Verdad subjetiva, verdad objetiva
Cuando las cosas no nos salen como nosotros queremos, sufrimos, nos sentimos frustrados, desorientados y sin motivaciones para seguir adelante. ¿Por qué?
Decimos, “cada uno tiene su verdad, y la verdad es subjetiva”, ¿es cierto?
Nos alegramos cuando recibimos dinero, pero ¿nos ponemos más o menos contentos cuando le fue bien a nuestro compañero? ¿O cuando le ocurrió algo bueno al otro?
¿A que le damos más valor? ¿A lo material e inmediato o lo espiritual y eterno?
Esta y otras preguntas que suelen pasar por nuestras mentes tiene que ver con el estado en que nosotros estamos. Cuando los acontecimientos que se van desarrollando a través de nuestras vidas y no son como nos gustaría que fuesen, por un sinfín de motivos, ello no implica que la realidad es eso, lo que vemos en ese momento, ya que por instantes vemos que van fluctuando de acuerdo al programa divino.
El primer punto que tenemos que tener en cuenta es que todo el programa que nosotros tenemos esta sujeto a la aprobación de D´s, y es el primer pensamiento al cual tenemos que recurrir antes de encarar cualquier proyecto.
En segunda instancia, la verdad subjetiva es aparente porque al cometer nosotros errores (y todos los cometemos) es una pauta que nuestra verdad nos falla, por lo tanto obligatoriamente debemos decir que la verdad es objetiva y esta plasmada en las leyes que el Eterno puso en la tierra, a través de la Torá.
Los hombres nos podemos equivocar, la gente que malinterpreta la Torá o lo hace a su parecer, también. Y la que vive sin tener en cuenta este código de leyes es mucho peor aun, porque todo funciona de acuerdo a su estado de ánimo o parecer y vamos a un ejemplo:
Un pobre que necesita comer, acaso si la Torá no me obligara que yo le de, si me dejo llevar por mi estado de ánimo, ¿le doy o no? Por ejemplo si le tengo lástima, en ese momento le doy; pero en otro momento donde el sentimiento es otro, no lo hago. Pero si pasa de este modo acaso el pobre no se va a morir si no come?. En cambio si nos basamos en la Torá seguro que seguirá viviendo porque la mitzvá de dar es independiente de mi estado de ánimo.
Esto es solo un ejemplo para ilustrarnos el día a día en que vivimos.
¿Por qué nos alegramos cuando recibimos dinero? ¿Pensamos que es la solución a unos cuantos problemas, o no será que llegamos a idolatrarlo?
Nuestra fantasía nos hace creer que somos eternos en nuestros cuerpo, y la plata domina nuestras vidas pensando que es todo, o la razón que parte de nuestros problemas son solucionados con ella. También imaginamos el poder, que el tener la implica. Además podemos agregar el sentirnos alguien por tenerla, y en cuanto al ser, ¿Cuándo uno se recibe de médico o abogado, uno se siente en un status diferente, quizá superior? Este punto es necesario aclararlo por las confusiones en que incurrimos en la sociedad en que vivimos.
La plata, así como el cuerpo, son herramientas y no fines en si mismos, seguro que tienen su importancia, pero no son trascendentales ya que solo nos imaginamos placeres que son momentáneos y no eternizan a la persona ni lo llevan mas aun por sobre la creación. Son solo medios, y en el caso del cuerpo, es el conducto del alma teniendo un fin, que es la tierra, no así el alma, que se eleva.
Si sabemos ver bien para la función que fue creada, vamos a llegar al objetivo para el cual nosotros mismos fuimos creados, y entonces vamos a poder estar contentos cuando al otro le ocurra algo bueno, si esto lo pensamos a nivel de alma ya que nuestros cuerpos son diferentes, pero nuestra alma proviene de la misma fuente que es D´s.
Y también se contesta la pregunta de que darle mas valor a lo material e inmediato deja a la persona vacía ya que el tiempo de duración es efímero y hacer algo por alguien deja a la persona contenta y realizada y la creación en su totalidad, se gratifica.
D´s es el eje de toda la creación, es el punto de inicio y a partir de ahí empezamos a vivir y dar sentido a nuestra existencia
Elías Dayé
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.