EL ATAQUE DE LA CPI CONTRA ISRAEL—Y ESTADOS UNIDOS
El tribunal sacrifica sus estándares y futuro para unirse a la guerra contra Israel.
Por la Junta Editorial
Noviembre 21, 2024
traducida por Marcela Lubczanski
La Corte Penal Internacional en La Haya emitió órdenes de arresto el jueves para el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu y su ex jefe de defensa, y este ataque legal no es sólo contra Israel. El precedente dañará la capacidad de todas las democracias de defenderse contra grupos o estados terroristas.
La Casa Blanca salió contra la decisión de la CPI, pero pudo haberlo evitado. La Cámara republicana aprobó un proyecto de ley bipartidista en junio para sancionar a la CPI. Chuck Schumer, bajo directivas del Presidente, ha retenido las sanciones en el Senado durante casi seis meses. Este es el mismo senador Schumer que adora decir a los públicos judíos que él es su shomer, o guardián, en el Congreso.
En cuanto a Israel, la CPI ha distorsionado la ley y los hechos. Ha ignorado la nube que se cierne sobre el fiscal de la corte, quien está bajo investigación por posible acoso sexual, y quien cambió el rumbo de su investigación de Israel días después de enterarse sobre las acusaciones que amenazan su carrera. No hay problema, dijo la corte.
Primero, la ley: La CPI sólo tiene jurisdicción sobre sus estados miembros, pero Israel no es un miembro y Gaza no es un estado. La corte no obstante conjura un Estado de Palestina. Entonces estima que las fronteras del estado incluyen Gaza y permite a la Autoridad Palestina firmar por el territorio que Hamas ha controlado desde el año 2007. La "ley internacional es maleable cuando toma como blanco a Israel.
Segundo, los hechos: Hamas inició la guerra el 7 de octubre enviando escuadrones de la muerte dentro de Israel, luego prometió usar su feudo de Gaza para repetir la masacre "una y otra vez." Israel fue a la guerra en defensa propia con el objetivo legítimo de destruir a Hamas.
Esto tiene más que ver con Israel, cuyo ejército puede haber logrado la proporción más baja de muertes de civiles por combatientes en la historia de la guerra urbana. El efecto de las órdenes de la CPI es desarmar a cualquier democracia occidental que esté respondiendo a las atrocidades de los terroristas y estados canallas. Este precedente será utilizado contra Estados Unidos, el cual, como Israel, nunca se unió a la CPI.
La CPI acusa al Sr. Netanyahu y al ex ministro de defensa Yoav Gallant por usar supuestamente la hambruna como método de guerra y varios otros crímenes contra la humanidad. La politización empieza con la lista de los acusados. Incluye sólo a dos de los tres miembros del entonces gabinete de guerra de Israel, dejando fuera a Benny Gantz, quien era la esperanza de los que quieren echar al Sr. Netanyahu.
La acusación de hambruna deliberada es absurda. Israel ha facilitado la transferencia de más de 57,000 camiones de ayuda y 1.1 millón de toneladas de ayuda, aun cuando el robo rampante de Hamas significa que Israel está aprovisionando a su campo de batalla enemigo, algo que la ley no requiere.
Este es el motivo por el cual el Presidente Biden dijo el 18 de octubre del 2023, que si Hamas roba la ayuda, "ésta terminará.” El Presidente rompió esa promesa, e Israel ha excedido sus obligaciones de ayuda.
El Comité Internacional de Revisión de Hambruna halló el 30 de junio que no está ocurriendo hambruna en Gaza—Hamas atribuye 41 muertes en la guerra entera a la desnutrición—pero ese elevado riesgo de hambruna persistirá en tanto continúe la guerra. Especialmente cuando el mundo respalda la decisión de Egipto de no permitir salir a los refugiados de Gaza, atrapando a los civiles en la zona de guerra.
Utilizar a los civiles palestinos como armas políticas es la esencia de la estrategia de Hamas, la cual la CPI ahora reivindica. Hamas vivó las órdenes de la CPI el jueves en una declaración que "la justicia internacional está con nosotros y contra la entidad sionista."
Tercero, las consecuencias: los Sres. Biden y Schumer ya no podrán más proteger a la CPI, la cual esperó convenientemente a conceder las órdenes de arresto hasta después de la elección estadounidense y antes que Donald Trump regrese a la Casa Blanca.
Pero el representante Mike Waltz, el escogido del presidente electo como asesor en seguridad nacional, dice que la acción está llegando. Los senadores republicanos Lindsey Graham y Tom Cotton planean presionar al Sr. Schumer para que celebre una votación sobre el proyecto de ley de la Cámara en el Congreso saliente. Si el Sr. Schumer se niega, es segura una votación en el próximo Congreso. El Sr. Graham está también planificando presentar un proyecto de ley que va más allá y sanciona a grupos y naciones que ayudan e incitan a los que como la CPI dañan la seguridad de Estados Unidos.
El Presidente Trump sancionó a algunos funcionarios de la CPI en el 2020 por investigar ilegalmente a las tropas estadounidenses, y la corte se retractó. El Sr. Biden revocó las sanciones en el 2021. Excluir a la CPI y, digamos, a sus principales 100 funcionarios del sistema bancario estadounidense por medio de sanciones—con todo lo que eso significa para las cuentas bancarias europeas también—podría paralizar al tribunal.
La auto-inmolación de la corte es una consecuencia más de una política exterior de Biden que muy a menudo ha puesto la autoridad de las instituciones internacionales por sobre el interés nacional de Estados Unidos. Es también una razón por la que él pronto no será presidente.
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