martes, 1 de octubre de 2024

 Como siempre, bellas y acertadas palabras del Rab.

Puede ser arte


¡SHANA TOVA – FELIZ AÑO!
Te deseo salud plena, pero no te olvides de apreciarla y agradecerla cada día, porque hay una enorme cantidad de buena gente recluida en hospitales.
Te deseo mucha alegría, pero siempre asociada con las pequeñas cosas, las verdaderas, las auténticas, las que no se compran ni se venden.
Te deseo mares de amor, suficiente como para repartir y que te sobre.
Te deseo que te amen, pero no por lo que haces sino por lo que eres.
Te deseo que puedas dedicarle tiempo a la naturaleza y a los niños, porque ambos nos vinculan con la esencia de todo.
Te deseo buena memoria, para que nunca olvides a quien estuvo a tu lado en los malos tiempos, esos que hoy prefieres olvidar.
Te deseo días de lluvia, pero no solamente para observarla por la ventana, sino para que también permitas que te moje y te empape por completo.
Te deseo días radiantes de Sol, pero sólo de ti depende elevar tus ojos en dirección a los Cielos.
Te deseo noches estrelladas, pero si ellas están ahí, aparentemente lejos, es para que también las adviertas y preguntes por los mundos más recónditos y lejanos.
Te deseo que cada mañana saltes de la cama, porque te aguarda un día repleto de actividades que elegiste y que amas.
Te deseo que no mates el tiempo, porque el segundo que pasa ya no vuelve nunca más, y es un regalo divino que has desperdiciado para siempre.
Te deseo que dejes de lado el apuro, principalmente el interior, y que respires hondo y profundo, que camines lento, que saborees la comida y que el paisaje no te pase desapercibido.
Te deseo un año colmado de sentido, que no te alejes de tu ser ni un milímetro; que te aceptes y te respetes tal cual eres, y que logres sonreírte, cómplice, al observarte en el espejo.
Te deseo que te animes a transitar por esta vida sin dar ni pedir explicaciones.
Te deseo que logres transformarte en necesario para alguien o para unos cuantos, ya que en estos casos uno o mil es el mismo número.
Te deseo que no juzgues a nadie, porque si apenas te conoces a ti mismo, qué sabes tú de las circunstancias de tu prójimo.
Te deseo crecimiento espiritual, porque espero que ya sepas que tú eres más tu alma que tu cuerpo.
Te deseo que antepongas la calidad a la cantidad, y que no intentes acumular nada, ya que nada, pero nada, lograrás llevarte de este mundo.
Te deseo que no traiciones las tradiciones de tus ancestros, porque te aseguro que nuestros antepasados, aquellos ancianos sin computadoras y teléfonos móviles, no eran menos sabios que nosotros.
Te deseo que te tomes en serio mis deseos, porque fueron escritos por “un hombre más”, por “un don nadie”, pero surgen de lo más hondo, de ese lugar humano común a todos, y fueron volcados por escrito con el propósito y la intención más honesta posible.
Y te pido, por favor, que si te acuerdas y quieres, me desees lo mismo.
Un abrazo desde el alma.
¡Que seamos inscritos y sellados en el Libro de la Vida significativa!

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