Resultados de dieta verde mediterránea y grasa hepática
Créditos de las imagenes: WPAI.
FUENTE LATAM ISRAEL
Firmas proteómicas pueden medir la grasa hepática en MRI.
Las firmas proteómicas son patrones específicos de proteínas que se encuentran en una muestra biológica, como tejido, sangre o saliva.
Estos patrones pueden ser identificados y analizados mediante técnicas de proteómica, como la espectrometría de masas, para caracterizar diferentes estados fisiológicos, enfermedades o respuestas a tratamientos médicos.
La grasa hepática
La grasa hepática, también conocida como esteatosis hepática o enfermedad del hígado graso, es una afección en la que se acumula grasa en las células del hígado. Existen dos tipos principales:
Esteatosis hepática no alcohólica (EHNA): Esta condición ocurre en personas que consumen poco o ningún alcohol. Se asocia con factores como la obesidad, la resistencia a la insulina, la diabetes tipo 2, el colesterol alto y la hipertensión arterial. La EHNA puede progresar a una forma más grave de la enfermedad del hígado graso, llamada esteatohepatitis no alcohólica (EHNA), que puede causar inflamación y daño hepático.
Esteatosis hepática alcohólica: Esta afección se desarrolla en personas que consumen cantidades excesivas de alcohol. El consumo prolongado y excesivo de alcohol puede dañar el hígado y provocar la acumulación de grasa en las células hepáticas, lo que eventualmente puede llevar a la inflamación, cicatrización (cirrosis) y otras complicaciones graves del hígado.
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La proteómica es una disciplina compleja que busca comprender la expresión global de proteínas en un organismo o una muestra biológica en un momento dado.
Las firmas proteómicas son esenciales para la medicina de precisión y la investigación biomédica, ya que pueden proporcionar información detallada sobre la salud de un individuo, la progresión de una enfermedad o la eficacia de un tratamiento.
Estas firmas proteómicas pueden ser útiles en una variedad de aplicaciones, como el diagnóstico temprano de enfermedades, la predicción de la respuesta al tratamiento, la identificación de biomarcadores para monitorizar el progreso de una enfermedad o la identificación de nuevas rutas terapéuticas.
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Los nuevos hallazgos de un ensayo de de 18 meses de duración, subrayan el potencial de observar e indicar alteraciones de la grasa hepática evaluadas por resonancia magnética con proteómica, según una nueva investigación israelí.
El estudio fue dirigido por la Dana Goldberg, la Dra. Anat Yaskolka Meir y la Prof. Iris Shai.
Un ensayo de intervención en el estilo de vida de 18 meses de duración midió la grasa hepática mediante resonancia magnética y las proteínas sanguíneas de 242 participantes en dos momentos utilizando métodos estadísticos avanzados.
Sus hallazgos fueron publicados recientemente en Hepatology.
Goldberg, nos explica los hallazgos del estudio:
Los resultados del estudio sugieren lo siguiente:
1- La incorporación de variables tradicionales con proteómica puede mejorar la predicción de la grasa hepática.
2- Tres cambios de proteínas, CA5A, HAOX1 y THBS2, se evaluaron de forma independiente asociado con el cambio relativo de la grasa del hígado, siendo el cambio de proteína green-MED de THBS2 más prominente que en el grupo de MED después de ajustar el peso con las pérdidas de grasa del hígado.
3-Los cambios en las proteínas a lo largo del tiempo difirieron entre personas con diferentes grupos de porcentaje de grasa hepática».
Los avances recientes en proteómica han profundizado los conocimientos sobre la enfermedad del hígado graso no alcohólico (NAFLD), rastreando su progresión desde la esteatosis hepática hasta una enfermedad hepática más grave, como la cirrosis.
La NAFLD, a menudo asintomática pero marcada por la acumulación de grasa en el hígado, se asocia con riesgos metabólicos y cardiovasculares más amplios.
Los biomarcadores emergentes y los diagnósticos no invasivos están mejorando las capacidades de detección temprana y estadificación.
Iris Shai, nos dijo:
«El estudio indicó que una dieta verde mediterránea, rica en proteínas y polifenoles de origen vegetal y baja en carnes rojas/procesadas, redujo la NAFLD a la mitad entre los ~300 participantes con una prevalencia de NAFLD del 62 % al inicio del estudio (PMID:33461965).
Esta dieta, que incluye Mankai, té verde y nueces, también sugirió beneficios potenciales para el microbioma intestinal (PMID:32860791) y la regulación epigenética (PMID:37236302). destacando su papel en el eje intestino-hígado y la recuperación hepática.»
La Dra. Anat Yaskolka Meir, miembro senior del equipo de investigación responsable de la cuantificación de la grasa del hígado por resonancia magnética, mira hacia el futuro: «nuestra investigación avanza en el conocimiento sobre la conexión entre el porcentaje de grasa del hígado y los biomarcadores proteómicos, mejorando el seguimiento del paciente, la terapia dirigida , tratamientos personalizados y evaluación del pronóstico.»
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