martes, 27 de febrero de 2018

Revista de Prensa

La sharia está haciendo presa en Turquía

 

Bandera de Turquía.
Por su interés, damos cuenta por extenso de un artículo recientemente publicado por Soner Cagaptay, biógrafo de Recep Tayyip Erdogan, en el Washington Post:
En las últimas semanas, funcionarios turcos están rompiendo con las décadas precedentes en lo que sigue siendo, por lo menos nominalmente, una república laica: han empezado a describir el despliegue militar turco en Siria como una “yihad”. Durante los dos primeros días de la operación, que comenzó el 20 de enero, el Directorio de Asuntos Religiosos ‘ordenó’ a las casi 90.000 mezquitas del país que difundieran por los altavoces de sus minaretes la sura coránica Al Fath, “la oración de la conquista”. Encumbrar la yihad, que sanciona la violencia contra quienes “ofenden al islam”, es un paso crucial a la hora de extender el manto de la sharia sobre la sociedad. Por desgracia, parece que Turquía se mueve lentamente en esa dirección.
(…)
Tal como suele practicarse, la sharia (…) no es [sólo] una vestimenta oscura o el hacha de un verdugo, sino un velo impermeable que envuelve a toda la sociedad. (…) como fuerza política, la sharia toma su poder de mecanismos de presión sociales y gubernamentales. Juntos, coartan a la ciudadanía para que se adhiera al ámbito conservador del islam.
Turquía, fundada como república laica por Mustafa Kemal Ataturk al término de la Primera Guerra Mundial, se las apañó durante largo tiempo para mantener la sharia fuera de la esfera oficial, lo que hacía de ella un caso aparte entre las naciones de mayoría musulmana. Y aunque el sistema constitucional laico pervive, mis propias investigaciones, las encuestas y los últimos acontecimientos dan cuenta de un peligroso giro.
En los últimos años, el Gobierno de Recep Tayyip Erdogan ha restringido las libertades individuales y sancionado a individuos por “insultar al islam” o por llevar a cabo prácticas islámicas de manera negligente. Desde noviembre de 2017, la Policía Nacional –controlada por el Gobierno– monitoriza los comentarios en la Red relacionados con la religión y reprime la libertad de expresión cuando los encuentra “ofensivos para con el islam”. (…) se ha convertido en frecuente el arresto de quienes critican al islam en público.
(…)
La educación es un pilar fundamental en los esfuerzos de Erdogan por cubrir todo el país con la membrana de la sharia. El sistema educativo, como la Policía, está bajo el control del Gobierno central, y el Ministerio de Educación presiona a los ciudadanos para que consientan las prácticas conservadoras islámicas en las escuelas públicas.
(…)
Pero quienes esperan que Erdogan proclame la ley islámica en Turquía tendrán que esperar un tiempo. El cambio se no producirá de la noche a la mañana. Tendrá lugar gradualmente, a medida que vaya cayendo el velo de la sharia.

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