DE EURASIA REVIEW

 EL MOTIVO POR EL QUE ISRAEL IGNORA EL CONSEJO INTERNACIONAL

Por Neville Teller

Octubre 25, 2024

traducido por Marcela Lubczanski

Bombardeada por misiles de sus enemigos y consejo de sus amigos, Israel ha aprendido a mantenerse firme contra ambos. De los dos, el consejo amable, fácil de promulgar desde la seguridad de Estados Unidos, el Reino Unido y las capitales de Europa, es aun más insidioso.

Después de todo, los sistemas anti-misiles balísticos de Israel, aunque no 100% efectivos, ofrecen a la nación un grado justo de protección. Pero los llamados aparentemente humanos y virtuosos a "reaccionar proporcionalmente," "negociar un cese del fuego," y "dejar de disparar en áreas civiles" pusieron a Israel en el banquillo ante los ojos del mundo, acusada de pasarse de la raya.

La eliminación de Yahya Sinwar el 17 de octubre, en todo caso, ha acelerado el proceso. Ya el presidente estadounidense Joe Biden, la candidata presidencial Kamala Harris, y figuras como el primer ministro de Reino Unido, Keir Starmer, están pidiendo lo que equivale a un cese del fuego unilateral israelí, junto con una demanda inaplicable que Hamas libere a los rehenes restantes. La reacción del Primer Ministro Benjamin Netanyahu a la muerte de Sinwar fue "la guerra no terminó." 

Los proveedores de consejo bien intencionado a Israel parecen ignorar la intención declarada de Irán y sus satélites en Gaza, Líbano, Yemen, Siria e Irak para eliminar al estado judío y a su gente. Los amigos de Israel a menudo parecen descartar el hecho que la nación ha estado luchando por su existencia misma desde el instante en que fue establecida, y que la lucha está lejos de ganada. Y ya sea que ellos no logran apreciar, o simplemente no creen, que Irán tiene al Occidente y su forma de vida democrática en su mira, así como a mucha de Israel, y que al batallar al pulpo iraní Israel está combatiendo por el Occidente tanto como por su existencia continuada. 

Esta falta de perspectiva ha marcado mucha de la reacción de Biden a la situación en rápido deterioro en el Medio Oriente. Biden se había frustrado cada vez más cuando Netanyahu pareció hacer a un lado su consejo y rechazar sus intentos de reducir la perspectiva de escalada. Hasta el 9 de octubre, cuando fue arreglada una llamada telefónica entre él y Netanyahu, los dos líderes no habían hablado durante 49 días.  

El rumor es que Biden estaba enojado por el fracaso de Israel en proporcionar advertencia adelantada ya sea de la operación de explosión de los buscapersonas (por la cual Israel nunca se ha adjudicado la responsabilidad), o la eliminación del líder de Hezbola, Hassan Nasrallah. El 1º de octubre del 2024, Irán lanzó 200 misiles balísticos a objetivos israelíes, y Biden estaba determinado a no ser dejado en la oscuridad acerca de cómo Netanyahu planeaba responder—de ahí su conversación telefónica de 30 minutos.

Washington ha permanecido con la boca cerrada acerca de lo que se dijeron uno al otro. La vicepresidente Kamala Harris se unió a la llamada, pero en una entrevista de televisión después se negó a proporcionar cualquier detalle, describiéndola como "clasificada." Lo máximo que ella diría fue "fue una llamada importante."

Un visitante de la Casa Blanca en la época de la conversación fue el primer ministro irlandés Simon Harris, en Washington para conmemorar los 100 años de lazos diplomáticos entre Estados Unidos e Irlanda. El dijo a los periodistas que Biden “no me dejó ninguna duda” que su llamada con Netanyahu fue “una conversación sustancial y profunda, en términos de las acciones que Israel tiene que asumir, en términos de ayuda, ayuda humanitaria, en términos de traer un cese del fuego,” presuntamente en Gaza.

Informado por CNN, “las acciones que Israel tiene que asumir” es una cita directa por parte de Harris, y revela el esquema de pensamiento de los que ven a Israel como un aliado pero no logran apreciar que los mejores intereses de Israel como son percibidos desde Washington o Londres son diferentes, a veces tan radicalmente, desde la visión de Jerusalén.  Una pregunta válida es, ¿quién es más capaz de evaluar los mejores intereses de Israel–los amigos bien intencionados o Israel misma?

