LA CAMINATA A PASO LIGERO DE IRAN HACIA UNA BOMBA NUCLEAR
Biden está tratando de ocultar que Teherán está trotando hacia un arma a un ritmo de su elección.
TRADUCIDO POR Marcela Lubczanski
Por la Junta Editorial
Mayo 28, 2024
Irán sigue haciendo progreso sustancial en su caminata rápida hacia un arma atómica, sugiere un informe de Naciones Unidas filtrado el lunes, y ¿qué van a decirnos luego—que hay apuestas en lo de Rick? Sin embargo la administración Biden quiere ocultar al mundo esta temible verdad en este año electoral.
Un informe de la Agencia Internacional de Energía Atómica ha concluido que Irán ha incrementado sus reservas de uranio en casi grado de armas a 142.1 kilogramos—un incremento de 20.6 kilogramos desde el último estimado de la AIEA en febrero. Esto será suficiente para tres ojivas una vez que Irán complete el proceso tecnológicamente directo de enriquecer su provisión al 90% desde el 60%.
Decimos "será" en lugar de "sería" debido a que no hay discusión seria acerca de que Irán tiene intención de unirse al club de armas nucleares. Pero uno no tiene que incluir la advertencia que este es el único uranio enriquecido sobre el que el mundo sabe. Teherán durante años ha frustrado los mejores esfuerzos de la AIEA por inspeccionar totalmente el programa nuclear que los mulahs insisten no tienen—uno de los grandes defectos en el mal engendrado acuerdo nuclear del 2015 de Barack Obama.
Ustedes pensarían que Estados Unidos querría que las noticias de la AIEA sean publicadas para presionar al régimen. Pero el Journal informa que la administración Biden ha pedido a los aliados europeos que eviten censurar a Irán por estas violaciones del pacto del 2015 cuando la junta de la AIEA se reuna en junio.
El progreso nuclear de Teherán se ha vuelto tan alarmante que preocupa a Francia y el Reino Unido, los que fueron participantes entusiastas en las negociaciones de Obama. Pero la administración quiere disfrazar la verdad a fin de no provocar a Irán retando a los mulahs respecto a su programa nuclear. La Casa Blanca no quiere otra nueva crisis internacional antes de la elección de noviembre.
¿Pero qué es lo que teme Estados Unidos? ¿Que Irán sin límites podría armar a Hamas y a Hezbola para que lancen ataques genocidas contra Israel, o que podría lanzar su primer ataque directo con misiles en la historia contra ese aliado estadounidense? ¿Que Irán podría armar a los combatientes huzíes en Yemen mientras ellos interrumpen la navegación global a través del Mar Rojo?¿O que los mulahs podrían enviar misiles y drones a Rusia para su uso en Ucrania? ¿O que dé a las milicias chiíes la luz verde para atacar a las tropas estadounidenses en Siria, Irak y Jordania?
Irán ya ha hecho todo eso en el último año, con o sin censura nuclear. Menoscabar el progreso nuclear de Irán no hace que el problema se vaya. El Presidente Biden afirmó ser mejor en política exterior que Donald Trump, quien se retiró del acuerdo nuclear con Irán de la era de Obama, un pacto que enfrentó oposición bipartidista y constante en el Congreso. Pero la estrategia del Sr. Biden, si ustedes pueden llamarla así, es permitir que Teherán escale, escale y escale, y luego apaciguar, apaciguar y apaciguar.
La importancia del último informe de la AIEA es que mientras el Sr. Biden estanca hasta noviembre, Teherán no lo hará. Esperen que continúe el ritmo de enriquecimiento. La próxima administración, ya sea liderada por el Sr. Biden o por alguien más, heredará un Irán envalentonado con más uranio enriquecido a mano.
Uno de los defectos más serios del pacto de Obama fue que dejaba a Teherán libre para correr hacia una bomba cuando expiraba el acuerdo. Gracias a la administración Biden, los mulahs pueden ahora no necesitar siquiera sudar mientras el Presidente Biden les permite trotar hacia un arma nuclear al ritmo de su elección.
El régimen de Irán es más rico de lo que era cuando el Sr. Biden asumió el cargo y dejó de aplicar las sanciones; y más agresivo de lo que era cuando el Sr. Biden no ha logrado responder a su terrorismo; y está mucho más cerca de tener un arma nuclear. Es difícil imaginar un fracaso político más completo.
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