When one spoke with Dr. Clinton Bailey, he would often share past conversations he had with elder Bedouin tribesmen in the deserts of the Negev or the Sinai, decades earlier.
Fortunately (or strategically), Clinton foresaw this extinction, which is why he dedicated much of his life to preserving those traditions, jeeping from Bedouin encampment to Bedouin encampment with a tape recorder, an encyclopedic knowledge, child-like curiosity, dimpled smile and sensitivity that remained with him until the end.
The collection he established, the Clinton Bailey Archive of Bedouin Culture, can be found today at the National Library of Israel.
Almost everyone at his funeral this week – most of whom referred to him by his Hebrew nickname “Itzik” – echoed the same core sentiment: Clinton was someone who truly, naturally cared about others, and in response they truly, naturally cared about him.
From the farther reaches of western Egypt to the deserts of Jordan in the East, his name preceded him. “Dr. Bailey” apparently became a sort of mythical figure...
See the first comment below to read on!
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Photo: Clinton Bailey interviewing Bedouin elders, 1972, by Boris Carmi, from the Meitar Collection, the Pritzker Family National Photography Collection, the National Library of Israel
Cuando uno hablaba con el Dr. Clinton Bailey, a menudo compartía conversaciones pasadas que tenía con miembros de las tribus beduinas mayores en los desiertos del Negev o el Sinaí, décadas antes.Afortunadamente (o estratégicamente), Clinton previó esta extinción, por lo que dedicó gran parte de su vida a preservar esas tradiciones, yendo desde el campamento beduino hasta el campamento Beduino con una grabadora, un conocimiento enciclopédico, curiosidad infantil, sonrisa hoyuelo y sensibilidad que permanecieron con él hasta el final.La colección que él estableció, el Archivo Clinton Bailey de la Cultura Beduina, se puede encontrar hoy en la Biblioteca Nacional de Israel.Casi todos los que asistieron a su funeral esta semana - la mayoría de los cuales se refirieron a él por su apodo hebreo "Itzik" - se hicieron eco del mismo sentimiento central: Clinton era alguien que verdaderamente, naturalmente se preocupaba por los demás, y en respuesta a ellos realmente, naturalmente, se preocupaban por él.Desde los confines más lejanos del oeste de Egipto hasta los desiertos de Jordania en el este, su nombre lo precedió. "Dr. Bailey" aparentemente se convirtió en una especie de figura mítica...¡Mira el primer comentario abajo para leerlo!**Foto: Clinton Bailey entrevistando a ancianos beduinos, 1972, por Boris Carmi, de la colección Meitar, la colección nacional de fotografía de la familia Pritzker, la Biblioteca Nacional de Israel
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