**Año Nuevo,
Costumbres Viejas**
Ha llegado un nuevo año y el viejo,
lentamente, con sus manos ocupadas, una
aferrada a su bastón y con la otra apoyada en
su cintura, con achaques y dolores,
se retira, para que el nuevo tome su lugar.
El nuevo año, con proyectos, esperanzas y
sonrisas radiantes, está en su lugar; en
él hay un sueño, de un mundo mejor, un sueño
del cual, aún, no despertó y cree,
firmemente, que este año será mejor.
Los primeros días son bellos, de verdad, los
saludos entre la gente, sin conocerse,
se auguran un buen año, de salud y bienestar.
El año comienza a caminar y las
que fueron risas sus caras muestran la
realidad y sus rostros se van transformando
serios y pensativos, mientras los días
avanzan, inexorable, día tras día, viendo como
lo que fuera el sueño hoy es realidad.
La crueldad, el odio, la avaricia, la maldad y
la explotación a los demás, se presentan
como el año anterior, nuevamente en sociedad.
Y la sociedad, en su mayor parte, lo
toma mansamente, ya que sabe, que esa es la
vida que le toca vivir.
Seis meses han pasado desde que el joven año
se ha presentado, se lo nota triste y
callado con las ansias de dejar otro en su
lugar. En ese momento se pregunta:
¿ Que habrá sido del año viejo ? ¿ Que habrán
sido de todos los años que han pasado ?
¡ Ninguno volvió !
¿ Habrán muertos de viejos ? ¿ De soledad, de
aburrimiento ?
-Creo que están en algún lugar, mientras ríen
y ríen; Y nada los hará callar.
Mario Beer-Sheva
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