La visita a Brasil del presidente de Irán, Mahmud Ahmadinejad, que se inicia mañana, ha despertado una expectativa inusual. Después de su aterrizaje en Brasilia, donde se encontrará con su colega Lula da Silva, seguirá rumbo a Caracas para entrevistarse con Hugo Chávez y a Bolivia. El líder iraní anticipó que quiere proponer al gobierno brasileño un "acuerdo nuclear". Por el momento, Lula no dio señales de avanzar en ese terreno, tal vez por temores a perjudicar su estrategia de desarrollos en ese sector. Brasil ha desarrollado una planta para enriquecer uranio y además trató con Francia para la construcción del submarino atómico.
Ahmadinejad entrará mañana el Palacio Itamaraty de Brasilia (sede de la diplomacia brasileña) a las 11 de la mañana, casi en el mismo momento que el líder palestino Mahmud Abbas ingresará en la Casa Rosada para una cita con la presidenta Cristina Kirchner. El presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) estuvo ayer en Rio Grande do Sul, último punto de su visita a Brasil previo al desembarco en Buenos Aires. Abu Mazen, como también se lo conoce en Palestina, aterrizó en la terminal aérea destinada a las autoridades de Brasil. Tras el protocolo de rigor que le otorgaron como jefe de Estado, Abbas rompió las normas y se paró delante de la reja que lo separaba de los inmigrantes palestinos, quienes habían acudido al aeropuerto para brindarle su propia recepción. Anoche se reunió con la comunidad de su país en una cena de confraternización. Abbas le había pedido a Lula el viernes, cuando conversaron en Salvador (capital de Bahía), que transmita al líder iraní la preocupación que existe en Cisjordania por el apoyo financiero y armamentista que Irán le brinda al grupo Hamas, sector palestino más radicalizado que gobierna la Franja de Gaza.
En cuanto a Ahmadinejad, llegará a Brasil con gestos previos significativos que indican una predisposición a negociar. Preguntado por el noticiero televisivo Jornal da Globo, durante un reportaje exclusivo, respecto de las diferencias entre las posiciones de Brasil y de Irán con relación a Israel (el gobierno de Lula reconoce el derecho a la existencia del Estado de Israel), el líder iraní admitió que "tal vez precisemos dialogar más sobre algunos aspectos". Lula le había preguntado en una cita anterior si era tan tajante la postura de Irán acerca del Holocausto, que en principio pareció ser negado por Ahmadinejad. En este punto, el presidente de Irán subrayó: "Ser amigo significa que podemos compartir visiones o, en caso contrario, diferir en forma amigable. De lo que se trata es de alcanzar puntos comunes". Y enseguida añadió que el Holocausto "ocurrió claramente en Europa. Todo el mundo sabe eso. Pregunto entonces: ¿qué tiene que ver el pueblo palestino? ¿Por qué este pueblo debe pagar por crímenes que cometieron los europeos?".
El presidente iraní defendió el desarrollo de una "amplia cooperación" con Brasil en energía nuclear con el objetivo de la colaboración entre los países para afianzar el uso pacífico de esa forma de energía a través de las plantas generadoras de electricidad. "Nosotros tenemos una tecnología nuclear propia para fines energéticos", subrayó. Y esa actividad, dijo, "está sometida a la supervisión de la Agencia Internacional de Energía Atómica (con sede en Viena)".
Según el líder de Irán, reelecto en junio último y consagrado como presidente a pesar de denuncias de presunto fraude, "Brasil siempre nos dio apoyo en cuanto a nuestro derecho de contar con tecnología nuclear. Y le estamos agradecidos por eso".
Fuente: Diario Clarin
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