domingo, 5 de enero de 2025

DEL WSJ

 LOS VINCULOS NAZIS CON EL CREDIT SUISSE ERAN MAS PROFUNDOS DE LO QUE SE SABIA, REVELAN ARCHIVOS OCULTOS

Una nueva mirada a los archivos desenterró cuentas vinculadas a los nazis descubierta por el banco en la década de 1990 pero que nunca fueron reveladas a los investigadores.

Por Margot Patrick
Enero 4, 2025
traducida por Marcela Lubczanski
Suiza pensaba que había superado su pasado de ayuda a los nazis después de investigaciones angustiosas en la década de 1990 llevaron a sus dos bancos más grandes a pagar más de u$s1,000 millones de restitución a víctimas del Holocausto. Documentos desenterrados en los archivos del banco muestran que éstas podrían haber sido al menos en parte un encubrimiento.
Un conjunto de archivos de clientes marcados como "lista negra estadounidense," una designación para los que financiaban o comerciaban con los nazis o socios del Eje, fue encontrado hace poco por investigadores independientes que investigaban al Credit Suisse, uno de los bancos más grandes de Suiza y ahora parte de UBS.
Los investigadores, quienes estudiaron libros de contabilidad polvorientos y microfilms examinados minuciosamente que no habían sido parte de revisiones anteriores del capítulo oscuro, encontraron algo más, también: señales de un encubrimiento.
En la década de 1990, dos paneles estudiaron las actividades en la época de la Segunda Guerra Mundial de los bancos suizos después que estalló el enojo por los fondos no liberados de las víctimas del Holocausto.
Pero los investigadores dando una nueva mirada encontraron que el Credit Suisse retuvo información crucial.
Ellos localizaron muchas cuentas vinculadas con los nazis que fueron descubiertas por el banco en la década de 1990 pero nunca reveladas a los investigadores. También aparecieron nuevos detalles de una cuenta operativa controlada por oficiales de alto rango de las SS nazis y un intermediario suizo que era utilizada presuntamente para mover y almacenar activos saqueados.
Los hallazgos salieron a la luz en una investigación supervisada por un ombudsman independiente, Neil Barofsky. El ex fiscal estadounidense, quien es socio en la firma legal Jenner & Block, fue contratado por Credit Suisse en el 2021 después que el Centro Simon Wiesenthal encontró información sobre posibles clientes nazis que no había sido divulgada previamente.
Hace dos años se involucró la Comisión de Presupuesto del Senado, cuando el Credit Suisse echó a Barofsky de la investigación. Los ejecutivos del banco restaron importancia a lo que él había encontrado y sintieron que él había sobrepasado los límites de lo que ellos querían en torno a la investigación. La comisión tiene jurisdicción sobre la Oficina del Departamento de Estado del Enviado Especial para Asuntos del Holocausto, la cual busca garantizar la compensación para los males de la era nazi.
Barofsky fue reinstalado a finales del 2023, luego del rescate de emergencia de Credit Suisse por parte de UBS. En una carta en diciembre del 2024 al Senado, revisada por The Wall Street Journal, Barofsky dijo que Credit Suisse y el nuevo propietario, UBS, han abierto totalmente sus archivos y han asignado más de 50 personas para trabajar en la investigación.
"La investigación ha identificado decenas de individuos y entidades legales conectadas con las atrocidades nazis cuyas relaciones con el Credit Suisse no habían sido identificadas previamente, o por las cuales la relación había sido identificada parcialmente pero aun no ha sido informada públicamente la naturaleza plena de la participación del banco," escribió Barofsky en la carta.
"UBS está comprometido a contribuir a un registro completo de las cuentas heredadas vinculadas a los nazis anteriormente mantenidas en los bancos predecesores del Credit Suisse," dijo un portavoz del banco.
El Sen. Sheldon Whitehouse (d., R.I.) y el Sen. Chuck Grassley, (r. Iowa) dirigieron la campaña en el Senado. "Credit Suisse ocultó evidencia adicional de los lazos nazis durante años, e incluso trató de ocultar información a nuestra investigación del Congreso," dijo Grassley.
Fotos recientes tomadas por un visitante a uno de los archivos del banco en Zurich muestran la escala de la tarea: salas llenas de pallets de cajas apiladas desde el piso hasta el techo, y una serie de viejos libros contables, computadoras y discos duros todos almacenando registros de clientes.
Enterradas en el almacenamiento había alrededor de 3,600 cajas del "departamento de Inf" conteniendo información sobre clientes, incluidos los que estaban en la lista negra de EE.UU. en tiempos de guerra por promover la causa nazi. 
Barofsky describió los archivos del departamento de Inf como afines a "conocer los detalles de tu cliente" que los bancos tienen sobre sus clientes. Una búsqueda preliminar contra 99 nazis y afiliados conocidos produjo 13 coincidencias de nombres. Numerosos archivos llevaban el sello de la lista negra estadounidense, dijo él, la que su equipo no había visto antes en otros archivos del Credit Suisse. 
