B'nai B'rith International Portugal y el Observatorio Internacional de Derechos Humanos celebraron un evento conjunto a principios de esta semana en memoria de dos figuras cristianas que mostraron bondad hacia los judíos, informó The Jerusalem Post.
La primera figura cristiana, una monja que hizo kadish para un judío cuando nadie más lo hacía, fue honrada junto al obispo de Oporto, D. Manuel Linda.
El evento conmemoró los actos de bondad de los católicos en Portugal hacia los judíos.
La comunidad judía de Oporto
La comunidad judía de Oporto, en 1982, quedó reducida a una veintena de judíos. Cuando murió el refugiado alemán Emil Oppenheim, uno de los pocos judíos que quedaban, no se le ofreció un funeral adecuado, para angustia de dos monjas católicas que lo habían cuidado durante los últimos años de su vida.
Con la ayuda del consulado alemán se organizó una reunión en el cementerio entre las monjas y el miembro de la comunidad judía Rudolf Lemchen.
Lemchen hizo el kadish para Oppenheim, y una de las monjas tomó el sidur de Lemchen y también dijo una oración judía por él.
El episodio fue recordado en un cortometraje que realizó la Comunidad Judía de Oporto, titulado "El Kadish de la Monja".
El evento conmemorativo también rindió homenaje al obispo Manuel Linda por su papel en la defensa tanto de los derechos humanos como de los derechos judíos. Las dos organizaciones reconocieron a Mons. Linda como “embajador de la paz”.
El obispo Linda dijo: "Es un privilegio para mí expresar mi amistad con la comunidad judía portuguesa. Siempre aprendo mucho de ellos".
Monseñor Manuel Linda, obispo de Oporto. (Credito: Diocesis de Oporto)
Gabriela Cantergi, presidenta de B'nai B'rith International Portugal, dijo: "A menudo se niegan los derechos humanos a los judíos en un mundo que ataca a los judíos y al único Estado judío y los asocia con connotaciones profundamente negativas, ignorando todo lo bueno que los judíos e Israel han hecho".
“Por eso debemos reconocer, recordar y agradecer a quienes apoyan al pueblo judío y defienden nuestros derechos humanos. Nuestra relación con la Iglesia católica no ha sido fácil históricamente, pero debemos recordar a aquellas personas que hicieron el bien a judíos individuales, como la monja y el obispo”.
"No nos atrevemos a ignorar el crecimiento de la discriminación contra los judíos, porque como hemos visto a lo largo de la historia, el antisemitismo es un buen barómetro de la enfermedad de nuestras sociedades, y lo que comienza con los judíos nunca termina con ellos", dijo Luis Andrade, presidente del Observatorio Internacional de Derechos Humanos.
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