martes, 29 de noviembre de 2022

 

Entrevista a influencer chilena: “Me convertí a los 13 años, y a partir de ahí comencé mi vida como judía”.

"Cuando uno va y conoce, y no solo que lo conocí, sino que viví en la sociedad israelí, ahí es cuando uno se da cuenta de que la gente habla por hablar”, expresó la modelo Tamara Rogers Cabezas en diálogo con la Agencia AJN.
Tamara tiene 19 años, es de Chile y estuvo viviendo 8 meses en Israel con un programa de Masá.
En Instagram tiene más de 80 mil seguidores, sin embargo perdió a miles de ellos y recibió decenas de mensajes antisemitas cuando comenzó a mostrar fotos de Israel.
“Yo creo que no está mal, que estoy haciendo lo correcto y que estoy siendo fiel a mis creencias, sigo adelante, y si me van a criticar por eso, la verdad que no es algo que me interese”, expresó la joven en una entrevista con la Agencia AJN, donde contó sus orígenes, su trabajo en redes sociales y su relación con el Estado judío.
¿Cuál es tu relación con el judaísmo?
En Chile, uno nace y su religión depende de la mamá. En mi caso mi mamá (Lorena Cabezas) es católica y mi papá (Daniel Rogers Kraizel) es judío, pero nunca seguimos la relación con la religión al pie de la letra. Yo estudié en un colegio laico, toda mi educación fue atea y me crié como católica, y a los doce años tuve mi primer encuentro con el judaísmo que fue por Maccabi.
Un sábado estaba con mi prima hablando y me recomendó que vaya a Maccabi a conocer, fui y me terminé interesando.
– ¿Cómo era la relación con tus abuelos?
Mi abuela de parte de mi papá (Miriam Kraizel Steinberg) era judía, pero ella falleció antes de que yo naciera, por eso nunca viví esa relación.
Fue algo más sanguíneo entonces.
IK-¿Qué pasó cuando fuiste a Maccabi?
-Fui y me gustó todo lo relacionado al Bat Mitzva y comencé a buscar más información. Empecé a estudiar sobre el tema, en el Círculo Israelita de Santiago, en la sinagoga, y ahí me convertí al judaísmo a los 13, haciendo mi Bat un año después que todas mis amigas, pero lo quise hacer igual. A partir de ahí comencé a tener una vida como judía.
¿A qué te dedicás hoy en día?
Durante la pandemia empecé a pensar qué podía hacer en el futuro. y ahí es cuando nace “Tamara Chile”, mi cuenta de Instagram, que con el tiempo fue creciendo.
Nunca imaginé que llegaría a tener tal magnitud. Y ahí empecé a trabajar con marcas, y tuve mi primer sueldo a los 17 años.
¿Qué creés que despertó tanto interés en tus redes sociales?
-Creo que si uno es auténtico, eso se refleja en la pantalla.
Y si uno sabe cuando la otra persona está siendo real consigo misma, creo que eso influencia en las personas, e hizo que se sintieran atraídas con mi perfil. De todas formas, no sabría decir qué fue lo que las atrajo en particular.
De un día a otro. la gente empezó a llegar, y les empezó a gustar lo que yo compartía. La primera vez que dije que “era judía” en mis redes sociales fue este año y ahí comenzaron los líos.
Vos sabes muy bien que es difícil ser judío en el mundo y más aún en Chile. Hay un acto de valentía de tu parte, ¿coincidís?
-Sí. Al final mi decisión nunca fue a raíz de terceros, siempre fue por mí, por lo que si por parte de terceros hay odio o comentarios negativos, no me influye, porque esto es una decisión que tomo yo, porque creo que es lo correcto y lo que quiero para mí.
¿Cómo y cuándo comenzaste a recibir agravios? ¿Una vez que llegaste y te vieron en Israel, o cuando dijiste que eras judía?
Yo, antes de irme, empecé a internalizar a mi público de que me iba a ir. En general, me preguntaban «¿Por qué Israel?», habiendo tantos lugares en el mundo. En ese momento, sin dar mucha información, les comentaba que era judía y de esta manera fui introduciendo mis raíces. Cuando dije: «Me voy a Israel» empezaron a surgir comentarios como: «Estás equivocada, no vas a Israel, vas a Palestina» o «No vayas para allá porque allá solo suceden cosas malas», pero estos comentarios nunca me influyeron.
¿Tenías herramientas para responder a estos comentarios?
-La verdad, mi mejor herramienta es que no me influye. ¿Para qué iba a perder el tiempo en gente así, si solamente son gente aburrida?
¿Eran mensajes de odio o solo cuestionaban el viaje?
-Al principio, eran mensajes que yo estaba confundida, de a donde iba y paso a paso comenzaron a agravarse.
¿Eran por parte de chilenos, o de cualquier parte del mundo?
-No sé, eran comentarios de gente anónima.
-Antes de llegar al viaje, ¿Qué opinas acerca de estas críticas? ¿De ese mundo tan anti-sionista y tan anti-israelí que se vive todos los días y del que fuiste blanco?
