Irán, Drogas, Bienes Raíces y… Carne: Este es el Imperio Financiero Construido por Nasrallah
traducido por
Por Itai Zehorai
Septiembre 29, 2024
Durante más de 30 años como líder de la organización, Nasrallah, convirtió a Hezbola no sólo en una fuerza política y militar influyente sino también en una potencia económica masiva que generó miles de millones de dólares en ingresos para él. Así es como el dinero funcionó al servicio de la industria terrorista.
Ochenta y tres toneladas de explosivos, que cayeron con sincronización precisa por parte de la Fuerza Aérea Israelí, directamente sobre el cuartel principal de Hezbola en el centro del distrito Dahieh en el centro de Beirut—borraron al cabo de segundos al liderazgo del mando central entero de la organización terrorista.
"Las FDI eliminaron a Hassan Nasrallah, el líder de la organización terrorista Hezbola y uno de sus fundadores, junto con Ali Karaki, comandante del Frente Sureño de Hezbola, y a otros comandantes de Hezbola, anunció el portavoz de las FDI el sábado—emitiendo así el sello oficial sobre la partida de la escena de los enemigos más amargos, difíciles y sofisticados que Israel haya conocido.
Nasrallah, considerado uno de los padres fundadores de la organización, la que estableció jnto a factores chiíes libaneses e iraníes en algún momento a principios de la década de 1980, lideró Hezbola durante más de tres décadas. Incluso en sus primeros años en la organización, con apenas 22 años de edad, fue nombrado en la posición importante de ser responsable por el área de "Bekaa" y avanzó rápidamente en las filas.
Apenas tres años después, él se volvió el subdirector del Consejo de Beirut, uno de los tres brazos de la milicia en la época, y se convirtió rápidamente en el jefe organizacional y militar en la ciudad, junto con su segundo sombrero—un miembro del politburó de la organización. En 1987, se convirtió en "director del consejo ejecutivo," y en virtud de esto, se desempeñó como miembro del consejo supremo de la organización.
Dahieh después del bombardeo de la Fuerza Aérea Israelí.
El punto de inflexión significativo en su vida llegó a principios de la década de 1990. En 1992, el entonces secretario general de Hezbola, Abbas al-Musawi, fue eliminado por las FDI—y así apenas una década después del establecimiento de la organización, con apenas 32 años de edad, Nasrallah fue nombrado para dirigirla.
Por 32 años, él fue el principal tomador de decisiones y el único que aprobaba los procesos estratégicos, durante los cuales el líder extremista chií convirtió a la organización de un movimiento chico, casi despreciable en términos globales, en una de las organizaciones terroristas más letales, más poderosas—e incluso más ricas—en el mundo.
Cientos de millones cortesía del patrón iraní
Durante una década, desde que publicamos por primera vez en Forbes Israel la lista de las organizaciones terroristas más ricas en el mundo, la organización terrorista Hezbola ha estado en lo más alto del ránking, con ingresos que cruzan el umbral multimillonario anual. Irán, el cual invirtió un monto acumulativo de decenas de miles de millones de dólares en el "proyecto Hezbola" por más de tres décadas, ha sido la fuente de capital principal y más importante de la organización con los años. De acuerdo con la investigación que publicamos, el presupuesto que la Fuerza Quds asigna a Hezbola se estima en u$s700 a u$s800 millones anuales—dependiendo de la extensión de las sanciones envueltas alrededor del cuello del régimen de los ayatolas y el precio del petróleo, por supuesto, que cuenta por un 80% del ingreso de Irán.
La primera víctima de la conexión tóxica entre Irán y Hezbola es el propio Líbano. En los últimos años, su situación económica y política se ha deteriorado, y como una imagen espejo, la influencia de Hezbola sobre el país y el asidero de Irán sobre él se han fortalecido.
Así, a medida que Líbano se volvió más polarizado, débil y dependiente, el control de Nasrallah sobre los bastiones chiíes se fortaleció—y con ello, la influencia de Irán. Los envíos petroleros y ayuda transferidos desde Irán fortalecieron más la posición de Nasrallah entre la población chií. La angustia del pueblo libanés, todavía sufriendo por la escasez de productos básicos tales como alimento, medicinas y combustible, fue explotada por Hezbola e Irán para traer bajo su patronazgo a muchos de los ciudadanos necesitados de Líbano—especialmente entre la población chií. Comenzó con una red de apoyo sanitario, educativo y económico para la población necesitada, continuó con la creación de una dependencia existencial y, finalmente, el reclutamiento de esa población para Hezbola.Ceremonia funeraria militar para terroristas de Hezbola./ Foto: Shutterstock.
"Hezbola ha establecido un estado dentro de un estado. "Hezbolastán"—la zona entera desde Beirut a la frontera israelí en el Bekaa sobre la frontera siria está bajo su control," explicó el Mayor General (res.) Amos Gilad en una entrevista especial con Forbes Israel. "En esta zona, Hezbola proporciona servicios civiles donde el estado falla, intencionalmente para incrementar su influencia."
