viernes, 19 de agosto de 2011
Perasha Ékeb
Horario (Bs As) Encendido Velas de Shabat 19/Agos/11 18:10 Hs. - Motzaei Shabat 20/Agos/11 19:04 Hs.
Perasha Ékeb
Recordemos a HaShem
en todo momento
“Y recordarás a HaShem tuyo, que ÉL te da
fuerza para hacer riqueza" (Debarim 8,18)
Explica el Ben Ish jai que no se le indica a una persona que "recuerde”, sino, cuando hay algo que lo hace olvidar, como dijeron nuestros Sabios Z"l en la Guemará Betzá 15 B sobre el pasuk:
"Recuerda el día Shabat para santificarlo. Recuérdalo por alguna otra cosa que te lo haga olvidar". Explica el Rab Israel Iserlin Z"l: La naturaleza y las costumbres, son las grandes provocadoras del olvido en el individuo, de las leyes de Shabat, porque la persona diariamente realiza trabajos que en Shabat están prohibidos. Por cuanto que está acostumbrado a esto todos los días de la semana, posiblemente se va a olvidar, el día séptimo, que son actividades no permitidas. Por lo tanto, hay que despertarle la memoria, que recuerde que es Shabat y se aparte del trabajo diario.
La vida cotidiana provoca el olvido, al ver que todo es natural, tanto en lo comercial, en lo laboral y en las necesidades físicas, olvidamos que todo se hace bajo un control Divino, porque HaShem es la causa de las causas. ¡Cuánta gente adjudica su riqueza a su sagacidad! ¡Al esfuerzo y sacrificio! No se dan cuenta que muchos con más capacidad y más talento viven en la pobreza. Por cuanto que el iehudí es propenso a pensar naturalmente de ese modo, viene el pasuk a "recordarnos" lo que comúnmente olvidamos. Por ese motivo, establecieron nuestros Sabios,
"los hombres de la gran asamblea': una bendición de agradecimiento en cuatro circunstancias en las que el hombre puede adjudicar su éxito a la naturaleza y a la costumbre del mundo y olvidar la conducción e intervención de D’s. Esto es lo que nos indicaron nuestros Sabios en la Guemará Berajot 54B: "Cuatro deben agradecer, quien estuvo en prisión, el que padeció alguna enfermedad, quien atravesó el mar, y el desierto". Comúnmente un enfermo no se sana solo, necesita de asistencia médica y medicamentos. Cuanto más entendido es el médico y más efectivos son los remedios, más aproximan su restablecimiento, a través de esto el enfermo entiende que la naturaleza lo curó. Similarmente ocurre con quien estuvo en prisión, por lo general no será liberado si nadie se ocupa de él, ya sea bajo fianza, o con buenos argumentos y defensas que tenga a su favor. Este individuo observa que por causas humanas fue absuelto. Con respecto al desierto, en la mayoría de los casos, la gente no va sola a esos lugares, sino, con mucha gente y guardianes fuertes, por lo tanto entiende que "ellos" son la causa de su seguridad y de haber llegado a destino. Así ocurre con quienes atraviesan el mar, cuentan con un buen capitán que dirige el barco y el tripulante se apoya en la gran capacidad de oeste, que sabrá cómo evitar cualquier inconveniente, y llegará en paz a destino. Hoy en día en viajes de más de setenta y dos minutos y cuando viaja en avión se acostumbra a decir Bircat Hagomel, la bendición a la que nos estamos refiriendo. (Hay diferentes costumbres) Cuando nosotros en vez de adjudicar los agradecimientos a la naturaleza o las métodos comunes, le agradezcamos a HaShem, se va a arraigar la fe del control Divino en el corazón de cada uno de nosotros, en cada una de las diferentes circunstancias.
Sobre el pasuk "y recordarás a HaShem tuyo, pues Él te da fuerza para hacer riqueza': el libro Tubejá Ibiu relata lo siguiente:
En una de las disertaciones, el Rab Shelomó Bravde Shelita comenta sobre lo que le ocurrió en su juventud.
Debía llegar al departamento de un pariente en una callejuela de Ierushalaim, y como muchacho joven -cuenta- hice un camino largo corriendo sin cesar. En ese momento había un corte de luz en la zona y una profunda oscuridad reinaba en todas las calles.
De repente, recordé, que antes de esta casa hay una pendiente muy peligrosa que tenía diez escalones muy riesgosos, quien se resbalaba no tenía grandes posibilidades de quedar con vida.
Detuve repentinamente mi carrera, para constatar dónde estaba ubicado, si todavía no llegué a dicha pendiente. ¿Qué descubrí? Mis dos pies estaban situados en el último centímetro antes del declive, si seguía corriendo un milímetro más, quién sabe cuál hubiese sido mi suerte?! ¡Un milagro abierto!
Al otro día necesité ir del Jazón Hish para plantearle unas preguntas. Luego de su buen recibimiento y sus respuestas claras le relaté el gran milagro que me ocurrió, que creí, que provocaría en mi, levantarme como otra persona, que mi corazón estaría muy agradecido a HaShem... pero me siento como todos los días. ¿Cómo puede ser?
El Jazón Hish cerró sus ojos, pensó unos minutos, tomó mi mano y me dijo: Un gran fundamento en la servidumbre de HaShem. "Hay un instinto especial que se llama 'el instinto malo luego de un milagro al descubierto' su objetivo es debilitar los sentimientos del alma que se despiertan dentro de uno después del milagro..."
Siempre debemos tener presente las bondades que HaShem nos hace constantemente
Extraído del Libro “…y volvamos a HaShem” del Rab Moshe Meir Hoffer
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