DEL WSJ
Por Jared Malsin y Adam Chamseddine
Abril 27, 2024
TRADUCIDO POR Marcela Lubczanski
Israel y Hezbollah están encerrados en un ciclo de violencia en escalada que corre el riesgo de dispararse más a raíz de un intercambio sin precedentes de fuego directo entre Israel e Irán.
Hezbollah, un grupo militante y partido político libanés aliado estrecho de Irán, se ha involucrado en un conflicto que arde lentamente con Israel desde el ataque de Hamas del 7 de octubre contra Israel, con la milicia lanzando misiles y drones hacia Israel y las fuerzas israelíes contrarrestando con ataques aéreos, artillería y municiones de tanque hacia Líbano.
En los últimos ataques, Israel dijo el sábado que había impactado posiciones militantes y estructuras militares de Hezbollah a lo largo del sur de Líbano el viernes y durante la madrugada, incluidos ataques en Al Rihan, Kafr Kila, Kfar Chouba y Shebaa.
Israel y la más poderosa milicia cliente de Irán han intensificado su conflicto en los últimos días, elevando los temores que uno u otro podrían calcular mal y provocar un enfrentamiento más intenso. Tal situación podría resultar en muerte y destrucción generalizadas tanto en Líbano como en la vecina Israel.
En Gaza, mientras tanto, el combate continuó el sábado, con el ejército israelí diciendo que su fuerza aérea había conducido más de 25 ataques el día previo, agregando que atacó instalaciones militares, plantas de almacenamiento de armas y lugares bajo tierra a lo laro del enclave. Los ataques incluyeron un ataque contra un sitio de lanzamiento de cohetes en Khan Younis y otro dirigido a un vehículo que llevaba a militantes de Hamas en el centro de Gaza, dijo el ejército.
Evitar una guerra a gran escala entre Israel y Hezbollah ha sido una prioridad para los gobiernos occidentales incluido Estados Unidos desde que comenzó la guerra, con la administración Biden enviando a un alto funcionario de la Casa Blanca en varios viajes a la región en un esfuerzo por calmar las tensiones. Los esfuerzos occidentales por desvincular los dos frentes no han funcionado. Hezbollah ha parado el fuego sólo durante un cese del fuego de una semana de duración en noviembre en Gaza.
Hezbollah lanzó el martes su ataque más profundo hacia Israel desde el 7 de octubre, diciendo que atacó el cuartel de una brigada de infantería en la ciudad costera de Aco, a 20 millas de la frontera en represalia por la eliminación de uno de sus ingenieros por parte de Israel. El ejército israelí dijo que sus defensas aéreas interceptaron dos blancos aéreos junto a la costa norte del país. Al día siguiente, el ejército israelí dijo que sus aviones de combate atacaron 40 blancos de Hezbollah en el poblado sureño libanés de Ayta ash-Shab.
Una semana antes, Hezbollah atacó un sitio israelí en Arab al Aramshe, un poblado al norte de Israel, empleando misiles guiados y drones en lo que el grupo militante llamó un ataque complejo en represalia por la eliminación de dos de sus miembros por parte de Isarel. El ejército israelí confirmó que varios misiles antitanques y drones fueron disparados desde Líbano hacia un centro comunitario donde estaban durmiendo soldados, hiriendo a más de una docena de soldados, uno de quienes murió más tarde. El ejército dijo que devolvió el fuego y más tarde lanzó ataques aéreos contra objetivos de Hezbollah.
“Este es el punto de más alto riesgo en términos del frente entre Hezbollah e Israel desde las semanas iniciales después del 7 de octubre," dijo Rym Momtaz, un analista en seguridad radicado en París del Instituto Internacional para Estudios Estratégicos. "Hay mucho reconocimiento a través de disparos sucediendo, que es cada parte probando los límites del otro a través de ataques como ataques con fuego real."
Israel e Irán intercambiaron ataques aéreos directos uno contra el territorio del otro anteriormente este mes por primera vez en un enfrentamiento que aumentó las preocupaciones de una guerra regional a gran escala. Ambos países se bajaron de la guerra abierta después que Israel eligió lanzar un ataque limitado contra objetivos cerca de Isfahan en respuesta a un ataque iraní que incluyó más de 300 misiles y drones lanzados a Israel.
Ningún ataque provocó daños graves. Habiendo evitado un conflicto directo, ambos países regresaron a su guerra en las sombras de largo tiempo, en la cual Iran se enfoca en armar a grupos militantes tales como Hezbollah. El conflicto indirecto está en riesgo de escalar a lo largo de la región, incluso sobre la frontera entre Israel y Líbano, de acuerdo con analistas en seguridad y funcionarios regionales.
El conflicto significativamente elevado entre Israel y Hezbollah podría ser catastrófico para ambas partes. Durante la última guerra entre los dos en el 2006, Israel bombardeó el aeropuerto civil de Beirut, y Hezbollah disparó misiles profundo dentro de Israel.
