quien infamemente humilló al embajador de Turquía ante Israel frente a periodistas el año pasado situandolo en un asiento más bajo, le dijo a un grupo de periodistas turcos que visitan Jerusalem que "creo que lo que hemos perdido en los últimos años años es la confianza. Ahora tenemos que dejar de lado este juego de acusaciones mutuas spbre por qué esta confianza se ha perdido."
A PESAR DE ESTA explosión de informes públicos de diálogo, han sido desarrollados canales privados y secretos de manera continua desde el incidente de la flotilla. Lo que ha impedido una solución de la controversia hasta ahora ha sido la insistencia de Turquía en una disculpa de Israel y la indemnización a las familias de los fallecidos a bordo del Mavi Marmara. Campañas por vias no tradicionales han
producido numerosos borradores de declaraciones matizadas de reconocimiento israelí, pero Jerusalem se ha negado a emitir una disculpa abierta, ya que su investigación interna concluyó que los soldados del ejército a bordo del barco habían obrado en defensa propia. En particular, el ministro de Defensa, Ehud Barak, se ha opuesto a una disculpa sobre la base que implica que Tzahal cometió errores donde no lo hizo; mientras que el canciller Avigdor Lieberman, conocido por su falta de simpatía hacia Turquía, se ha opuesto a la noción de una disculpa sólo por principios.
A pesar del punto muerto en alcanzar una terminología adecuada para un documento de reconciliación, las partes han mantenido lazos considerables. Aunque el embajador de Turquía todavía tiene que volver a Tel Aviv, y los turistas israelíes han dejado de viajar casi completamente a ciudades de la costa de Turquía, Israel ha mantenido al Embajador Gabi Levy en Ankara, y los vínculos empresariales han avanzado. De hecho, el comercio bilateral aumentó un 25% entre 2009 y 2010, y un 40% en el primer trimestre de 2011. Con el fundamento de sus relaciones históricas manteniendo las comunicaciones privadas fluyendo y crecientes lazos económicos, lo que ha sido necesario para romper el impasse político es una clara reflexión de la urgencia de colocar sus intereses comunes por encima de sus posturas políticas nacionalistas.
Eso es exactamente lo que ha sucedido como resultado de la primavera árabe. Turquía entiende que si quiere desempeñar un rol de liderazgo en el Medio Oriente, especialmente a raíz de los levantamientos, y seguir influyendo en la política de Israel, entonces no tiene más remedio que tratar con Israel como un actor clave en la resolución de varios conflictos regionales - incluidos aquellos a lo largo de las fronteras de Turquía. Ankara también se da cuenta que su acercamiento a los regímenes dictatoriales de la región no ha sido un éxito completamente. Existe una preocupación creciente entre los turcos que las relaciones bilaterales establecidas con las naciones del mundo árabe no esten basados en realidad en ninguna base sólida. La incertidumbre es particularmente la apasionante Siria, cuyos lazos con Turquía han crecido exponencialmente en los últimos años. Si se derrumba el régimen de Assad, lo cual es probable, las repercusiones para Turquía serán importantes, como ya demuestra la afluencia de refugiados de Siria a través de la frontera abierta con Turquía.
TURQUIA HOY ESTA EN NECESIDAD DE estabilidad - e Israel la tiene. Pero hasta ahora, Ankara no ha podido avanzar en el restablecimiento de los vínculos, en parte debido a la continua retórica populista de su período electoral. Con la reelección de Erdogan alentando a la dirigencia del Partido AK, el ahora tiene mayor influencia para restablecer lazos con Israel desde una posición de mayor fuerza que antes, y al hacerlo, reclamar la afirmación de Turquía en el liderazgo regional.
Para Israel, los beneficios de renovados vínculos también son claros. Turquía puede ayudar al país en una gran cantidad de asuntos de seguridad nacional, desde los intentos palestinos por lograr el reconocimiento en las Naciones Unidas, a la plataforma política de Hamas y la composición del gobierno de unidad palestino, a los disturbios en Siria, a las ambiciones nucleares de Irán.
En todas estas áreas, Turquía puede desempeñar un papel vital - y está dispuesta a hacerlo. Informes que el Presidente Barack Obama y Erdogan han aumentado su diálogo sugieren que los EEUU también entienden los beneficios de proporcionar a Turquía las herramientas de liderazgo que necesita para ejercer una influencia en toda la región de manera que pueda promover los intereses compartidos turcos e israelíes.
Con la reconciliación en preparativos, a qué se podrían parecer los vínculos renovados? En primer lugar, las relaciones de Turquía con Israel reforzarán su rol como mediador regional, en especial entre las facciones palestinas. Es revelador que Khaled Mashal y Mahmoud Abbas el Presidente de la Autoridad Palestina visitaran recientemente Turquía, recibiendo la ayuda de Ankara para alcanzar un gobierno de unidad. Más aún lo fue la retórica moderada de Ayalon sobre el acercamiento de Turquía a Hamas, diciendo a los periodistas que "no tenemos derecho a decirle [Turquía], que no haga contacto con diferentes facciones [palestinas]", y que si Turquía tiene éxito en la moderación de Hamas, el besaba las manos de todos los turcos." De hecho, el papel de Turquía como una voz estable, influyente en el mundo musulmán la coloca en una posición privilegiada para comprometer a Hamas, y resurgir como un influyente mediador de conflictos.
En segundo lugar, Turquía e Israel tienen una opción: pueden llegar a una fórmula en la que Israel exprese "profundo arrepentimiento" por el episodio de la flotilla y ofrezca compensar a las familias dolientes, o las partes pueden concordar en una disculpa israelí calificada por la muerte "accidental" de nueve turcos, sin echar la culpa directamente a Israel.
Finalmente, para completar el derretimiento de las heladas relaciones, el presidente turco, Abdullah Gul - tal vez como respuesta a la carta de felicitación de Netanyahu - podría extender una invitación al presidente Shimon Peres para visitar Ankara. Esa visita daría un cierre a todo el lamentable episodio - desde la pelea pública luego de la Guerra de Gaza entre Erdogan y Peres en la conferencia de Davos, a una reunión en Ankara a través del cual los dos hombres podrían renovar los lazos históricos entre sus naciones.
Las tensiones entre Israel y Turquía podría ser inminentemente lavadas por una especie de tormenta perfecta que enfatice sus intereses comunes con respecto a los acontecimientos en la región.
Aun cuando el orgullo nacionalista de los dos pueblos ha sido considerablemente dañado por la tensión del último año y medio, ambos países tienen líderes fuertes que están ahora en condiciones de impulsar el apoyo por relaciones renovadas.
Mientras el mundo árabe toma las calles en busca de democracia, las dos naciones democráticas establecidas de la región tienen ahora la oportunidad de trabajar juntas para servir como pilares de estabilidad, y retornar a la tarea de promover la seguridad y paz en una región presa del caos.

El autor es profesor adjunto de relaciones internacionales en el Centro para Asuntos Globales de la NYU. El enseña negociación internacional y estudios sobre Medio Oriente.
Fuente: Jerusalem Post Magazine- Traducido por Luisa Kasvin especialmente para el blog de OSA Filial Córdoba

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