miércoles, 17 de diciembre de 2025

DEL WSJ

  

'GLOBALICEN LA INTIFADA' SIGNIFICA SANGRE EN BONDI BEACH
Los izquierdistas que demonizaron a los 'sionistas' y simpatizaron con Hamas profesan conmoción por el antisemitismo violento.

Por Yoni Bashan
Diciembre 17, 2025

imageUna vigilia honrando a las víctimas del tiroteo en Bondi Beach, en Sydney, Dic. 16. Hollie Adams/Reuters
Sydney
Ahora están todos conmocionados. Los activistas progresistas. Los influenciadores. Los Verdes, Los podcasters. Toda esa gente impecablemente acertada que ha pasado dos años haciendo de "sionista"—o “sio”—la palabra más sucia en el vocabulario australiano. Quienes marcharon en la Calle Oxford en Carnaval con un cartel colgando que decía "Globalicen la Intifada.”
Bueno, felicitaciones. La intifada está aquí. Globalizada. Misión cumplida.
Llegó el domingo, en la primera noche de Januca. El llamado movimiento de la resistencia—esa lucha noble por la liberación de la que hemos estado escuchando tanto—manifestado como hombres armados abriendo fuego contra familias judías celebrando junto al mar. Quince muertos. Al menos. Una niña de 10 años de edad entre ellos. ¿El motivo? Ah, no sabemos oficialmente el motivo todavía. Pero, por supuesto que sabemos el motivo. Lo hemos visto incubar en este país desde el 7 de octubre del 2023: discurso contra los judíos bajo el disfraz de crítica moralmente urgente de una guerra en el Medio Oriente.
Disfrazado por la misma gente que ahora está publicando entusiastamente sus condolencias. Su horror y devastación e incredulidad.
Pero aquí está lo que tiene que ser dicho a la gente que ha pasado dos años tratando a Israel como un estado singularmente malvado. Quienes han hecho del "sionismo" sinónimo de racismo y esclavitud y todo pecado concebible. Quienes han dicho que no se debería dar plataformas a los sionistas, que no deberían tener espacios seguros culturalmente, que deberían ser esencialmente expulsados de la sociedad educada. Quienes han cantado "desde el río hasta el mar" en las concentraciones, en el Parlamento, y lo publicaron en sus historias de Instagram con emojis de pequeñas sandías:
Ustedes crearon esto. Ustedes pusieron los cimientos, ladrillo por ladrillo discursivo, publicación por ¿viral, marcha por marcha con sus triángulos rojos invertidos y sus carteles llevando las palabras "los sionistas son neonazis."
¿Qué pensaban ustedes que significaba exactamente “intifada”? Significa sangre. Siempre ha significado sangre. Y ahora ellos estarán limpiando la sangre en Bondi Beach por semanas.
Consideren a Nasser Mashni, ahora enviando “amor, cariño y solidaridad” a las víctimas judías. El mismo Nasser Mashni que durante dos años, en su rol con la Australian Palestine Advocacy Network (Red de Defensa de Palestina Australiana), ha descripto al Sionismo como “colonialismo de asentamientos” y “supremacía judía.” Quien piensa que la destrucción de Israel traería—y lo cito—la “liberación de la tierra.” Quien no llamará grupo terrorista a Hamas, pero, seguramente, se solidariza. Muy  significativo.
O a Randa Abdel-Fattah, la escritora y académica, quien está expresando tristeza online por este "horroroso acto de antisemitismo." Quien está grabada diciendo que los sionistas "no tienen derecho ni pretensión a la seguridad cultural." Quien literalmente el día después de las masacres del 7 de octubre—el día después que familias fueron quemadas vivas en sus casas—cambió su foto de perfil por un parapente con los colores palestinos.
Mary Kostakidis encuentra todo “profundamente impactante.” La ex presentadora de noticias de la transmisora pública, quien ha pasado meses promoviendo teorías de conspiración sobre el "lobby sionista," quien republicó un tweet anteriormente este año afirmando que el "genocidio" en Gaza es la causa real subyacente del antisemitismo. Lo que, aun si la Sra. Kostakidis no quiso decir esto, me suena como: los judíos que apoyan a Israel se lo buscaron.
¿Pero Bondi? ¿Qué sucedió? Impactante.
La Sen. Mehreen Faruqi, de los verdes, dijo: “Mis pensamientos están especialmente con la comunidad judía.” La misma comunidad cuyo estado es “rebelde” y “genocida.” Abbie Chatfield está “desconsolada” y “asqueada” por el ataque “anti semeta [sic].” A pesar de rehusarse a dar "apoyar a los sionistas" en su podcast. A pesar de avergonzar públicamente a un hombre como un “partidario del genocidio.” Sólo política, ¿correcto? Nada personal.
El antisemitismo siempre ha sido así. Nunca entra al baile vestido como antisemitismo. No lleva un cartel. Llega en el traje del momento. Como nacionalismo. Como anticapitalismo. Como justicia social. Se hace sonar razonable, incluso correcto. Habla en el idioma gentil de la descolonización y los derechos humanos.
Y luego la gente muere; así es como transcurre esta historia.
Sí, ustedes pueden criticar a Israel. Ustedes pueden oponerse a los asentamientos y protestar por las víctimas civiles en Gaza. Pero hay una diferencia—y es una diferencia de vida o muerte ahora—entre protesta e incitación. Entre responsabilizar a un gobierno por su conducta en la guerra y demonizar a un pueblo entero.
Porque cuando la gente habla sobre Rusia y su guerra en Ucrania, nada de ello hace metástasis en pintadas en los restoranes rusos. En el acoso a los estudiantes rusos. En boicots y bombas incendiarias. O balas en las playas.
¿Pero con Israel? ¿Con los judíos? Siempre lo hace. Cada una de las veces. Y la comunidad judía se mantuvo diciendo esto. Nosotros lo vimos venir. Nosotros lo vimos en Europa y Estados Unidos de América. Lo vimos en Inglaterra.
Entonces, ahórrennos la conmoción. Ahorren sus pensamientos y rezos.
No se puede globalizar la intifada y luego hacerse los sorprendidos cuando ésta finalmente aparece.
El Sr. Bashan es columnista en el Australian, donde apareció primero este artículo.
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