Y entonces, mientras la economía colapsa, la divisa se desploma, y la inflación erosiona los salarios y empuja a la mitad de la población de Líbano debajo de la línea de pobreza, Hezbola ha seguido en los últimos años gozando de enormes presupuestos fluyendo hacia sus cofres directamente desde Irán. De acuerdo con fuentes de la inteligencia israelí, Irán ha canalizado unos u$s750 millones al año para la organización.
Junto con carteles de droga
Pero esta no es la única fuente de capital de Hezbola. Durante más de tres décadas, Nasrallah ha sabido con gran sofisticación "diversificar los riesgos" y aumentar fuentes adicionales de financiación. La actividad de Hezbola en la industria de drogas latinoamericana comenzó a principios de la década de 1980 pero ha ganado impulso desde el año 2006.
Bajo la guía de Imad Mughniyeh—el amigo cercano de Nasrallah, y quien se desempeñó durante muchos años hasta su eliminación como "Jefe del Ejército de Hezbola"—fue formada una colaboración estrecha entre activistas y partidarios de la organización en la gran diaspora libanesa-chií en América del Sur y miembros de los carteles de droga más grandes y poderosos en el mundo. Una red sofisticada que ha crecido y se ha desarrollado ahora transporta cientos de toneladas de drogas anualmente a Europa y Estados Unidos y es responsable por lavado de dinero en ciclos estimados en miles de millones de dólares.
Al servicio y en estrecha cooperación con los carteles de droga y familias mafiosas, los facilitadores de Hezbola operan a lo largo del continente entero—desde la zona de la triple frontera de Argentina, Brasil y Paraguay, a través de Colombia a Venezuela, que se ha vuelto, bajo la influencia directa del Presidente Nicolás Maduro, una arteria central en la ruta de la droga global. En la última década, la organización ha profundizado su presencia en México también, donde opera intensamente no sólo en contrabando de drogas y lavado de dinero en una escala masiva para las grandes familias mafiosas, sino también en transferir el extenso conocimiento que ha acumulado con los años en preparar cargas explosivas y excavar túneles.
Al día de hoy, la red narcoterrorista mueve miles de millones de dólares al año, de los que los miembros de Hezbola se llevan grandes cupones. "Algo del dinero que lava Hezbola es el producto de su propia acividad ilegal, pero la mayoría llega de los carteles, los que pagan a la organización por el lavado de dinero y contrabando de drogas," dijo en una entrevista a Forbes Israel el Dr. Emanuele Ottolenghi, un miembro investigador principal en el instituto de investigación estadounidense FDD.
De acuerdo con él, es difícil cuantificar el monto exacto que pagan los carteles, "pero es significativo," dice. De acuerdo con estimados existentes, los lavadores de dinero de Hezbola cargan una comisión que abarca del 7 al 15%, y basados en sólo un programa descubierto en el 2011 por la DEA de Estados Unidos, este monto totaliza unos u$s14 a u$s30 millones de dólares mensuales y cientos de millones de dólares anuales. Así, incluso después de "deducir gastos," a Hezbola le queda una buena tajada de la industria masiva de drogas, la cual mueve unos u$s500,000 millones al año.
El banco de Hezbola
Con los años, Hezbola ha construido un brazo financiero—a través del que dirige un imperio económico que lava y genera masivos flujos de dinero en efectivo y actividad económica para él. Esta actividad incluye organizaciones e instituciones disfrazadas de caridad, difundidas en todo el mundo, devengando ingresos por unos u$s100 millones anuales para él.
Dentro de todos estos, Hezbola ha estado dirigiendo durante muchos años una sofisticada red global de lavado de dinero, entrelazada profundamente en su actividad de negocios globales—empresas de bienes raíces en Europa, agencias de coches usados en Estados Unidos, e incluso empresas kosher para el floreciente mercado de la industria cárnica halal de Brasil.
Junto a estos, los facilitadores de la organización se involucran en productos y dinero falsificados, comercio de diamantes de sangre, tráfico de armas, comercio de minerales de minería pirata, contrabando de productos de lujo—y, como fue mencionado, tráfico de drogas, principalmente heroína y cocaína, lo que devengó a Hezbola cientos de millones de dólares cada año.
"Ellos tienen una infraestructura amplia de facilitadores en todo el mundo. Donde sea que haya una comunidad chií—está Hezbola," dijo Uzi Shaya, ex alto funcionario del Mossad a Forbes Israel en una entrevista exclusiva. "Una gran parte de este círculo es criminal e incluye facilitadores involucrados en tráfico de drogas, tráfico humano, de animales exóticos, diamantes, o comercio pirata de recursos naturales. Esta infraestructura ayuda a Hezbola tanto a nivel financiero como a nivel operativo."
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