Rubén Kaplan, periodista y escritor argentino: “Es impensable que en Israel, un país judío de raigambre nacionalista, los musulmanes sometan a los israelíes como intentan hacer con los europeos”
Armando Robles.- Mientras que muchos intelectuales de confesión judía tratan de adecuar su origen y su bagaje a lo que entienden o intuyen es el signo de los tiempos, nuestro entrevistado procede con un compromiso ético radicalmente distinto. Para atestiguarlo, sus libros y artículos, que tienen la virtud de dejar honda huella en quienes los lean.
Para los lectores de AD son ya conocidas sus sobresalientes lecciones sobre asuntos que la oficialidad se obstina en soterrar al conjuro de lo políticamente correcto. En todos sus producciones periodísticas y bibliográficas, nos plantea preguntas y dilemas morales que los apóstoles del pensamiento único no se atreverían nunca a plantear.
Me honra presentarles a mi amigo Rubén Kaplan, sin duda una de las principales referencias mundiales de la lucha intelectual contra la barbarie islámica. Incluso los que no coincidan con la totalidad del panorama que nos presenta Kaplan, por lo menos coincidirán en aceptar la coherencia de su trabajo, la firmeza de sus ideas, la claridad de su exposición y la lealtad sin desmayo a la esencia primera, al origen de este tiempo nuestro de crisis moral. A estas virtudes le añado la fidelidad y la gallardía de su conducta conmigo y con Alerta Digital, donde colabora desde hace ya casi un año.
La vida de Rubén Kaplan, más allá de lo periodístico, gira en torno a las fidelidades esenciales, a las lealtades que no mueren. A las que honran, privilegian y prestigian la condición humana.
-¿Qué ha sido de la vida de Rubén Kaplan desde su última entrevista en AD ?
Me gustaría ser portador de nuevas buenas, pero la realidad nos muestra que nada ha cambiado sustancialmente para que seamos optimistas. Por el contrario se han agudizado las amenazas contra Occidente y la perspectiva que se columbra es, a mi modo de ver, sombría.
-Asistimos a un proceso paulatino pero imparable de degradación de la vida europea debido sobre todo al sometimiento de su clase dirigente al islam: ¿Quién mueve los hilos?
Pienso que la venalidad y molicie de las clases políticas, la falta de gobiernos y liderazgos auténticamente nacionalistas que pongan freno a la inmigración descontrolada (sin caer en la xenofobia injustificada ni nazismo) y el accionar de los partidos izquierdistas que, en franca contradicción con sus ideales históricos, apoyan entusiastamente, como idiotas útiles, al Islam son los responsables de mover los hilos que posibilitan el gradual deterioro de las sociedades europeas y su calidad de vida. Asimismo, coadyuva al penoso objetivo, la prensa progresista falaz y maniquea.
-¿Hasta qué punto las ideologías que contribuyen a fomentar el relativismo, el nihilismo y otras taras ideológicas están siendo cómplices de la actual reversión cultural y étnica de Europa?
Hasta el punto neurálgico, ya que además de ser cómplices de lo que usted señala, los propulsores de esas ideologías, que atentan contra los postulados judeocristianos, son partícipes necesarios en el sojuzgamiento de Europa y de su pérdida de identidad y valores.
-¿Le sorprende también a usted que un continente otrora tan orgulloso como el europeo esté cediendo al Islam lo que hace unos años habría defendido a sangre y fuego?
Lamentablemente me preocupa y genera mucha desazón la claudicación europea, que pareciera estar resignada a ser fagocitada por el Islam, pero lo que menos me causa, es sorpresa. La extinta y preclara periodista y escritora italiana Oriana Fallaci, con gran visión había advertido sobre una alarmante islamización de Europa y acusado a la izquierda europea de ser antioccidental en su trilogía de libros sobre el Islam-”Inshallah” en 1990, La rabia y el orgullo 2001, La fuerza de la razón 2004- y en numerosos artículos. Sus denuncias valientes contra el fundamentalismo islámico le valieron varias denuncias judiciales por difamación del Islam, además de ser injustamente acusada de racista.
-¿Para quién trabaja la casta política europea? ¿Por qué cree que supuestamente son incapaces de percibir lo que cualquier europeo de la calle conoce?
Tengo la impresión que trabajan para sí mismos y sus espurios intereses. La cada vez mayor población islamista, que en muchos países europeos será mayoría en veinte o treinta años, es y será decisiva en la obtención de votos. A los políticos inescrupulosos que contribuyeron a favorecer graciosamente una inmigración masiva sin restricciones, no les pasa inadvertido, los necesitan para llegar al poder o mantenerse en él, traicionando de manera aviesa los intereses y bienestar de los ciudadanos nativos.
