Como podrán ver en los resultados, ningún bloque ha conseguido la mayoría necesaria para conformar gobierno. El bloque que aconsejarían frente al Presidente del Estado a Binyamín Netanyahu (Likud) suman los votos de este partido (30), los de los ortodoxos Shas y Yahadut Ha-Tora (16 bancadas) y los de la extrema derecha Sionismo Religioso (6). Todos unidos llegan a 52 diputados (de 120). Podríamos agregar a Naftali Bennet y su partido Yemina (7 bancadas) que naturalmente es un partido de derecha, pero no se ha comprometido a apoyar a Netanyahu. Aún así, estos llegarían máximo a 59.
¿Cuál es la alternativa? Vemos serias posibilidades que quien reciba el derecho de conformar gobierno sea el partido de Yesh Atid dirigido por Yair Lapid (17 bancadas). Ellos podrían recibir los “consejos” de Kajol Lavan (8), Tikva Jadasha (6), Laborismo (7), Meretz (6), Israel Beiteinu (7), Lista Arabe Unida (6) lo que permitiría sumar 57 diputados que, sin duda, son más que 52 de Netanyahu. La preguntaría volvería a ser a quien va a aconsejar Bennet y si una vez recibido el mandato de formar gobierno Yair Lapid logre conformar tal coalición en un gobierno.
Tenemos un partido suplementario que es la lista islámica Raam (4) que ha coqueteado con Netanyahu pero que sería vetada por los socios de la derecha de la anterior coalición.
Lamentablemente, para la salud política e institucional de Israel, no ha habido definición y la posibilidad de una quinta elección se torna (dolorosamente) posible.
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