Las cámaras hiperbáricas en Israel ayudan a soldados heridos a recuperarse y volver al servicio
Originalmente diseñado para tratar problemas relacionados con el buceo, el instituto se ha convertido con el tiempo en un centro de rehabilitación esencial para soldados con heridas de combate graves, incluyendo quemaduras, amputaciones, daños por explosión y pérdida de audición.
La terapia hiperbárica utiliza oxígeno de alta presión para aumentar la entrega de oxígeno a los tejidos dañados.
Este procedimiento aumenta el flujo sanguíneo, promueve la curación de heridas, estimula el crecimiento de los vasos sanguíneos y apoya el proceso de regeneración de tejidos, a menudo siendo crucial en las etapas de recuperación después de un trauma.
Dentro de la habitación los pacientes respiran oxígeno bajo presión, la temperatura es baja y la sensación de presión en los oídos requiere ajuste.
Los teléfonos móviles están prohibidos, y los soldados pasan el tiempo hablando con personal médico u otros pacientes, jugando juegos de palabras o simplemente conversando.
A pesar de las dificultades, muchos describen esta experiencia como un momento de apoyo emocional y físico.
El uso de cámaras hiperbáricas se ha ampliado después del inicio del conflicto, ofreciendo tratamiento no sólo a quienes padecen lesiones de buceo o traumas, sino también a quienes han sufrido amputaciones y lesiones complejas en el campo.
En algunos casos, el tratamiento ha permitido salvar la mayor cantidad de tejido posible antes de las amputaciones, reduciendo el alcance de las cirugías necesarias y mejorando el camino de recuperación.
Los resultados en la primera línea de la rehabilitación auditiva son particularmente significativos.
El centro ha desarrollado protocolos para tratar traumas acústicos, una de las consecuencias comunes de la exposición a explosiones en el contexto militar.
El tratamiento oportuno durante la primera semana del trauma dio como resultado mejoras obvias en alrededor del ochenta y ocho por ciento de los casos, con muchos soldados recuperando parte o toda su capacidad auditiva.
Algunas de las personas que inicialmente fueron consideradas no aptas para el servicio militar han podido regresar a sus unidades gracias a los avances logrados.
El Instituto Haifa, reconocido por el Ministerio de Salud como centro nacional de medicina hiperbárica, no se limita a pacientes militares solamente.
Los civiles con condiciones complejas también se benefician de terapias, incluyendo lesiones de embolia de gas, daño a los tejidos y otras enfermedades relacionadas con la descompresión.
La instalación ha ganado una reputación internacional por la calidad de la atención y la amplitud de su experiencia clínica.
Los médicos y pacientes están de acuerdo en que la terapia hiperbárica no es sólo un tratamiento médico, sino un componente importante del proceso de curación general.
Para muchos soldados, el ambiente seguro y la interacción con el personal y compañeros brindan apoyo emocional que ayuda a hacer frente a las dificultades psicológicas asociadas a recuperarse de un trauma grave.
Con miles de heridas tratadas en los últimos años, el uso de cámaras hiperbáricas representa hoy un recurso sólido en la medicina militar israelí y un ejemplo de cómo las tecnologías y enfoques terapéuticos avanzados pueden contribuir a la recuperación física y moral de los soldados.
Israele 360

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