por Uzay Bulut • 20 de Enero de 2019
El obispo Luigi Padovese, vicario apostólico de Anatolia, fue asesinado en 2010 por su chófer, que gritó "Alahu Akbar!" mientras lo degollaba. (Foto: Raimond Spekking / CC BY-SA 3.0 via Wikimedia Commons).
Al día siguiente de que el pastor estadounidense Andrew Brunson fuese liberado de una prisión turca, otro cristiano que llevaba viviendo dos casi dos décadas en Turquía fue detenido por las autoridades. Le dijeron que tenía dos semanas para abandonar el país, sin su mujer y sus tres hijos. David Byle, evangélico canadiense-americano, no sólo sufrió varias detenciones e interrogatorios a lo largo de los años, también se enfrentó a la deportación en tres ocasiones. En cada una de ellas se libró por sentencias judiciales. Sin embargo, en esa última ocasión no logró evitar el destierro, y abandonó Turquía tras pasar dos días en un centro de detención.
Cuando intentó volver junto a su familia, el pasado 20 de noviembre, se le negó la entrada en el país. Según Claire Evans, directora regional de International Christian Concern,
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