Memorando para aquellos que están buscando los privilegios del estado en las Naciones Unidas: Empiecen con una masacre de civiles, ayuden a movilizar protestas en las universitadades estadounidenses, y terminen pasando por alto al Consejo de Seguridad de la ONU. Esa es la estrategia ahora jugando cuando los palestinos buscan un voto en la Asamblea General el viernes para elevar su status.
Bajo el Estatuto de la ONU, la membresía es concedida "por una decisión de la Asamblea General por recomendación del Consejo de Seguridad." En abril Estados Unidos vetó una resolución del Consejo de Seguridad para el estado palestino. Ahora los palestinos y sus aliados están proponiéndose pasar por alto esa decisión llevando su demanda directamente a la Asamblea General.
Un borrador de resolución dice que el "Estado de Palestina" tendrá el "derecho de estar sentado entre los Estados Miembros," tanto como la capacidad de co-patrocinar propuestas y enmiendas, plantear mociones procesales y "solicitudes para llevar propuestas a la votación." Concede "el derecho a la participación plena y efectiva" en conferencias y "reuniones convocadas bajo los auspicios de la Asamblea General." Sus funcionarios pueden "ser electos como oficiales en el Plenario y Comisiones Principales de la Asamblea General."
Un borrador anterior incluía conceder a Palestina "el derecho de voto" en reuniones de la Asamblea y otras "conferencias de Naciones Unidas." El léxico fue quitado en un intento por evitar objeciones de Estados Unidos, el que financia a la Asamblea General en u$s707 millones este año. Estados Unidos suministra el 25% del presupuesto total de la ONU.
La Sección 414 de la Ley Pública 101-246 de Estados Unidos (1990) dice que "Ningún fondo autorizado para ser apropiado de esta ley o cualquier otra ley" puede estar disponible para Naciones Unidas o cualquier agencia subsidiaria "que acorde a la Organización para la Liberación de Palestina la misma posición de los estados miembros."
Esa es nuestra negrita porque los palestinos y sus representantes en a prensa afirmarán que la fórmula de financiación no se deberían aplicar porque la resolución de la ONU se detiene a algunos centímetros de conceder derechos de votación. Pero los autores en el Congreso de la ley dejan claro que la prohibición de financiación está destinada para situaciones como esta en la cual Palestina es un participante funcional junto a los estados miembros de la ONU.
Los palestinos y sus patrocinantes están impulsando esto ahora porque ven aire entre Estados Unidos e Israel. El Presidente Biden ha debilitado a su aliado esta semana reteniendo las armas de Israel para bloquear una campaña para erradicar a Hamas de su último bastión en Gaza en Rafah. Antes del 7 de octubre, Hamas dirigía Gaza y probablemente lo haría nuevamente si le es permitido sobrevivir. Hamas podría convertirse efectivamente en una parte gobernante de un miembro de la ONU si se aprueba la resolución de la Asamblea General.
La resolución de estado es co-patrocinada por faros de la justicia y la democracia tales como China, Cuba, Libia y Yemen, y ellos asumen que su misión tendrá éxito por aclamación. La Asamblea General tiene una mayoría anti-Israel, con la Organización de Cooperación Islámica de 56 miembros como el bloque de votación más grande.
La administración Biden apoya una solución de dos estados para Israel y los palestinos, pero la resolución de la ONU desafía ese objetivo. Viola los Acuerdos de Oslo, los que condicionaron el estado palestino sobre las negociaciones entre las partes y una aceptación del estado judío. La resolución de la ONU sería en efecto una victoria diplomática para la estrategia terrorista de Hamas.