LA HUMILLACION DE PUTIN EN SIRIA REVERBERA EN RUSIA
El colapso del aparentemente todopoderoso régimen de Assad muestra cuán frágiles son las dictaduras.
traducida por Marcela Lubczanski
Diciembre 17, 2024
Cuando Rusia retira fuerzas y equipo de Siria, su ataque con misiles del viernes contra la infraestructura energética de Ucrania sugiere que el Kremlin está determinado a mostrar su poder militar después de un fracaso humillante en Siria. El colapso del régimen de Assad, el cual Moscú ha estado apoyando militarmente durante casi una década, y la posible pérdida de la base naval crucial de Rusia, Tartus, junto con su base aérea en Latakia, ha sido un golpe devastador para la imagen de Rusia como un actor clave en la escena global.
El levantamiento en Siria también amenaza la posición de Vladimir Putin en casa. Una y otra vez, el Sr. Putin prometió proteger al régimen de Assad. En julio él recibió al Sr. Assad en el Kremlin para conversaciones cada a cara. Tan recientemente como el 2 de diciembre, en una llamada telefónica con el presidente de Irán, Masoud Pezeshkian, el Sr. Putin expresó apoyo incondicional al presidente sirio. Pero el Sr. Putin ya había decidido arrojar al Sr. Assad debajo del autobús. El líder sirio según se informa, visitó el Kremlin el 28 de noviembre para suplicar por la intervención militar rusa contra las fuerzas rebeldes en Siria y le fue dada una respuesta negativa.
Los intentos del Kremlin por controlar los daños sólo destacan su fracaso en Siria. Hablando en Doha el 7 de diciembre, el ministro del exterior ruso, Sergei Lavrov, se refirió a Hayat Tahrir al-Sham, el grupo rebelde islámico que derrocó al Sr. Assad, como una organización terrorista. Pero para el día siguiente el Ministerio del Exterior lo estaba llamando un "grupo armado de la oposición." Como observó el analista político Maksim Katz: “La aviación rusa en Siria estuvo bombardeando intensivamente a las fuerzas que avanzaban de la gente más terrible sobre la tierra, prácticamente los adjuntos de Satán. Pero repentinamente... estos bandidos y terroristas renacieron... Ellos pasaron de ser terroristas a ser oposición justo en el medio de las zonas horarias; En el Lejano Oriente ellos eran todavía terroristas, y en Moscú ya eran una oposición armada.“
De acuerdo con una fuente cercana al Kremlin, el Sr. Putin exigió una explicación de por qué los servicios de inteligencia rusos fallaron en detectar la amenaza creciente para el régimen del Sr. Assad hasta que fue demasiado tarde. Pero la pelota se detiene en el presidente ruso.
Si bien los miembros de la élite principal del Sr. Putin no han osado criticar la estrategia de Rusia en Siria, los expertos en política exterior cercanos al Kremlin están discutiendo abiertamente las repercusiones negativas. Pyotr Akopov, un experto de la agencia noticiosa estatal RIA Novosti, lamentó: “Ahora en el Occidente, las voces triunfantes están diciendo que Irán y Rusia han perdido, e incluso que esta 'derrota histórica' debería convertirse en un incentivo adicional para aumentar el apoyo a Ucrania... Estaría bien si tales declaraciones fueran hechas simplemente como parte de una guerra propagandística, pero algunas élites occidentales las creen."
Ruslan Pukhov, un analista de defensa ruso que anteriormente vivó la intervención militar rusa en Siria como un éxito enorme, ha cambiado su melodía. Escribiendo en el diario ruso Kommersant, el Sr. Pukhov criticó a Moscú por “proteger al régimen decadente y deslegitimado de Assad” y concluyó que la aventura siria demostró "las grandes limitaciones para la 'gran potencia' de Rusia y su política intervencionista en el exterior. Moscú no tiene suficientes fuerzas militares, recursos, influencia y autoridad para la intervención efectiva por medio de la fuerza fuera de la ex URSS."
Hace algunos años, Fyodor Lukyanov, quien dirige una junta asesora en política exterior del Kremlin, escribió un artículo (con una foto del Sr. Putin abrazando al Sr. Assad) elogiando la intervención militar de Rusia del 2015 en Siria para apoyar al régimen de Assad: "Russia de hecho se ha establecido como el actor más influyente en la región. Casi nada se hace en Siria sin la aprobación e involucramiento de Moscú... Gracias a sus actividades en el Medio Oriente, el estátus de Rusia en la jerarquía internacional ha aumentado considerablemente." La semana pasada, en un artículo de RT, una red noticiosa controlada por el Kremlin, el Sr. Lukyanov dijo que "la búsqueda simbólica de restaurar el estátus de gran potencia de Rusia—una motivación clave para la operación siria del 2015—es ahora obsoleta."
Otro problema para el Sr. Putin es que ha concedido asilo político en Rusia al Sr. Assad—un criminal de guerra internacional cuyas brutalidades son el foco de la atención mundial. La presencia del Sr. Assad en Moscú, junto con la de su familia extendida, no puede ser ignorada fácilmente. El emitió una declaración desde Moscú el lunes, defendiendo su decisión de abandonar su país. El ex líder sirio necesitará gran cantidad de seguridad, y así la necesitará la población rusa. El terrorismo islámico ha plagado al régimen de Putin desde su concepción. Muchos de los rebeldes que derrocaron al régimen de Assad eran musulmanes del Cáucaso Norte (Chechenia y Dagestán) y Asia Central, quienes comparten un odio profundo por el Kremlin. Es posible que cuando estos combatientes regresen de Siria, algunos recurran al terrorismo. Como fue mostrado por su fracaso en prestar atención a las advertencias del ataque en marzo en la sala City Hall Crocus de Moscú, la fuerza contraterrorista del sucesor de la KGB, el Servicio de Seguridad Federal, enfrentará un reto en proteger a los rusos de esta nueva amenaza.
Si Rusia continúa anotando victorias militares en Ucrania, el Sr. Putin probablemente se redimirá con sus críticos internos. Pero el colapso de régimen aparentemente todopoderoso del Sr. Assad debe enervar al presidente ruso, especialmente dado el serio desafío para su gobierno por parte del motín de Yevgeny Prigozhin en junio del 2023. ¿Podría ocurrir algo similar en Rusia, a pesar de la resonante victoria militar del Sr. Putin hace menos de un año? El autor ruso Viktor Shenderovich observó: "13.5 millones de sirios votaron por Assad en el 2021... ¿Qué están haciendo ellos en este momento? ¿No están ellos entre los que están destruyendo sus monumentos y disparando ametralladoras alegremente hacia el cielo?"
Sean cuales sean las repercusiones en Rusia, la caída del Sr. Assad es un recordatorio de la fragilidad de las dictaduras, incluida la de Vladimir Putin.
La Srta. Knight es autora de "La Soga del Kremlin: La Amarga Disputa de Putin con el Oligarca que lo Convirtió en Gobernante de Rusia."
El presidente ruso Vladimir Putin en Moscú, Dic. 16. Foto: Vadim Savitsky/Zuma Press
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