JERUSALÉN | EFE Las autoridades de Israel arrestaron hoy a unos 60 activistas internacionales de la campaña "Bienvenido a Palestina" que aterrizaron en el aeropuerto de Tel Aviv, y cuyas expulsiones ya han comenzado, en un proceso que, según la policía, durará varios días.
Entre los primeros deportados hay dos españoles, Julio Rodríguez y Teresa Salas, ambos miembros del movimiento Paz Ahora, confirmaron a Efe fuentes del Consulado de España en Tel Aviv.
"Salas ya ha abandonado Israel en un vuelo hacia Berlín, de donde había llegado", dijo a Efe la cónsul española Victoria Ortega.
Sobre Rodríguez, militante de la coalición Izquierda Unida (IU), que llegó en otro vuelo, afirmó que "no se le ha permitido la entrada" y "ha sido también expulsado", pero que no conocía el destino.
Maite Santamaría, una tercera activista del grupo que llegó desde Francia, pudo al parecer pasar el control del aeropuerto y llegar hasta la ciudad cisjordana de Belén, donde estaban convocados todos los activistas para un acto multitudinario.
Según la cónsul española, Israel le ha confirmado que esta activista -que al parecer pasó los controles al declarar que iba de turismo a Jerusalén- no aparece en ningún registro, por lo que en principio no hay ningún problema con ella.
Cientos de activistas internacionales son esperados hoy en el aeropuerto Ben Gurión de Tel Aviv en una campaña con la que quieren concienciar al mundo del problema palestino y de las condiciones de vida en Cisjordania y Gaza.
El ministro israelí de Seguridad Interior, Isaac Aharonovich, informó en rueda de prensa de que la mayoría de los 59 detenidos han sido trasladados a una cárcel del servicio de inmigración; nueve han sido deportados, tres están a la espera de sus vuelos y otros dos están en aún en el aeropuerto.
Entre ellos hay ciudadanos españoles, italianos, franceses, canadienses, portugueses y suizos, según la Policía, que espera al grueso de los activistas en vuelos que aterrizarán esta noche.
También han sido detenidos nueve israelíes que esperaban a los activistas en el aeropuerto.
Los detenidos han recibido una carta del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, en la que éste les "agradece" su "interés" por la situación humanitaria en Israel, pero les insta a resolver primero los "verdaderos problemas de la región", al desviar su atención a los problemas humanitarios que sufre la población civil en Siria, Irán y la franja de Gaza.
Israel recibió a los activistas con un despliegue policial de más de 650 agentes uniformados y de paisano para impedir cualquier tipo de manifestación política en su único aeropuerto internacional.
"El aeropuerto funciona como todos los días gracias a la buena preparación de la Policía, del Shabak (servicio de inteligencia interior) y del Ministerio de Exteriores", subrayó Aharonovich sobre la situación.
Tal y como ocurrió con la primera edición de "Bienvenido a Palestina", el año pasado, Israel consiguió frenar la masiva afluencia de activistas con una campaña que impidió que más del 60 por ciento de ellos subiera a los aviones en los puertos de origen.
Lufthansa, Air France, EasyJet y otras líneas aéreas informaron ayer de que habían cancelado los billetes de aquellos pasajeros que aparecían en las lista negras de Israel, lo que ha indignado a unos organizadores que prometieron medidas legales.
También denunciaron hoy que las autoridades israelíes están obligando a los activistas a firmar un documento en el que se comprometen a no participar en ninguna "actividad pro palestina".
"Han establecido un nuevo procedimiento ilegal en el aeropuerto que exige a los pasajeros firmar un documento que dice que no entrarán en contacto ni trabajarán con miembros de ninguna organización pro palestina", denunció el activista palestino Mazim Qumsiyeh en un comunicado.
Sabin Hadad, portavoz de la autoridad migratoria de Israel, confirmó a Efe que se está pidiendo a los que llegan firmar un documento, aunque negó que este incluya el término "pro palestino" y señaló que "solo se les está pidiendo que prometan que no van a violar la ley en Israel".
Hasta las 20.00 hora local (18.00 GMT) sólo tres activistas internacionales -una española (al parecer Maite Santamaría, porque no hay constancia de otra española en la campaña), una italiana y una francesa- de los 1.500 que originalmente tenían vuelos a Tel Aviv habían conseguido llegar a Belén, según Amira Musallam, una de las coordinadoras de la campaña.
En declaraciones a Efe, la portavoz palestina aseguró que la campaña, que incluye actos y excursiones toda la semana, "seguirá adelante porque tenemos a otros muchos activistas aquí".
Mañana está previsto que coloquen la primera piedra de una nueva escuela en Belén y renueven parte de otra, y en los próximos días plantarán árboles con los agricultores palestinos.
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