lunes, 6 de mayo de 2024

 El presidente de la Knéset, Amir Ohana, enciende una vela conmemorativa en el vestíbulo de entrada de la Knéset como parte de la ceremonia "Por cada persona un nombre" que marca el Día del Recuerdo de los Mártires y Héroes del Holocausto.

Ohana recuerda la corta vida de Ada Dadosh, que nació en el campo de concentración de Giado, en Libia, publicó The Times of Israel.
“A los 3 meses enfermó de neumonía. Su padre Yosef, impotente, se acercó al médico del campo a quien llamó "el infierno en la tierra" y le pidió una cura. El médico la abrazó, tomó una jeringa, se la clavó y se la inyectó en el cuerpo. Su corazón dejó de latir. No fue medicina lo que el diablo inyectó, sino veneno lo que el diablo inyectó”, dice.
“Que la memoria de Ada Dadosh, junto con la de los seis millones que perecieron, sea por siempre bendecida”.
Reproducción autorizada con la mención siguiente: ©EnlaceJudío

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