El Talmud enseña que en un principio, Di-s creó a la humanidad como un individuo en vez de un grupo de personas, para enseñarnos que quien salva una sola vida salva el mundo y quien destruye una vida destruye un mundo entero..
Más allá de qué tan enfermo pueda estar un individuo, nunca podemos dañarlo para salvar a otra persona... Mientras que el mundo secular sostiene la idea de sacar órganos de pacientes muy enfermos mediante un consenso para remover la asistencia mecánica que los mantiene con vida, la halajá rechaza inequívocamente la idea de sacrificar la vida del paciente más enfermo para salvar la vida de otro...
Esto no implica que la halajá prohíba la donación de órganos por parte de un cadáver o de una persona viva, sólo implica que no se puede matar a una persona para salvar a otra.....
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