jueves, 18 de diciembre de 2025

DEL WSJ

 TRUMP TIENE RAZON: EUROPA ESTA COLAPSANDO

Mientras China y EE.UU. han creado músculo - plantas nucleares, líneas de producción, portaaviones - Europa ha cultivado la ilusión de vivir del poder blando y regulaciones cada vez más intrincadas acerca de todo, sirviendo sólo para emplear a legiones de abogados y consultores en Bruselas.

Por Giulio Meotti
Diciembre 8, 2025

EU headquarters in BrusselsSede de la Unión Europea en Bruselas. iStock
Los rusos están avanzando, los chinos están comprando, los estadounidenses están criticando, los islámicos están conquistando y los europeos están parados en fila para comprar helado en invierno.
Y ahora el Titanic de Europa ha chocado al iceberg de Trump.
La Casa Blanca acaba de alertar al mundo que Europa está enfrentando la "eliminación de la civilización."
“La principal pregunta no es donde será trazada la línea de demarcación entre Ucrania y Rusia, sino si Europa emergerá de su estado de letargo y debilidad,” como dijo Walter Russell Mead a Le Figaro.
Los europeos siguen llevando la máscara de los defensores parlanchinas del "orden mundial," el cual está colapsando rápidamente, pero la historia nos recordará como los que, cuando llegó el momento, cambiaron a Hegel y la dialéctica de la historia por el empireo de las buenas intenciones y el entretenimiento de los niños.
Bienvenido al más hermoso parque temático en el mundo: "Europalandia - Donde la Historia Va a Morir, Pero Con Estilo."
La Europa de hoy recuerda a la Venecia del siglo XVIII: extremadamente rica, refinada, culta - y estratégicamente irrelevante. Producía bellos vidrios y tratados de derecho internacional mientras perdía sus colonias y flota una por una.
Y al final Napoleón la borró de un plumazo.
Europa todavía fantasea con ser una "tercera fuerza," una fuerza de razón, moderación, cultura y estabilidad; pero suena como un tipo de póliza de seguro de vida atrapada en el discurso del "bien común," arrepentimiento, y auto-flagelación - armada con dos peones y un caballero - con lo cual Europa espera pacificar la escena mundial.
Es sólo con la marea baja que vemos quien está llevando traje de baño. El océano está vacío y Europa está desnuda. El viejo continente no inspira ni miedo ni sueños. Y puede finalmente retirarse de la historia.
Lo que vemos ahora es un enano político, un huérfano militar, un eunuco diplomático, un cornudo económico. Rusos, chinos, estadounidenses, indios y la quinta columna islamista - todos relamiéndose.
Los europeos son prueba que la decadencia no es un colapso repentino: es un desvestirse lento y elegante ante el mundo.
Edward Gibbon escribió La Decadencia y Caída en 1776, y los europeos ahora están rodando la versión del director en episodios.
Toda su charla política, discurso rancio, su bravuconería insípida y arrogante, producidas en masa por estrategas de salón, están debilitando al continente.
Docenas de think tanks europeas, miles de millones en fondos de "cohesión" e impuestos presuntamente dirigidos a financiar monopatines de hidrógeno y a descarbonizar todo - ¿para qué? Una lista de acrónimos vagos e inclusivos, caminos que no llevan a ningún lado.
Estamos presenciando el triunfo de los hijos europeos vestidos como padres hablando de defensa como si estuvieran organizando auditorías de sustentabilidad, creyendo que la historia era un podcast en Spotify, no un matadero.
Y así Europa se encuentra siendo meramente ese lugar magnificente donde todos van de vacaciones.
Mientras China y Estados Unidos han sacado músculos - plantas nucleares, líneas de producción, portaaviones - Europa ha cultivado la ilusión de vivir de renta moral, poder blando, y regulaciones cada vez más intrincadas sobre todo, excepto sobre su propia supervivencia, sirviendo sólo para emplear a legiones de abogados y consultores en Bruselas.
La verdadera pregunta es cómo recuperarse de dos generaciones europeas arruinadas por el naufragio educativo, la cretinización digital, el colapso cultural, el caos migratorio, el comunitarismo islamista, el pacifismo rentista y los eslóganes rancios impresos en la plancha de los clichés sociológicos y geopolíticos.
Europa es un barco a la deriva, sin motor, timón o brújula, con una tripulación al borde del amotinamiento, no consciente que el capitán sostiene una copa de champaña mientras el Titanic se hunde.
Fabrica bolsos de lujo, mientras todos los componentes serios - chips, tierras raras, baterías - son fabricados en otro lado, por no mencionar la energía.
Cuando Trump nos dijo en el 2018: “Paguen el 2% del PBI para la OTAN o arréglenselas solos,” los europeos reaccionamos como una esposa traicionada pescando a su esposo con una amante: rabietas, lágrimas, “¡Tú bruto!” - pero al final nos quedamos y resistimos porque no teníamos ningún otro techo.
La Europa de hoy es una caricatura de sí misma: un lugar que prohíbe las pajitas plásticas pero importa el 98% de sus tierras raras de China.
Esta es la Europa de los vendedores de coliflores orgánicas y reinas de las rosas veganas llamando a cumbres sobre misiles solares, tanques eléctricos, y el "Corán europeo" con un velo inclusivo y una yihad benevolente. En la búsqueda del burqa orgánico con una cara humana, mientras tanto dos, tres, cuatro, cinco fanatismos unen fuerzas para derrocar a su enemigo en común - el Occidente.
Estamos por lo tanto abrumados por la historia. Por la identidad de género queer "oprimida por las FDI." La situación es demasiado desesperada como para ser tomada seriamente.
Todos fingen haber escuchado la última advertencia antes que empiece la cuenta regresiva hacia el futuro.
La verdad es que Europa es el enano de jardín del mundo en el césped de la historia: linda, inútil, con una sonrisa cerámica; el mundo pasa a través de ella y la parea ocasionalmente para ver si todavía está viva.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.