El presidente estadounidense, Barack Obama, inició hoy una reunión con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en un marco de crecientes tensiones de ambos países con Irán, y cuando cobra fuerza la "opción militar" para detener el plan nuclear de la República Islámica.
En breves decleraciones a la prensa antes del comienzo de la reunión, Obama afirmó que su país "siempre guardará las espaldas de Israel" en lo que se refiere a la seguridad de la nación judía.
La reunión estará centrada en el conflicto con Teherán, y se espera que el presidente busque disuadir al premier de un posible ataque preventivo contra Irán y el programa nuclear de este país, en línea con declaraciones recientes de Obama, quien considera que la presión diplomática está dando frutos.
Netanyahu, por su parte, pedirá al mandatario estadounidense que amenace públicamente a Irán con un ataque militar si no frena su programa nuclear, según informó el diario israelí Haaretz.
Finalidad. El objetivo del líder israelí es arrancar a Obama una declaración pública más belicosa que las formuladas hasta ahora, que asegure de forma inequívoca que Estados Unidos prepara una operación militar para el caso de que Irán cruce determinadas "líneas rojas", apuntó el diario.
Según el rotativo israelí, Netanyahu endurecerá el tono sobre este ríspido tema, en el que diferencias sobre el papel de las sanciones y el tiempo de espera requerido antes de bombardear Irán generaron "desconfianza" entre ambos aliados.
Si bien una eventual conflicto con Irán es un tema recurrente en el tablero diplomático internacional de los últimos años, desde el inicio de 2012 el tono aumentó sensiblemente, mientras Israel está impaciente por acabar con las aspiraciones nucleares iraníes.
Estados Unidos, Israel y la Unión Europea (UE) dicen que Irán quiere dotarse de armas atómicas, pese a que Teherán insiste en que su programa nuclear tiene fines exclusivamente civiles.
Tel Aviv teme que los proyectos nucleares de Teherán se encuentren en una fase irreversible y apuesta por la vía militar para neutralizar dichas aspiraciones.
Obama, en tanto, pese a que siempre recurre a la fórmula de que "todas las opciones están sobre la mesa" para detener a Teherán, se muestra más partidario de la vía de las sanciones que de la opción militar.
Además, a tan sólo ocho meses de buscar su reelección en comicios presidenciales, el mandatario es más reacio a embarcarse en otra guerra, aseguró Hareetz.
La atmósfera de la reunión estará también marcada por el hecho de que Sheldon Adelson, un multimillonario magnate de los casinos muy cercano a Netanyahu, financió con decenas de millones de dólares la campaña de Newt Gingrich, uno de los precandidatos republicanas que compite por enfrentar a Obama en noviembre.
Ayer, Obama subió el tono de sus declaraciones contra Irán al asegurar que su país apoyará a Israel en un eventual conflicto contra la República Islámica y que "no dudará en usar la fuerza".
En un discurso en la conferencia anual del Comité de Acción Política Americano-Israelí (Aipac), el principal grupo de presión judío en Estados Unidos, Obama subrayó sin embargo que Teherán "todavía está a tiempo de elegir la vía diplomática para resolver la crisis nuclear".LA VOZ DEL INTERIOR
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