lunes, 19 de noviembre de 2018

Revista de Prensa

La envidiable resiliencia israelí

 

Israel. Una manifestación.
En Arutz Sheva, el periodista italiano Giulio Meotti muestra su admirada estupefacción ante la manera en que los israelíes afrontan un asedio como el de la semana pasada, con las fuerzas terroristas que operan en Gaza lanzando centenares de proyectiles sobre las localidades del sur de su país, y fustiga a los europeos por no demostrar la misma presencia de ánimo y semejante disposición a no someterse al común enemigo, el terrorismo islamista.
Los occidentales envidiamos la resistencia de Israel. Hemos devenido seres tan débiles, caprichosos y timoratos, tan inclinados a la cobardía cultural, tan inseguros de nuestra identidad y de nuestra historia, tan adictos al bienestar y la seguridad, tan incapaces de distinguir el bien del mal y la razón de la locura, que no toleramos algo tan semejante a nosotros, de cultura europea, algo tan ilustrado, formado y democrático como Israel, que resiste en vez de sucumbir (…)
(…)
No podemos entender cómo, pese a la soledad de Israel, los israelíes sonríen felices y no interrumpen sus vidas. Ojalá tomen las decisiones adecuadas.
También en Arutz Sheva, Jack Engelhard sale al paso de las críticas que ha recibido el primer ministro israelí por acordar un alto el fuego en Gaza y no emprender un ataque a gran escala contra la organización terrorista que detenta el poder en la Franja, Hamás. Engelhard conviene en que se trata de un asunto delicado, pero o precisamente por eso pide que se dé un margen de confianza al líder israelí.
Netanyahu es menos un guerrero que un primer ministro y un sofisticado estadista.
(…)
No hay respuestas fáciles (…) Incluso un Hombre de Guerra ha de considerar los tiempos, los contratiempos, las bajas.
(…) Netanyahu sopesa la posición de Israel en el mundo, una posición bastante precaria. Israel aún se ve compelido a explicar su mera existencia ante las demás naciones.
Es muy injusto, pero es un hecho.
(…)
Si alguien puede explicar cómo librar en estos momentos una guerra a gran escala sin una pérdida multitudinaria de vidas de (…) inestimables hombres y mujeres de las FDI [Fuerzas de Defensa de Israel], dejémosle hablar.
No necesitamos nueva remesas de ataúdes. Gracias a [Dios], sólo una persona ha de decidir cuándo hay que decir basta a Hamás, y no somos ni usted ni yo.
En plena crisis de los cohetes, Jonathan Tobin escribía la semana pasada que los ataques de que estaba siendo objeto Israel desde la Franja de Gaza eran una prueba definitiva de que no tiene el menor sentido hablar de negociaciones de paz ni de soluciones de dos Estados –o de cualquier otro tipo– si lo que le espera al Estado judío es la gazatización de Judea y Samaria.
Si el enfoque de Netanyahu sobre el proceso de paz es generalmente aceptado por una mayoría de israelíes –y sus principales adversarios se preparan para las próximas elecciones defendiendo posiciones similares– es porque una mayoría de israelíes cree que si su país se retirara de la Margen Occidental la situación con que tienen que lidiar en Gaza sería replicada en un territorio mucho mayor y de mucha mayor importancia estratégica.
(…) cualquier empeño en presionar a Israel para que ceda más territorio [sin que los palestinos asuman sus compromisos] no sólo es injusto, sino un tremendo obstáculo para alcanzar una verdadera paz.

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