¿RELACIONES SIRIA ISRAEL?
En medio de todo el revuelo alrededor del coronavirus cierto tipo de noticias pasan desapercibidas a los ojos de quien no conoce suficiente la realidad de Oriente Medio.
Por ejemplo: el hecho de que una joven israelí que cruzó la frontera con Siria fue devuelta a Israel a cambio de dos pastores que cruzaron la frontera desde Siria al Estado hebreo.
Conviene preguntar si un intercambio de esa naturaleza justifica que se convierta en "noticia". Y la respuesta es completamente positiva. pero antes vale la pena saber quiénes son los actores.
Lo cierto es que la joven israelí es reincidente y ya intentó pasar varias veces a territorios de países limítrofes (esta vez, a diferencia de las anteriores, con éxito). ¿Por qué lo hace? Puede que esté enferma cerebralmente, pero parece ser que tiene algun tipo de identificación amorosa con alguien del otro lado.
Los pastores sirios tienden a ser en realidad espías que con la excusa de cuidar sus animales, buscan formas de cruzar las fronteras y alambrados del lado israelí para detectar lugares estratégicos. Pero se trata de 'peces pequeños' ¿Por qué entonces es importante su simple intercambio?
A las noticias oficiales sobre dicho intercambio se le debe agregar un detalle que no fue publicado. Supuestamente Israel le compró a Rusia un millón de vacunas Sputnik para ser utilizadas por el gobierno de Siria para vacunar a sus ciudadanos.
Segun las fuentes, la compra israelí fue hecha a pedido de los rusos en favor de los sirios. Lo que nos permite recordar que en medios de información se publicó hace unas semanas que Israel y Siria estaban entablando cierto tipo de conversaciones indirectas o directas de bajo nivel.
Ahora se agrega lo de la compra de las vacunas que es mucho más que un simple gesto humanitario israelí para con un país con el cual, formalmente, estamos en estado de guerra.
El intermediario es Rusia (y no EE.UU de Biden), país que mantiene muy buenas relaciones con el gobierno sirio y con Israel, como lo demuestra la impunidad con la cual aviones israelíes bombardean asiduamente posiciones iraníes (o las de sus aliados chiítas) sobre territorio sirio sin que los rusos traten de evitarlo. De paso, Rusia (es decir Putin) le otorgó un regalo propagandístico a su amigo Netanyahu a tres semanas para las elecciones.
Por su parte, Netanyahu le dio a entender a la Casa Blanca que tiene otras opciones en la región en caso de que Biden actúe en contra de los intereses israelíes en lo que respecta a Irán, así como se vislumbra en los discursos de los dirigentes estadounidenses en sus primeros 100 días de gobierno.
Rusia consigue vender un millón de vacunas Sputnik recibiendo pago inmediato de Israel en momentos que tiene dificultades para venderlas a otros países por la falta de trasparencia que se refleja en el proceso de investigación de esa vacuna. Evidentemente, el ejecutivo sirio tiene otras prioridades económicas más urgentes que vacunar a toda su población contra el coronavirus.
Netanyahu se comprometió ante Rusia a no difundir cual era el destino de esa compra para no poner en dificultades a Siria frente a sus socios anti-occidentales (Irán) por recibir ayuda de Israel, pero alguien se apresuró a publicar la noticia para lograr el efecto que los rusos quisieron evitar.
Dado que es de suponer que los rusos no hubieran efectuado una operación así sin recibir antes el consentimiento de las autoridades sirias, es posible ver en esa aceptación de Damasco un mensaje indirecto a Israel de que conviene continuar con pequeños pasos de acercamiento. Al respecto, vale la pena recordar la declaración del portavoz del gobierno sirio, quien refiriéndose a la nueva campaña de vacunación en su país, afirmó que la campaña fue posible por la ayuda de un país amigo, refiriéndose a Rusia.
En este contexto, trascendieron informes de reuniones sirio-israelíes y los portavoces del régimen se están llenando de agua la boca. Bashar al-Assad no rechazó la idea de la normalización con Israel, pero reiteró que espera recuperar el Golán ocupado, y no olvidó señalar que la creación de un estado palestino es una condición para cualquier acuerdo.
Al mismo tiempo, Siria está trabajando para frustrar las ambiciones de Irán de convertir el sur del país en un frente con Israel e impedir la mediación de Teherán y Hezbolá para la reconciliación con Hamás. Si es así, está claro que Damasco no quiere cerrar esa puerta, pero está trabajando para atravesarla a un precio determinado, y la pregunta es ¿a qué costo?
En cuanto a Siria, existen varias condiciones para tal movida: el reconocimiento de Occidente y EE.UU de la legitimidad del gobierno de Assad, el levantamiento de las sanciones norteamericanas y europeas y la prestación de asistencia económica que permita a Assad rehabilitar a su país.
En cualquier caso, Israel no tiene el poder de influir directamente en esta área. En mi opinión, esta idea pertenece a la propaganda de Netanyahu para maximizar los beneficios de su normalización con los países árabes.
Con respecto al tema del Golán, es probable que las dos partes, la israelí y la siria, estén sincronizadas entre si para dejar este complicado asunto en el aire. En lugar de resolverlo, entrarán en rondas interminables de negociaciones. Por lo tanto, Israel no estará obligado a evacuar los Altos del Golán y Assad aún podrá lograr lo que quiere sin una renuncia oficial a la meseta. Lo más importante es que Israel podrá presumir de haber alejado de la guerra a uno de los países más intransigentes en el muro árabe y Siria podrá utilizar las tratativas para resolver sus problemas internos y externos.
La tarea de Assad no será fácil si decide pasar del "eje del mal" al otro lado. Irán tiene un fuerte control sobre el territorio sirio, mientras que se espera que el gobierno de Biden trabaje para promover la democracia y los derechos humanos en Siria. Israel tampoco tiene prisa por girar en esta dirección. En cuanto a Moscú, no tiene la influencia ni las herramientas para garantizar que sus esfuerzos de avance israelí-sirio den frutos.
Sin embargo, existe la tentación de llamar a la puerta israelí. Si Assad decide hacerlo, encontrará el apoyo y el aliento de muchos elementos árabes e internacionales que quieren salvar a Siria del control turco e iraní. Assad puede haber llegado a esa conclusión, y mientras Siria esté hirviendo en el caldero de las dificultades económicas, estará dispuesta a hacer mucho por su objetivo general: permanecer en el poder.
Como dice un viejo proverbio árabe: "Quien necesita demasiado algo, también tiende a ser frívolo".
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