-Los únicos grupos que se oponen a la destrucción de nuestra civilización son los identitarios europeos, ¿qué cree que se intentará desde la oficialidad para someter o hacer desaparecer a estos últimos mohicanos?
Es una pena que sean los grupos conocidos como “identitarios” los únicos que se opongan a la destrucción de la civilización occidental. Considerando el escaso o nulo aporte de los gobiernos europeos para preservar su identidad y cultura, es imperativo que los medios de comunicación independientes, como es el caso de Alerta Digital esclarezcan a la opinión pública sobre los riesgos que conlleva la islamización de sus países.
-¿Por qué cree que los representantes de la comunidad judía en España han establecido un oscuro consorcio con la estrategia islámica de victimización de los verdugos?
Generalmente, como ocurre en España y en casi todos los países donde existen dirigencias judías que representan a sus comunidades, los líderes son exitosos empresarios millonarios con buena vinculación con sus respectivos gobiernos. Como sucede con el Congreso Judío Mundial o el Latinoamericano, a cuyos titulares cuestioné cuando viajaron a Venezuela a entrevistarse con Hugo Chávez, las autoridades no son elegidas en elecciones masivas y su representación no goza de un consenso popular ni unánime. En el caso de España critiqué recientemente las declaraciones del presidente de la Federación de Comunidades Judías de España David Hatchwell- de quien tengo excelentes referencias- quien en un erróneo afán ecuménico, equiparó “políticamente correcto” y sin distinciones, el antisemitismo en Francia y el asesinato de Toulouse con la islamofobia: “Tolerancia cero a la judeofobia, como tolerancia cero a la islamofobia”.
La divergencia con lo expresado con Hatchwell y mi postura independiente, implicó que mi artículo, donde lo aludía, fuera censurado por un blog de Israel, de estrecha relación con él.
-Con el caso del pistolero islamista de Toulouse, ¿hemos asistido a la representación más grotesca que hasta ahora haya sido interpretada por los progres europeos?
Antes que se supiera la filiación del asesino de niños judíos de Toulouse, Mohamed Merah, la prensa progresista europea, en la presunción que aquél fuera un extremista de derecha, descargó una andanada de argumentos contra la xenofobia y los partidos “identitarios” como catalizadores de odio y racismo. Una vez establecida la conexión islámica y jihadista del criminal con el abyecto episodio, el tema, hipócritamente se diluyó y dejó de ser atractivo para la izquierda.
-¿Tiene futuro Europa, la Europa de siempre, en el marco de sus frágiles democracias liberales?
De mantenerse las actuales políticas, no vislumbro para Europa un promisorio futuro. Hasta los mismos islamistas abiertamente se burlan de la permisividad y laxitud de las democracias liberales europeas, que les permiten erosionarlas desde adentro para luego dominarlas, como históricamente proclaman los Hermanos Musulmanes.
-Los paritorios europeos están siendo el caballo de Troya del enemigo. Las leyes garantistas europeas su principal aliado. ¿Pueden ser las democracias un bien en sí mismas cuando esas democracias están siendo instrumentos para nuestra destrucción y exterminio cultural y étnico?
Ante la desmesurada tasa de natalidad de los musulmanes en Europa, por una cuestión elemental de cálculo matemático, los mahometanos serán en el mediano plazo mayoría. Una verdadera democracia debería actuar con premura para poner límites al aluvión inmigratorio, cuya premisa, cada vez menos larvada, es sustituir la etnia y cultura europea por el Islam.
-¿Qué ocurriría en Israel si los musulmanes que allí residen actuaran y exigieran las mismas cosas que en Europa?
Es impensable que en Israel, un país judío de raigambre nacionalista, los musulmanes sometan a los israelíes como intentan hacer con los europeos. Los árabes que viven allí, en la única democracia de Medio Oriente, gozan de mayores prerrogativas y derechos que en cualquier país islámico. Una de las aspiraciones de los palestinos para proclamar su Estado, es lograr la imposible “Ley de retorno”, que posibilitaría que miles de refugiados- con sus descendientes de varias generaciones sumarían millones- sean mayoría y dominen a los israelíes.
-Por desgracia, la Iglesia romana, amordazada por su corrompida jerarquía, ha renunciado a cualquier ejercicio de ascendiente moral. ¿Qué muros espirituales de contención nos quedan, amigo Rubén?
Estimado Armando, la Iglesia romana, como la jerarquía de otras confesiones, registra elevados niveles de corrupción y aleja a los feligreses decepcionados. Para los creyentes nos queda como Roca de contención y refugio espiritual, sólo Dios, que es insobornable.
-¿En qué nuevo proyecto está trabajando Rubén Kaplan?
Estoy evaluando un ofrecimiento para integrar un programa de radio en Buenos Aires sobre política internacional y ansioso por la expectativa de publicar en España mi libro “Tras el velo. La mujer en el Islam”.
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