jueves, 26 de octubre de 2017



¡SHABAT SHALOM!
LA IMPORTANCIA INELUDIBLE DEL PRESENTE
Muchos se quedaron a vivir en las ciudades en las que nacieron.
Y continuaron sus vidas, en su idioma materno.
Y, seguramente, algunas veces soñaron cómo hubiese sido su vida en otros países y otras geografías imaginarias.
Y, seguramente, en momentos difíciles, se arrepintieron de no haber partido a tiempo.
E incluso todavía crean que tal vez, quizás, alguna vez.
Y muchas veces, antes de que el sueño los venza, sueñan con lejanos parajes multicolores, con calles desconocidas, con calmas ciudades y casas enormes, del otro lado del mar.
*
Otros, partimos muy jóvenes, buscando nuevos horizontes, o sin saber bien por qué, y tuvimos que hacernos amigos íntimos, forzosamente, de la amarga y permanente añoranza.
Y aprendimos a vivir en otro idioma.
Y a llorar en otro idioma.
Y también a amar en otro idioma.
Y en momentos difíciles, dudamos acerca de nuestras decisiones de exilio, y más de una vez reflexionamos sobre la posibilidad del regreso.
Y muchas veces, antes de que el sueño nos venza, rescatamos del olvido la habitación de nuestra infancia, los amigos de la niñez y la adolescencia, y alguna plaza, y alguna esquina.
*
Para qué engañarnos…
Los unos y los otros, en la mayoría de los casos, exageramos.
Es engañosa la distancia.
O utilizamos nuestros sueños y remembranzas como escudos, para evitar enfrentarnos a nuestro presente.
Seguramente imperfecto, trabajoso, tantas veces esforzado, y seguramente distinto a lo que “quisimos ser cuando fuéramos grandes”.
Pero ese presente, aquí o allá, más lejos o más cerca, y en un idioma u otro, es lo único que realmente tenemos.
Y es el único territorio fértil en el que podemos ser nosotros, a pesar de todo.
Y gracias a todo.
Nuestro presente.
Tan idéntico a nuestra vida.





No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.