Algunas partes de los archivos del departamento de Inf fueron incluidas en revisiones anteriores pero nunca fueron escaneadas, indexadas o incorporadas sistemáticamente dentro de esas investigaciones, dijo Barofsky en la carta al Congreso. Esa tarea está ahora en curso.
Mientras llevaba a cabo la nueva investigación, la cual incluyó entrevistas con ex empleados del banco que trabajaron en la investigación de la década de 1990, Barofsky encontró indicios que el banco encubrió su rol no compartiendo siempre lo que sabía. 
Comentarios internos por parte de ejecutivos del banco en la década de 1990 sobre uno de los borradores de informes del panel decían que el informe estaba "bastante depurado," pero mejor dejarlo como estaba. El enfoque general del Credit Suisse hacia las investigaciones externas fue compartir sólo la información requerida y no ofrecer información adicional, dijo Barofsky que se le dijo a su equipo. 
La información clave y cuentas relevantes no fueron compartidas entonces con los paneles externos, incluida información sobre la cuenta controlada por oficiales de las SS nazis—la unidad paramilitar de élite de Adolfo Hitler—y un intermediario suizo. Las empresas que utilizaban las cuentas promovían los objetivos económicos del régimen, confiscando las empresas de propietarios judíos y recurriendo al trabajo forzado en los campos de concentración.
Una tarjeta de registro de la cuenta vinculada a las SS fue hallada en la década de 1990 y fue informada a los altos mandos, de acuerdo con los ex empleados y documentos e emails que fueron descubiertos en la nueva investigación. El Credit Suisse tan recientemente como en abril del 2023 dijo que los historiadores del banco no habían asociado anteriormente la tarjeta de registro con la cuenta en cuestión, incluyendo en las revisiones de la década de 1990.
Cuando uno de los paneles le preguntó por la cuenta en el año 2001, Credit Suisse dijo que no tenía ningún documento indicando una relación de negocios con el holding empresario de las SS, llevando al panel a concluir que los documentos deben haber sido destruidos. 
Tras las protestas a mediados de la década de 1990 por los bienes perdidos de las víctimas del Holocausto, un grupo supervisado por Paul Volcker, el ex presidente de la Reserva Federal, envió auditores profundo en los archivos del banco para encontrar cuentas durmientes o saqueadas. 
Un segundo grupo, ensamblado por el parlamento suizo y encabezado por el historiador Jean-François Bergier, exploró los archivos bancarios para estudiar la financiación nazi de Suiza. 
Las conclusiones principales de los dos paneles fueron que los banqueros suizos hicieron rutinariamente la vista gorda al robo nazi de los bienes judíos durante la guerra y a menudo obstruyeron los esfuerzos posteriores de las familias por reclamar su dinero. Ninguna revisión afirmó abarcar todas las cuentas de tiempos de guerra o dar un resultado definitivo. 
En las investigaciones de la década de 1990, el Credit Suisse identificó 14 probables clientes nazis. UBS dijo que encontró una cuenta  del ex presidente del Reichsbank y otra abierta por la viuda de un oficial de las SS después de la guerra. 
Los dos bancos aceptaron pagar u$s1,250 millones a las familias judías a las que se les había negado el dinero en cuentas suizas y a trabajadores esclavos sobrevivientes o sus herederos. Muchas organizaciones judías apoyaron el acuerdo en la época.
Barofsky dijo al Senado que su equipo de investigadores espera emitir un informe final alrededor de principios del año 2026.
The American blacklist stamp, provided by Neil Barofsky to the Senate Budget Committee.
El sello de la lista negra estadounidense, proporcionado por Neil Barofsky a la Comisión de Presupuesto del Senado.
Neil Barofsky says Credit Suisse and its new owner, UBS, have fully opened their archives.
Neil Barofsky dice que Credit Suisse y su nuevo propietario, UBS, han abierto totalmente sus archivos. Foto: Brendan Smialowski/Getty Images

Paul Volcker, in white shirt, oversaw the group tasked in the 1990s with finding the value of dormant or looted accounts.
Paul Volcker, de camisa blanca, supervisó el grupo encargado en la década de 1990 de encontrar el valor de las cuentas durmientes o saqueadas. Foto: Reuters


Greta Beer, who was part of the push to sue major Swiss banks over funds taken from Holocaust victims, with Sen. Alfonse D’Amato of New York in 1997.
Greta Beer, quien fue parte de la puja para demandar a los principales bancos suizos por los fondos tomados de las víctimas del Holocausto, con el Sen. Alfonse D’Amato de New York en 1997. Foto: Adam Nadel/Associated Press
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