Renovarnos para recibir el nuevo año..
Palabras del Rab. Daniel Karpuj
ENTRE Y ENTRE: LA VIDA VIVA
Terminar un año, comenzar otro.
Aunque antes de empezar de nuevo, se debe rescindir con lo anterior.
Resulta muy difícil construir sobre un terreno repleto de sedimentos.
¡Y para eso se debe ser muy valiente!
Porque lo anterior, siempre, -un poco más, un poco menos-, se trata de un territorio ciertamente conocido.
Y entre lo conocido y lo inexplorado, en la mayoría de los casos elegimos por lo primero.
De todos modos, suele pasar inadvertido un detalle…
Exactamente entre el terminar lo anterior y comenzar lo nuevo, existe un paso, un tránsito sutil, en el que se vuelve a gestar la vida.
Y esa nueva gestación, ese renovado punto de inicio, está colmada de una potencia excepcional e inusitada.
Y es tal su fortaleza, que incluso nos permite rescatar aquello que sí nos servía del modelo anterior, pero que, no por ello, justificaba quedarse atrás.
Nos permite redimirlo, porque es imposible dejar fuera lo esencial, cualquiera sea el nuevo camino que elijamos.
Empezar algo nuevo, sin terminar con lo anterior, nos obliga a remolcar y a arrastrar lo viejo, mientras, con las energías que nos quedan, intentamos fijar la mirada en el horizonte.
Difícil, complicado, cansador.
Quedarse, conformarse, adaptarse, sólo nos permite sobrevivir o morir en vida.
Arrastrar lo viejo a cuestas, sólo nos transforma en personas agotadas y marchitas.
Renovarse de verdad, dejando por completo lo viejo y rescatando lo esencial, es la vida, mi amor, es la Vida.
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