El 8 de octubre el diario Commentary dio vuelta la situación de la frustración de Biden con Israel. Su problema, señaló la revista, no era el desafío de Israel. Era el de Irán. 

Israel se resistía a entrar en Gaza, dijo, hasta que Hamas se cansó de esperar e invadió Israel en su lugar. Tampoco Israel ingresó a Líbano hasta que, por medio de una campaña de misiles de Hezbola, Irán dejó en claro que sería la única forma de regresar a los israelíes desplazados a sus casas en el norte. Los ataques respaldados por Irán, dijo el Journal, han seguido también desde Irak y Yemen, tanto como desde el propio Irán.

“Nadie ha estado preguntando a Biden o Harris por qué los iraníes no los escuchan,” comentó el diario, pasando a observar que Catar no sigue el consejo de EE.UU., tampoco lo hacen Egipto, Turquía o la Autoridad Palestina. Nosotros sólo parecemos preguntar por la influencia estadounidense, dice Commentary, en conexión con “el único país bajo ataque y rodeado por enemigos genocidas: Israel."

El 15 de octubre surgió la noticia de una carta de Washington, fechada dos días antes, diciendo que si Israel no aumentaba significativamente la ayuda humanitaria a Gaza dentro de los siguientes treinta días, seguiría alguna acción poco placentera, aunque no especificada. Los treinta días abarcan la fecha de la inminente elección presidencial estadounidense, y si la carta en alguna forma está relacionada con ese acontecimiento trascendental es una incógnita.

El prestigioso diario británico The Spectator publicó un artículo el 4 de octubre titulado: "El motivo por el que Israel tuvo razón en ignorar el consejo internacional." Inicia colocando la imagen de los acontecimientos recientes en el Medio Oriente como son suministrados al público en Reino Unido.

“Si sigues a la mayoría de los medios de comunicación británicos," dice el autor Douglas Murray, “bien puedes pensar que el último año involucra los siguientes hechos: Israel atacó a Hamas, Israel invadió Líbano, Israel bombardeó Yemen. Ah y alguien dejó una bomba en una habitación en Teherán que mató al pacífico líder palestino Ismail Haniyeh."

“Por supuesto,” sigue él, “todo esto es una absoluta inversión de la verdad. Hamas invadió Israel, entonces Israel atacó a Hamas. Hezbola ha pasado el último año enviando miles de cohetes hacia Israel, entonces Israel ha respondido destruyendo a Hezbola. Los hutíes en Yemen—ahora tan amados por los manifestantes en Reino Unido—enviaron misiles y drones a cientos de millas para atacar a Israel, entonces Israel bombardeó los almacenes de armas de los hutíes en Yemen. Y el líder de Hamas, Haniyeh…nunca trajo al pueblo palestino nada más que miseria."

Como observa Murray: “Todo este tiempo los gobiernos en Gran Bretaña y Estados Unidos han dado consejo a los israelíes que afortunadamente no han escuchado. A principios de este año, Kamala Harris advirtió que las FDI no deberían entrar al bastión de Hamas en Gaza en Rafah. Por suerte los israelíes no prestaron atención a la guía de principiantes de Kamala para Rafah. Ellos entraron al bastión de Hamas, siguieron buscando a los rehenes, siguieron matando al liderazgo de Hamas y continuaron destruyendo las bodegas de cohetes y otras municiones que Hamas ha construido durante 18 años."

El argumento de Murray es: “La sabiduría de la comunidad internacional es que los ceses del fuego siempre son deseables, que los acuerdos negociados siempre van a ser deseados, y que la violencia nunca es la respuesta. Como sucede tan a menudo, estas sabias voces internacionales no tienen idea de lo que están hablando. Los enemigos de Israel han pasado el año pasado tratando de destruirla, como lo han hecho tantas veces antes. Pero son ellos los que se han ido al traste, con el régimen en Teherán siendo lo único que está todavía en pie, por el momento.…A veces necesitas guerra para hacer la paz. A veces hay un precio que pagar por tratar de terminar el trabajo de Adolfo Hitler."