POR QUE BIDEN NO APLICARA SANCIONES SOBRE EL PETROLEO IRANI?
Su marcha atrás en la política de Trump ha alimentado la campaña de terror de la República Islámica contra Estados Unidos.
Por Brian Hook
Mayo 2, 2024
TRADUCIDO Marcela Lubczanski
Las exportaciones petroleras de Irán tocaron un pico de seis años el mes pasado. En un país normal, esto no sería noticia. Pero la república islámica no es un país normal.
El régimen en Teherán es una teocracia violenta bajo sanciones estadounidenses e internacionales. El Presidente Trump volvió a imponer sanciones energéticas sobre Irán en el 2018 cuando abandonó el acuerdo nuclear con Irán. Estas sanciones siguen en vigencia, pero la administración Biden no está logrando aplicarlas, lo que ha creado una ganancia financiera inesperada para el terrorismo iraní.
El ingreso petrolero de Irán suscribe una maquinaria bélica que está destrozando al Medio Oriente. Las ganancias del petróleo financian a milicias en Irak, Siria, Líbano, Bahréin y Yemen. Ellas toman como blanco y matan a ciudadanos estadounidenses. En enero, satélites iraníes mataron a tres soldados estadounidenses estacionados en Jordania. Hezbollah recibe u$s700 millones anuales de Teherán. El petróleo de Irán apoyó a los escuadrones de la muerte de Hamas que llevaron a cabo la masacre del 7 de octubre. Entre las 1,200 personas asesinadas en Israel, al menos 32 eran ciudadanos estadounidenses.
Los ingresos petroleros del régimen también financian su programa nuclear y su arsenal de misiles. Sus capacidades destructivas fueron exhibidas el mes pasado cuando Irán disparó cientos de misiles y drones a Israel. Esta fue la operación más reciente financiada por el petróleo para desestabilizar la región; no será la última.
No es coincidencia que a medida que los ingresos petroleros de Irán suben mucho, el Medio Oriente esté más en llamas. Muchos en la región dicen que Irán es responsable directa e indirectamente por la violencia. Ellos ven a Irán y sus satélites en marcha, envalentonados e inundados de dinero. Los mulahs están dispuestos a asumir nuevos riesgos, mientras Israel enfrenta amenazas en muchos frentes. Con una estrategia de "anillo de fuego," Teherán y sus satélites se proponen rodear a Israel.
Si la administración Biden está siquiera tratando de disuadir a Irán, está usando las herramientas erradas. Han habido reuniones, pagos y acuerdos laterales—todo con el objetivo de alcanzar un arreglo con Teherán. Incluso ahora, con el Medio Oriente al borde de una guerra a gran escala, el Sr. Biden está pidiendo a Irán que regrese a la mesa de negociación para recomenzar las conversaciones sobre un acuerdo nuclear. Según se informa, él levantaría las sanciones económicas a cambio.
Irán está ahora exportando un promedio de 1.56 millones de barriles diarios de petróleo crudo, la mayoría para China. Esta es una bonanza financiera para Teherán, compensando al régimen con hasta u$s35,000 millones anualmente. Eso es más de u$s100,000 millones en ingresos desde que el Sr. Biden asumió el cargo en enero del 2021. Impulsado por estas exportaciones, el ritmo de crecimiento económico de Irán sobrepasó al de Estados Unidos en el 2023; el Fondo Monetario Internacional espera que eso suceda nuevamente en el 2024.
Estados Unidos puede revertir esta tendencia. La administración Trump redujo exitosamente las exportaciones de Irán, las que cayeron de un pico en 2018 de 2.5 millones de barriles diarios a una baja de 70,000 en abril del 2020. Esto negó a Teherán acceso a tantos como u$s50,000 millones en ingresos anuales. El Secretario de Estado Mike Pompeo y yo monitoreamos diariamente la eficacia de las sanciones. Equipos de todo el gobierno federal trabajaron para rastrear las transferencias ilícitas de petróleo de Irán e interrumpirlas en cada región. Los países tomaron nota, prestaron atención a nuestras advertencias, y encontraron fuentes de energía alternativas.
Cuando las exportaciones de Irán cayeron en picada, pedimos a nuestros socios en el Golfo que compensen la pérdida de petróleo iraní aumentando su producción. El precio promedio anual del crudo Brent cayó entre el 2018 y 2019. Nosotros equilibramos la seguridad nacional y los objetivos económicos en un mercado energético ajustado. Hoy, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) tiene aun más capacidad de petróleo de repuesto. Eso da al Sr. Biden amplio espacio para ejecutar las sanciones petroleras de manera vigorosa.
Los escépticos han dicho que nuestras sanciones tuvieron poco efecto. Eso sería novedad para el entonces presidente de Irán, Hassan Rouhani, quien se quejó a fines del 2019 que las sanciones estadounidenses le costaron al régimen tantos como u$s200,000 millones. Ese año, Irán recortó su gasto militar en un 28%. Las milicias respaldadas por Irán a lo largo del Medio Oriente dijeron a periodistas que las entregas de Teherán se habían agotado.
Disuadir a Irán ayudó a estabilizar al Medio Oriente entre el 2017 y el 2021. Durante esos años, apoyamos a nuestros amigos y debilitamos a nuestros enemigos, incluido Irán, financiera y militarmente. Los Acuerdos de Abraham ilustran cómo las iniciativas osadas por la paz pueden prosperar con la política correcta hacia Irán. Nuestros socios árabes, junto con Israel, recibieron bien la presión máxima sobre la república islámica.
Ahora, cuando los cofres de Irán se llenan nuevamente, esa perspectiva de un Medio Oriente nuevo y pacífico se está alejando. En lugar de volver a dar forma a la región para mejor, Estados Unidos está nuevamente jugando de acuerdo con las reglas de la casa. El Sr. Biden ha manejado mal la disuasión, y empeoró las cosas con una diplomacia frenética y sin objetivos en la región a la que le sobra diálogo y le faltan resultados. Si él no cambia el rumbo e impone costos duros sobre Irán, la agresión de Irán se expandirá rápidamente.
El Sr. Biden tiene las herramientas y autoridad a su disposición para debilitar la proyección de poder de Irán. Si no lo hará, entonces el Congreso debería forzar su mano. Restaurar la disuasión comienza con la aplicación de las sanciones existentes con el objetivo de cero exportaciones de petróleo para el principal financista del terrorismo en el Medio Oriente.
El Sr. Hook fue director de la Oficina de Planeamiento Político en el Departamento de Estado de Estados Unidos entre los años 2017-2018, y se desempeñó como representante especial de Estados Unidos ante Irán entre los años 2018 y 2020.
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