lunes, 30 de diciembre de 2024

 

Tarde pero seguro, se reconoce el despliegue heroico de tres farmaceuticas polacas no judias.

En el año 2012 acompañado de mi señora y un pequeño pero selecto grupo israelí, efectué una interesantísima visita a Polonia.
El fin de semana permanecimos en Cracovia, una hermosa ciudad , especialmente la parte antigua en la que aflora la presencia judía en diversos espacios.
  • En ese contexto, recuerdo perfectamente que cuando visitamos el predio en que estaba asentado el Guetto de Cracovia, escuchamos muy vagamente y sin mucho detalle acerca de una farmacia ubicada alli, dirigida por gentiles polacos y la cual había prestado ayuda a los judíos confinados en dicha área.
El tópico saltó nuevamente al tapete hace pocos días, pero se hace necesario que hagamos un retorno a decadas atras.
  • El dueño de dicha farmacia habia sido Tadeusz Pankiewicz, nacido en Sambor el 21 de noviembre de 1908, el mas joven de tres hijos de una familia católica, fruto del matrimonio de Josef Pankiewicz y María Weirich.
  • El padre de Tadeuzc era farmacéutico y en 1910 abrió una farmacia en un barrio obrero rotulado Podgórze en las afueras de Cracovia.
  • Tadeusz siguió el rumbo marcado por su padre graduándose como farmacéutico en 1930, y ya en 1934 asumio la dirección del emprendimiento familiar.
Ante la invasión nazi a Polonia el 1 de Setiembre de 1939, Tadeusz Pankiewicz, aunque no era judio, abandono la ciudad con un apreciable número de profesionales y autoridades civiles temerosos frente a la eventual reacción de los ocupantes nazis.
  • Se afinco en la ciudad de Lwow, quedando al frente del emprendimiento familiar la farmaceutica polaca y católica Irena Drozdzikowska, quien posteriormente se tornaría en colaboradora de Tadeusz cuando éste retorno del exilio.
  • Tras la caída de Cracovia, Tadeusz regreso el 9 de setiembre, fue arrestado y trasladado a la prisión de Montelupich, espacio en el cual permanecio hasta diciembre del mismo año.
  • Una vez liberado, volvio a su finca y se hizo cargo del establecimiento familiar sin contar ya con la ayuda de su padre, gravemente enfermo.
  • Dadas las circunstancias, ademas de la polaca Irena, Tadeuz se valió de los servicios de dos estudiantes polacas y tambien catolicas que cursaban el tercer año de la Facultad de Farmacia: Helena Krywaniuk y Aurela Danek-Czortowa.
En marzo de 1941, las autoridades germanas dispusieron levantar un gueto amurallado en el distrito de Podgorze destinado a la población judía, area en la cual se encontraba la farmacia de Pankiewicz así como otras tres farmacias.
  • Los ocupantes nazis les ofrecieron a sus propietarios trasladar sus establecimientos a la zona aria, pero Pankiewicz fue el único que resolvió continuar con su emprendimiento en el gueto e incluso residir en el mismo predio.
Desde este espacio, Pankiewicz y sus fieles colaboradoras operaron a dos niveles:
  • Por un lado, prestaban atención, medicamentos y distintos cuidados a los habitantes del guetto, e incluso proporcionaban tinte para el cabello destinado a los ancianos del gueto a efectos de aparentar ser más jóvenes y en condiciones de trabajar, con el fin de evitar su deportación.
  • Cuando los integrantes de la organización clandestina polaca ingresaban al gueto a efectuar supuestos trabajos, la farmacia se convirtió en un genuino centro para la distribución de documentación falsa y difusión de los materiales propagados en la clandestinidad.
  1. Asimismo, hacian llegar información sobre lo que sucedía en el Gueto a quienes se encontraban fuera de su área y espacio.
  • El mismo Pankiewicz vertió en un diario personal los crímenes cometidos por los nazis contra la población judía que posteriormente se convertiría en un volumen que fue traducido a varios idiomas.
  • Gracias a todo este despliegue, y en colaboración con la organización clandestina polaca, cientos de personas pudieron huir y evitar ser deportados a campos de exterminio.
Tras la guerra y el establecimiento de la República Popular en Polonia, Pankiewicz fue perseguido por el régimen en el marco de la Guerra Fría, debido al hecho de entablar relaciones de amistad con numerosos judíos afincados en Israel.
  • La secuela inevitable fue la pérdida de su farmacia.
Una vez culminada la etapa soviética, el gobierno polaco rehabilitó justicieramente el nombre de Tadeusz Pankiewicz, y por ende afloraron distintos reconocimientos.
  • Su antigua farmacia la Apoteka Pod Orlem, se convirtió en un museo.
  • En 1983, el Instituto Yad Vashem de Jerusalén le otorgó el título de Justo entre las Naciones.
  • Ademas recibio la Orden polaca de Caballero y la Cruz de la Insignia Dorada.
  • Tadeusz volcó sus memorias en polaco en el volumen rotulado "La farmacia del Gueto de Cracovia" que fue posteriormente traducido al hebreo, español, inglés, francés e italiano.
Pankiewicz falleció en 1993.
  • Sin embargo, no se habia hecho el reconocimiento a las tres farmaceúticas polacas que fallecieron en la década del 90.
  • En sus memorias, Pankiewicz resaltó el coraje e indeclinable compromiso de sus colegas-así las denomino- al salvar la vida de cientos de personas confinadas en el gueto, asumiendo un riesgo enorme, y la versión hebrea de su volumen, se la dedica expresamente a estas farmacéuticas polacas y gentiles.
De ahí que ha hecho muy bien el columnista israelí Ofer Aderet en plantear el tópico este fin de semana desde el cotidiano israelí Haaretz.
  • De acuerdo a Lili Haber, presidenta de la organización israelí "Oriundos de Cracovia", e hija de sobrevivientes del Holocausto de Cracovia, el memorable quehacer de las farmacéuticas de Cracovia no habia sido de conocimiento del Instituto Yad Vashem, por lo cual habia llegado el momento de reconocerlas.
En este contexto, Haber hizo llegar este año a dicho instituto documentación pertinente y testimonios contundentes en relación al quehacer de estas heroínas para finalmente hacerse acreedoras, post mortem, al justo título de Justas ente las Naciones.
  • Cabe señalar la reflexión vertida por Meir Bulka que preside la fundación J-NERATIONS destinada a perpetuar la memoria del Holocausto y conservar el patrimonio judío de Polonia.
Bulka, quien es igualmente miembro del Instituto de Investigación del Holocausto de la Universidad de Bar-Ilán, señaló que ya hizo contacto con descendientes de las antedichas farmacéuticas acotando:
  • Impacta y conmueve que continuemos detectando Justos y Justas entre las Naciones que todavía no han sido reconocidos, por una razon o por otra. Siempre es oportuno hacer justicia con los nobles seres humanos que dejaron nuestro mundo sin ser debidamente reconocidos “.
Dr. Israel Jamitovsky
Aurora Israel
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