lunes, 23 de diciembre de 2024

 Otro poema grandioso de la querida Reina Benarroch.

Deseo Encendido.
Se alza la luz en Janucá,
pequeñas llamas que desafían la oscuridad,
como los corazones que esperan,
como las almas que rezan.
Oh, Dios,
que haces milagros en los días de antaño
y en los tiempos presentes,
escucha este clamor.
Que vuelvan los hijos, los padres,
las madres que lloran,
los hermanos arrancados,
los amigos perdidos.
Así como aquella jarrita de aceite
sostuvo la luz por ocho días,
sostén nuestra fe,
que no se apague la esperanza.
Cada vela encendida es un suspiro de súplica,
cada llama, un grito hacia el cielo:
que el milagro florezca,
que las puertas se abran,
que los pasos regresen a casa.
Como los Macabeos lucharon por su tierra,
luchamos con nuestras plegarias.
Como el aceite iluminó el templo,
que la luz divina ilumine los caminos.
Que los secuestrados del 7 de octubre
vuelvan al calor de sus hogares,
envueltos en amor,
en promesas cumplidas,
en milagros tangibles.
En este Janucá,
que las llamas no solo iluminen la noche,
sino que despierten la bondad en los corazones,
que transformen la oscuridad en paz,
y el milagro más grande
sea la unión y la libertad.
Escrito y foto: Reina Benarroch Garzon
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