Descubrimiento histórico en el campo de la optogenética.
Créditos de las imagenes: Max Apartin & Technion Press Department.
La optogenética es la ciencia que comprende el desarrollo de proteínas sensibles a la luz (naturales o modificadas químicamente). Incluye las estrategias para introducir los genes que codifican dichas proteínas en las células o tejidos diana.
Estas técnicas son especialmente útiles para su empleo en la investigación en neurociencias, donde no existían métodos de estudio que permitiesen el estudio in vivo de células individualizadas.
Ahora, científicos de Israel han descubierto, (por primera vez desde 1971), una nueva familia de proteínas sensibles a la luz.
La investigación, fue publicada esta semana en Nature.
Realizada por la estudiante de doctorado Alina Pushkarev bajo la supervisión del profesor Oded Beja, incluyó colaboración con investigadores japoneses y estadounidenses.
Las proteínas reactivas a la luz permiten que los organismos vivos cosechen la energía del sol.
Estas proteínas son responsables de la recolección de luz mediante dos procesos biológicos distintos.
El primero de estos procesos es la fotosíntesis, que es utilizada por plantas, algas y bacterias acuáticas (cianobacterias).
El segundo es a través de proteínas ligadas a la retina (rodopsinas), que son utilizadas por muchos microorganismos, y por órganos visuales animales (incluyendo ojos humanos).
Las rodopsinas están incrustadas en la membrana de la célula, siete veces (es decir, son una proteína larga que “cose” la pared exterior de las células siete veces).
Las rodopsinas están compuestas por una proteína unida a un derivado de la vitamina A, llamada retina, que les permite capturar la luz.
Actualmente hay dos tipos conocidos de rodopsina.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.