domingo, 27 de noviembre de 2022

 ACTA DE PROCLAMACIÓN DEL ESTADO DE ISRAEL (traducción)

La Tierra de Israel es la cuna del Pueblo Judío, aquí fue formada su identidad espiritual, religiosa y nacional. Aquí conquistaron la Independencia y crearon una cultura de significado nacional y universal. Aquí escribieron y dieron la Torah al Mundo.
Exiliado de la Tierra de Israel, el Pueblo Judío permaneció fiel a ella en todos los países de su dispersión no dejando nunca de rogar y esperar por su regreso y la restauración de su libertad nacional.
Impulsados por esta asociación histórica, los judíos se empeñaron durante siglos en regresar a la tierra de sus antepasados y restablecer su condición de Estado. En décadas recientes volvieron en masa, recuperaron los yermos, revivieron su lengua, construyeron ciudades y pueblos y establecieron una comunidad creciente y vigorosa con una vida económica y cultural propia. Anhelaban la Paz, pero estaban prontos para defenderse. Trajeron las bendiciones del progreso a todos los habitantes del país, y aspiraron a la Independencia y a la Soberanía.
En el año 1897 inspirado por la visión del Estado Judío de Teodoro Herzl, el Primer Congreso Sionista proclamó el derecho judío a un renacimiento nacional en su propio país.
Este derecho fue reconocido por la Declaración Balfour del 2 de noviembre de 1917 y ratificado por el mandado de la Liga de las Naciones que dio reconocimiento internacional y explícito a la conexión histórica del Pueblo Judío con la Palestina, y su derecho a reconstruir un Hogar Nacional.
El reciente Holocausto, que golpeó a millones de judíos en Europa, probó nuevamente la necesidad de resolver el problema de la carencia de Patria y de Independencia del Pueblo Judío, por medio del restablecimiento del Estado de Israel que abriría las puertas de todos los judíos y los dotaría con igualdad de status entre la familia de las naciones.
Los sobrevivientes de la desastrosa masacre de Europa, y también los judíos de otros países no desistieron de sus esfuerzos de alcanzar Eretz Israel a pesar de las dificultades, obstáculos y peligros y no dejaron de exigir sus derechos a una vida de dignidad, libertad y trabajo honesto en su tierra ancestral.
En la Segunda Guerra Mundial, el Pueblo Judío de Palestina contribuyó completamente a la lucha contra la barbarie nazista emprendida por los países amantes de la libertad. El sacrificio de sus soldados y sus esfuerzos bélicos le hicieron ganar el derecho de igualarse a las naciones que fundaron las Naciones Unidas.
El 29 de noviembre de 1947, la Asamblea General de las Naciones Unidas reconoció el derecho del Pueblo Judío a establecer su Estado independiente e irrevocable.
Es derecho natural del Pueblo Judío llevar como lo hacen todas las otras naciones una existencia independiente en su Estado Soberano.
Consecuentemente, nosotros, miembros del Consejo Nacional, representando al Pueblo Judío en la Palestina, y el Movimiento Sionista Mundial estamos reunidos hoy, día del término del mandato británico para la Palestina, en solemne Asamblea, y en virtud del derecho natural e histórico del Pueblo Judío y de la resolución de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, proclamamos el establecimiento del Estado Judío en la Palestina, que pasa a ser llamado Medinat Israel.
Declaramos que, a partir del término del mandato a la media noche del 14 para el 15 de mayo de 1948 y hasta el establecimiento de los organismos electos del Estado, de acuerdo a la Constitución a ser promulgada por la Asamblea Constituyente, a lo más tardar, para el primero de octubre de 1948, el Consejo Nacional actuará como consejo provisorio del Estado Judío que se llamará Israel.
El Estado de Israel estará abierto a la inmigración de los judíos de todos los países de la Diáspora; promoverá el desarrollo del país para el beneficio de todos sus habitantes; tendrá como base los principios de libertad, justicia y paz conforme fueron concebidos por los profetas de Israel; mantendrá la igualdad social y política de todos sus ciudadanos sin distinción de religión, raza o sexo; garantizará la libertad de religión, conciencia, educación y cultura; conservará los Santos Lugares de todas las religiones y mantendrá lealmente los principios de la Carta de las Naciones Unidas.
El Estado de Israel estará dispuesto a cooperar con los órganos y representantes de las Naciones Unidas en el sentido de llevar a cabo la resolución de la asamblea del 29 de noviembre de 1947 y tomará providencias para crear la unión económica de toda la Palestina.
Apelamos a las Naciones Unidas para ayudar al pueblo judío en la construcción de su Estado y a admitir a Israel en la familia de las Naciones.
En medio de esta agresión brutal, exhortamos a los habitantes árabes del Estado de Israel a preservar la paz y a participar en el desarrollo del Estado en base de la ciudadanía igual y completa y la debida representación en todos sus organismos e instituciones provisorios y permanentes.
Extendemos nuestra mano en paz y amistad a todos los estados vecinos y a sus pueblos y les invitamos a cooperar con la nación judía independiente para el bien común de todos. El Estado de Israel está preparado para hacer su contribución al progreso de Oriente Medio como un todo.
Llamamos al pueblo judío de todo el mundo a congregarse con nosotros en la tarea de inmigración y desarrollo, y a estar con nosotros en la gran lucha para concretar el sueño de generaciones para la redención de Israel.
Con fe en el Todopoderoso fue firmada esta Declaración en la sesión del Consejo provisorio del Estado en la ciudad de Tel-Aviv en la víspera de Sábado, el 5 de Iyar de 5708, correspondiente al 14 de mayo de 1948.
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