Por Bret Stephens
Mayo 25, 2024
TRADUCIDO POR Marcela Lubczanskir
Los anuncios de esta semana por parte de los gobiernos de Irlanda, Noruega y España que ellos reconocerán un estado palestino están atrayendo reacciones predecibles de lugares predecibles. Algunos los ven como reprimendas útiles a la estrategia de guerra en Gaza del Primer Ministro Benjamin Netanyahu que aislarán más a Israel. Otros, incluyéndome, las vemos como gestos irresponsables que recompensan el terrorismo de Hamas.

Esa es una columna para otro día. Por ahora, es suficiente con destacar el nervio puro del gobierno español.

Aunque la opinión pública española apoya abrumadoramente el reconocimiento rápido del estado palestino, es otra historia en lo que hace a los propios movimientos independentistas de España. En el 2017 el gobierno regional de Cataluña llevó a cabo un referendo, declarado ilegal por la Corte Constitucional de España, sobre la cuestión de la independencia catalana. Aunque la asistencia fue bajaen parte porque la policía española bloqueó por la fuerza la votaciónel gobierno catalán dijo que cerca del 90% de los votantes favorecía la independencia.

El gobierno central en Madrid respondió despidiendo al gobierno catalán, e imponiendo el control directo. Dos años después, bajo el actual gobierno de izquierda de Pedro Sánchez, España condenó a nueve líderes independentistas catalanes a prisión bajo cargos de sedición, aunque más tarde fueron indultados. Este año la cámara baja del parlamento español votó por conceder la amnistía a los involucrados en la campaña del 2017 como parte de un acuerdo para apuntalar al gobierno de Sánchez, a pesar de un veto del Senado. El 70% del público español se opone a la amnistía.

Los catalanes no son la única minoría étnica en España que ha buscado la independencia, sólo para encontrar represión violenta. En la década de 1980 el ministerio del Interior español bajo un gobierno socialista respondió al movimiento separatista vasco de largo tiempo con escuadrones de la muerte patrocinados por el estado, notoriamente responsables por una serie de secuestros, torturas y asesinatos. El gobierno español llamó terroristas a los separatistascomo de hecho algunos lo eranaunque sus tácticas parecían dóciles comparadas con las de Hamas. Para la época en que el conflicto terminó en el año 2011, se había cobrado más de 1,000 vidas.

España posee dos ciudades en el continente africano, Ceuta y Melilla, ambas de las cuales son reclamadas por Marruecos y han sido atacadas por migrantes africanos buscando la entrada dentro de la Unión Europea. Ellas están protegidas por cercos fronterizos extensos y fortificaciones llamativamente reminiscentes del cerco fronterizo violado de Israel con Gaza.

Hay muchos otros movimientos independentistas a lo largo de Europa, desde Escocia a Flandes, a Córcega y los Balcanes. Muchos de estos movimientos tienden a tener afinidades con los palestinos, por razones