El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, afirmó que casi el 90% de los palestinos apoyó los ataques del 7 de octubre y que incluso los celebraron de manera similar a como algunos celebraron el 11-S. Señaló que desde Gaza se lanzaron cohetes y se asesinaron a niños israelíes, convirtiendo la Franja en lo que él calificó como “una base terrorista”. Estas declaraciones reflejan la fuerte condena de Netanyahu hacia la población de Gaza y su gobierno, y subrayan la continua tensión y el conflicto abierto entre Israel y los palestinos en la región.
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