La transformación de Abu Mohammed al Jolani en Ahmed al Sharaa
23 de diciembre de 2024 Al Jolani, Al Shaara, Assad, Irán, Israel, Siria, Terrorismo
Abu Mohammed al Jolani en 2021. (Captura de pantalla) Jerusalem Center for Security and Foreign Affairs Aurora Israel Betty Minond
Por el coronel (retirado) Dr. Jacques Neriah
Gregorio Samsa, el vendedor ambulante que aparece en el famoso libro de Franz Kafka, La metamorfosis, se despertó un día y descubrió que se había transformado en un insecto gigante. El caso de Abu Mohammed al Jolani, el nuevo líder sirio que orquestó el colapso del régimen de Assad en Siria, es todo lo contrario. De gigante belicista yihadista/islamista, y sediento de sangre “hereje”, está ahora intentando, bajo su nombre original, Ahmad alSharaa, transformarse en un político ecuménico con su visión y mensaje a los sirios, a los vecinos de Siria y a la opinión mundial.
Jolani/al Sharaa en una entrevista ofrecida a la cadena PBS en febrero de 2024. (Captura de pantalla de PBS)
Para ello, al Sharaa ha arrojado su equipo de combate, su keffiyeh de yihadista, y después de una breve vacilación, cambió su uniforme militar por una chaqueta y pantalones formales al estilo europeo, una clara señal de la transformación del jefe de guerra yihadista en un político moderado al estilo occidental.
Esta conversión de su personalidad levanta una ceja [de asombro y escepticismo], especialmente después de haber seguido su “carrera profesional”: de discípulo de Abu Bakr al Baghdadi, el líder de ISIS (Estado Islámico) y califa renacido, decidió después de un tiempo separarse del Estado Islámico uniéndose a Al Qaeda para dirigir la formación Jabhat al Nusrah que luchó contra el régimen sirio durante la guerra civil.
Obtuvo el patrocinio ruso y turco para establecerse él mismo y sus tropas en el enclave de Idlib, ubicado en la zona noroeste de Siria fronteriza con Turquía, nuevamente bajo una nueva creación, Hayat Tahrir el Sham (HTS), que finalmente lideró el asalto contra el régimen de Assad y logró derrocar al oftalmólogo sirio Bashar Assad, convertido en dictador.
No es de extrañar que las declaraciones de Jolani/Sharaa desde su victoria estén bajo escrutinio, ya que representan exactamente lo opuesto a lo que se esperaba escuchar de un caudillo yihadista:
1. En su primer discurso oficial en la mezquita Omeya de Damasco, pronunciado con uniforme militar sin la parafernalia del atavio yihadista, habló sobre la unificación de Siria y la aceptación de la diversidad sectaria siria. Al mismo tiempo, prometió castigar a todos los responsables de torturar al pueblo sirio y desmantelar todas las agencias de seguridad que se encargaban de la represión del régimen. Más tarde, Al Sharaa declaró que no aceptará la presencia de milicias armadas en Siria. Dijo que las armas deben permanecer en manos del Estado y sólo con el Estado.
2. Las diferentes minorías son parte de la realidad siria, y Al Sharaa declaró que no se hará daño a ninguna de ellas. Durante la campaña, Al Sharaa entró en dos grandes municipios chiís y prometió que no se haría daño a los chiís que viven en Siria. En lo que respecta a los kurdos, Al Sharaa dijo que los kurdos son parte de la patria siria, al igual que los drusos y las comunidades cristianas. Las declaraciones de Al Sharaa fueron también repetidas por sus comandantes militares, que reiteraron el mensaje de su líder.
3. Lo más interesante es su actitud hacia Israel. Al Sharaa ha elegido deliberadamente ignorar la actual campaña librada por Israel contra las bases y las armas del Ejército sirio. Argumentó que Israel estaba utilizando argumentos falsos para justificar sus ataques contra Siria, pero que no estaba interesado en involucrarse en nuevos conflictos ya que quería concentrarse en la reconstrucción de Siria.
En una entrevista con al Sharaa, The New York Times informó que criticó el avance de las Fuerzas de Defensa de Israel en el territorio sirio más allá de los disputados Altos del Golán y en la zona de amortiguación ordenada por las Naciones Unidas. Dijo que Siria seguirá cumpliendo con el acuerdo de 1974 que siguió al final de la Guerra de Yom Kippur y pidió a la comunidad internacional que se asegurara de que Israel también lo siguiera. Argumentó que Israel ya no necesita mantener la zona desmilitarizada de amortiguación para protegerse porque el derrocamiento del régimen de Assad ha eliminado la amenaza de Hezbollah y otras milicias respaldadas por Irán.
Es demasiado pronto en esta etapa para pronunciar un juicio sobre la colosal transformación experimentada por al Sharaa. Es definitivamente un cambio que tiene que ser seguido. Se podría argumentar que esta actitud tiene como objetivo retratar a un régimen moderado que ha cambiado su curso de acción, lo suficiente como para provocar una decisión de la Administración estadounidense, la Unión Europea y los socios árabes que habían boicoteado al régimen de Assad de cancelar o aliviar las sanciones votadas contra Siria. La cancelación de las sanciones hará que el mundo considere que la “Nueva Siria” es lo suficientemente segura como para comenzar a invertir y reconstruir la economía y los servicios fallidos que caracterizaron al antiguo régimen sirio.
Por otra parte, y en paralelo a esta transformación, cabe esperar de este supuesto régimen moderado una represión y unos castigos severos y sin piedad contra los antiguos representantes de la clase dirigente derrocada, incluidas ejecuciones públicas como el caso reciente en Latakia. Nadie debe olvidar que el régimen de Assad y sus seguidores son responsables de la mayor tragedia que jamás haya vivido Siria, con la muerte de más de medio millón de sirios, cinco millones de refugiados dispersos en Oriente Medio y Europa y millones de desplazados dentro de Siria.
Fuente: Jerusalem Center for Security and Foreign Affairs
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