Ambas partes han abultado sus fuerzas militares en las casi dos décadas desde entonces, con Israel adquiriendo nuevas defensas aéreas y aviones de combate avanzados de Estados Unidos, y Hezbollah adquiriendo nuevos misiles y otras armas de Irán. Hezbollah también tiene miles de combatientes probados en combate que apoyaron al gobierno de Siria durante la guerra civil del país, y un sistema de túneles en el sur de Líbano que se piensa rivaliza con la propia red subterránea de Hamas en Gaza.
Hezbollah tenía unos 150,000 cohetes de artillería y misiles balísticos en el 2015, de acuerdo con un estimado israelí, y los analistas en seguridad creen que el número ha aumentado desde entonces. Hezbollah oculta el tamaño de su arsenal mientras intenta mantener una ventaja estratégica en cualquier enfrentamiento con Israel, dicen los analistas.
La amenaza de destrucción extensa ha dado a ambas partes un interés en evitar que el conflicto se salga de control. Eso, sin embargo, ha llevado a ambas partes a creer que pueden aumentar la intensidad de su conflicto sin gatillar una guerra total.
“Como ambas partes entienden que quieren evitar la guerra, de hecho se permiten más y más espacio para escalar con el tiempo," dijo el Brigadier General Assaf Orion, un investigador principal del Instituto para Estudios de Seguridad Nacional de Israel. "En tanto haya combate en Gaza, Hezbollah continuará con sus ataques, lo que realza las posibilidades de error de cálculo."
Junto a la guerra en Gaza, el conflicto sobre la frontera entre Líbano e Israel ha incomodado a ambos países durante meses. Desde el 7 de octubre, los ataques israelíes han matado a al menos 276 combatientes de Hezbollah, de acuerdo con una cuenta de sus obituarios—un número comparable con los eliminados en la guerra del 2006. Decenas de miles de civiles libaneses e israelíes han sido empujados fuera de sus casas. Ataques aéreos israelíes han golpeado en la capital, Beirut, donde un ataque mató a un alto líder de Hamas en enero, y tan lejos al norte como el Valle de Bekaa, unas 60 millas al nordeste de la frontera israelí.
El ministro de defensa israelí Yoav Gallant dijo el miércoles que el ejército israelí había eliminado a la mitad de los comandantes de Hezbollah en el sur de Líbano.
Hezbollah admitió las muertes de algunos comandantes pero dijo que no era la mitad y que fueron reemplazados rápidamente. "Gallant está sólo vendiendo una falsa victoria al público israelí," dijo Ali Mattar, un académico y analista político cercano a Hezbollah.
Las muertes de sus miembros junto con el desplazamiento de grandes números de civiles libaneses han puesto a Hezbollah en un dilema, dicen los analistas. Líbano, un país tambaleante a partir de una profunda crisis económica de cinco años, mal puede permitirse una guerra. Hezbollah debe equilibrar las presiones políticas en conflicto dentro de Líbano y una relación compleja con su patrón, Irán.
“Hay muchos intereses aquí, y no son necesariamente compatibles, aunque Hezbollah los presenta a su público como si fueran todos una cosa coherente," dijo Heiko Wimmen, el director del Proyecto para Irak, Siria y Líbano del Grupo de Crisis Internacional con base en Beirut.
El liderazgo de Hezbollah ha señalado a la presión inusual sobre su organización militar. En febrero, el principal líder del grupo, Hassan Nasrallah, aconsejó a sus miembros deshacerse de sus teléfonos inteligentes, diciendo que podían ser usados por Israel para vigilancia e incluso para ataques selectivos.
Hezbollah ha resistido los esfuerzos de EE.UU. y franceses para reducir su conflicto con Israel mientras continúa la guerra en Gaza, argumentando que necesita poner presión sobre Israel para ayudar al pueblo palestino durante la guerra. Se espera que el ministro del exterior francés, Stéphane Séjourné, visite Líbano este fin de semana en un intento por continuar los esfuerzos de mediación.
Una persona familiarizada con el pensamiento interno de Hezbollah dijo que el grupo está tratando de implementar una estrategia de "escalada para desintensificar"—demostrando un apetito por el riesgo para finalmente lograr calma. Una parte de esa política involucra revelar gradualmente las capacidades militares largamente ocultas del grupo.
Un alto funcionario militar israelí dijo que Israel también tenía que intensificar el conflicto para finalmente alcanzar la calma.
“Hay una salida, y es escalar,” dijo el funcionario. “Israel no puede parar en este momento. Es peligroso para la región entera."
Hezbollah también dijo a funcionarios libaneses que estaba preparado para escalar más después que el Primer Ministro Najib Mikati mantuvo conversaciones con el presidente francés Emmanuel Macron el 19 de abril, donde los líderes discutieron formas de desintensificar los ataques de Hezbollah contra Israel, de acuerdo con funcionarios de la oficina del primer ministro libanés.
Después que Mikati transmitió mensajes de Francia, incluido un llamado al cese del fuego contra Israel a pesar de la guerra contínua en Gaza, Hezbollah respondió diciendo que el grupo estaba preparado para intensificar más "si Israel elegía ese camino," de acuerdo con un funcionario al tanto de la conversación.
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