AGENTES IRANIES CONSPIRARON PARA ASESINAR A DONALD TRUMP, DICE EL DEPARTAMENTO DE JUSTICIA
El complot fallido destaca los intentos por tomar como blanco a funcionarios estadounidenses.
Por Sadie Gurman
Noviembre 8, 2024
traducido por Marcela Lubczanski
Agentes iraníes conspiraron para asesinar a Donald Trump antes que él fuera reelecto como presidente, reveló el Departamento de Justicia el viernes en un caso que pone de relieve la andanada de amenazas de seguridad que enfrenta Trump antes de asumir el cargo.
Un agente iraní dijo a la policía que un funcionario en la Guardia Revolucionaria paramilitar de Irán le ordenó en septiembre hacer a un lado sus otros deberes y ensamblar un plan para vigilar y finalmente asesinar a Trump, dijeron los fiscales federales en Manhattan en documentos de la corte.
El agente, identificado como Farhad Shakeri, advirtió al funcionario que elaborar tal plan costaría una enorme cantidad de dinero. En respuesta, el funcionario dijo, "ya hemos gastado mucho dinero...el dinero no es un tema." El funcionario en octubre dijo a Shakeri que si no podía elaborar un plan al cabo de siete días, ellos pondrían en espera la conspiración de asesinato hasta después de la elección, creyendo que Trump perdería y sería más fácil matarlo entonces, dice la denuncia.
La conspiración fallida, revelada apenas días después que Trump derrotó a la vicepresidente Kamala Harris, destaca lo que los funcionarios han descripto como intentos en curso por parte de Irán de tomar como blanco a Trump, un enemigo principal del régimen. Los fiscales federales en agosto acusaron a un hombre paquistaní con vínculos con Irán por conspirar para asesinar a Trump, provocando que los funcionarios refuercen su seguridad mientras estaban en la campaña electoral. Y en septiembre, el Departamento de Justicia acusó a tres agentes iraníes de tratar de hackear la campaña de Trump en un esfuerzo por debilitar sus perspectivas electorales.
Los funcionarios han advertido hace mucho tiempo sobre los esfuerzos de Irán por tomar represalias por el ataque con dron en enero del 2020 que mató a Qassem Soleimani, líder de la Fuerza Quds, el grupo responsable por las operaciones militares encubiertas de Irán en el exterior, que ocurrió en Bagdad, mientras él estaba en la Casa Blanca. Se espera que los vínculos de EE.UU. con Irán estén aun más tensados durante su segundo mandato, ya que Trump planea incrementar las sanciones como parte de una estrategia agresiva para recortar el apoyo de Teherán a los satélites meso-orientales violentos y su programa nuclear, informó el Journal.
Los funcionarios han estado preocupados en los últimos meses porque Irán parece estar escalando sus intentos de cometer violencia contra funcionarios de gobierno, disidentes y figuras políticas en suelo de Estados Unidos.
“Hay pocos actores en el mundo que presenten una amenaza tan grave para la seguridad nacional de EE.UU. como lo hace Irán," dijo el Procurador General Merrick Garland.
La denuncia recientemente desclasificada también dice que las autoridades desbarataron otra conspiración para matar a Masih Alinejad, una activista y escritora que vive en Brooklyn, quien ha sido vocalmente crítica de los abusos de derechos humanos de Irán, la discriminación contra las mujeres y el uso de encarcelamiento y tortura contra los opositores políticos. Ella ha sido blanco de muchas conspiraciones de asesinato frustradas por las autoridades estadounidenses.
Irán “ha estado conspirando con criminales y sicarios para atacar y matar a tiros a estadounidenses en suelo estadounidense, y eso simplemente no será tolerado," dijo Christopher Wray, director del FBI.
Shakeri, de 51 años, y otros dos—Carlisle “Pop” Rivera, de 49 años, de Brooklyn y Jonathan Loadholt, de 36 años, de Staten Island—fueron acusados en lo que los fiscales describieron como una red de asociados criminales a los que Irán encargó más conspiraciones de asesinato contra objetivos que incluían a Trump. Los tres fueron acusados de asesinato a sueldo y otros crímenes relacionados. Los registros de la corte no indican quien está representando a los tres.
Rivera y Loadholt fueron arrestados y aparecieron en el tribunal federal el jueves; Shakeri sigue prófugo en Irán. Ciudadano afgano, él emigró a EE.UU. de niño y fue deportado alrededor del 2008 después de pasar 14 años en prisión por robo.
Los fiscales dijeron que Shakeri hace poco había reclutado a Rivera y Loadholt, a quienes conoció en prisión, para ayudar a participar en asesinatos contra otros agentes.
Los investigadores se enteraron de la conspiración contra Trump en una serie de entrevistas telefónicas voluntarias con Shakeri entre fines de septiembre y principios de noviembre, de acuerdo con documentos judiciales. Shakeri dijo que estuvo en Teherán, y aceptó ser entrevistado en un esfuerzo por obtener una sentencia reducida para otro acusado federal que está cumpliendo condena en Estados Unidos. El habló con los agentes por teléfono al menos cinco veces, decía el documento.
El dijo a los agentes que en una de las conversaciones no tuvo intención de proponer un plan para matar a Trump dentro del marco de tiempo ajustado de Irán, de acuerdo con la denuncia.
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