Yo creo que en la vida a uno lo van a criticar, hagas lo que hagas, sea por la religión o por cualquier otra cosa.
Si algo tan cercano a mí, y yo creo que es no está mal, que estoy haciendo lo correcto y que estoy siendo fiel a mis creencias, sigo adelante, y si me van a criticar por eso, la verdad que no es algo que me interese.
-Entiendo, no obstante, ¿Qué opinás de estas críticas en general que se ven permanentemente?
Para mí, es la ignorancia. Es lo que hace todo, el creer que el judaísmo es una cosa y que en Israel pasan cosas que en realidad no ocurren, es sobre todo ignorancia y es algo que yo viví. Uno puede decir que las cosas no son así desde una mirada ajena, pero cuando uno va y conoce, y no solo que lo conocí, sino que viví en la sociedad israelí, ahí es cuando uno se da cuenta de que la gente habla por hablar.
Viajando a Israel, ¿Creés que ayudás a esclarecer esas situaciones?
En el momento que yo me subí al avión, dejé de trabajar con redes, a mí nadie me paga por subir historias, ahí es parte de mí, y lo que yo considero importante es subir la verdad y esclarecer dudas y si hay gente que está informado, pero con la cabeza abierta para aprender, yo feliz voy a ser la primera en enseñar de lo que aprendí, pero también hay gente que no está dispuesta.
¿Cómo te fue en tu viaje a Israel?
El programa en sí, fue el mejor año de mi vida y se podía reflejar con las historias de lo feliz que estuve y me dejó el viaje y todas las experiencias que fueron y el conocer mi pueblo fue increíble.
Yo creo que no todo debe ser crítica, debe haber gente que valore enormemente, judía y no judía, tu iniciativa.
-Sí, hubo muchos casos que venían con preguntas, no con críticas, y yo feliz de tener un diálogo con esa persona y me terminaban agradeciéndome no solo por mi opinión, sino de contar como son objetivamente las cosas. Párrafos enormes de la comunidad diciendo que estaban muy agradecidos de que esa fuera mi lucha contra el antisemitismo.
¿Cuán importantes es lo que estás haciendo para una sociedad como la chilena que vive con tantas tensiones respecto a este tema?
Yo creo que la palabra no es importante, sino que es relevante para mí, porque al final, el odio y los mensajes negativos van a existir igual. Pero, si yo puedo aportar con mi granito de arena esclareciendo dudas y mostrando realidades, para mí, es fundamental.
Respecto a la situación puntual que te hizo más viral todavía, el tema de la agresión ¿Lo padeciste, te sentiste mal?, o ¿Pudiste llevarlo adelante? ¿Cómo lo transitaste?
Al final, a nadie le va a encantar que le lleguen críticas o comentarios negativos, cosas malas que te dicen de ti, de tu religión, de tu pasado. Claramente, fue un tema importante, pero pude estar acompañada de principio a fin por mis amigos, mi familia, todo y yo creo que lo más importante es como uno se lo toma, porque si yo lo tomo como para cerrar la cuenta que ya no quiero escuchar nada más de comentarios, al final los dejo ganar, ellos ganan lo que quieren que es que yo deje de hablar sobre las realidades y fue difícil, pero si mi lucha va a ser esta, la voy a hacer feliz y no voy a dejar que malos comentarios así me hagan cerrar la cuenta.
¿Cómo estás ahora y que esperás para el futuro?
En mi presente acabo de volver de un año viviendo en Israel conociendo todo, estuve también en Polonia conociendo los campos y creo que ese fue mi mayor encuentro con el judaísmo, como lo que más me conectó y hoy en día me encuentro como un agente de acción y puedo hacer algo por cambiar un poco aunque sea algunas personas a esclarecer esa imagen de Israel, del judaísmo y de todo. Y a futuro uno nunca sabe, pero quiero seguir con lo mismo y tengo mis principios claros y las cosas que quiero lograr.
Claramente, el judaísmo se volvió parte suya con mucha convicción, así que verte envuelta en una bandera de Israel en los campos de concentración, es un acto muy fuerte para alguien que estaba tan expuesta, tan criticada, como si quedara alguna duda, esa foto es todo un símbolo.
Totalmente, de hecho esa semana fue muy difícil porque también, además de todo el cargo psicológico que lleva estar ahí, constantemente me llegaban comentarios de negacionistas, diciendo que esas cosas no habían pasado y que ese lugar era inventado. Haber estado ahí mismo, sede de todas las atrocidades que pasaron y que lleguen gente a negármelo, fue muy fuerte.
F: AJN.

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