No es un hecho aislado, es una tendencia peligrosa.
Apenas horas después de la masacre antisemita en Australia, otro evento de Janucá fue interrumpido en Ámsterdam por manifestantes pro-palestinos violentos.
Cuando estos actos no reciben una condena clara ni una respuesta firme, se normalizan.
Si no se frena a tiempo, esta violencia no se detendrá aquí
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