Los equipos negociadores de Israel y Hamás firmaron un acuerdo de alto el fuego y la liberación de rehenes en Doha la madrugada del viernes después de que se superaran los últimos obstáculos que retrasaban la finalización del acuerdo.
La oficina del primer ministro, Benjamin Netanyahu, confirmó que el gabinete de seguridad se reuniría el viernes para votarlo antes de que el gabinete en pleno lo haga el sábado por la noche, resultando en que la liberación programada del primer grupo de rehenes se posponga del domingo al lunes, dando tiempo a cualquier peticionario en contra a apelar ante la Corte.
Israel dice que 98 rehenes están actualmente retenidos en Gaza, incluidos los cuerpos de al menos 36 muertos confirmados por las Fuerzas de Defensa de Israel. La primera fase acordada del acuerdo verá a Hamás liberar a 33 rehenes "humanitarios" en 42 días: niños, mujeres, mujeres soldado, ancianos y enfermos. Israel cree que la mayoría de los 33 están vivos, pero algunos están muertos. Jerusalén aún no ha recibido información sobre el estado de cada rehén.
A medida que avanza la primera fase, las partes mantendrán conversaciones sobre una posible segunda fase, que vería la liberación de todos los rehenes restantes a cambio de un alto el fuego permanente.
Una razón clave por la que el primer ministro retrasó la votación fue la lucha por mantener intacta la coalición. Un funcionario, que no pertenece a la Oficina del Primer Ministro, reconoció que en ese momento todavía se estaban ultimando los detalles de las negociaciones, pero insistió en que los desacuerdos eran relativamente menores y atribuyó el retraso a la "política de coalición".
Amenazas y retrasos
El ministro de Seguridad Nacional, socio de extrema derecha de Netanyahu, Itamar Ben Gvir, prometió el jueves abandonar el gobierno si se aprobaba el acuerdo, mientras que el ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, estaría considerando una medida similar.
Explicando la decisión de posponer la implementación del acuerdo del domingo al lunes, un portavoz de Netanyahu dijo que los opositores al acuerdo deben disponer de al menos 24 horas para presentar una petición al Tribunal Supremo, que no se espera que intervenga, y que hacerlo el domingo no daría tiempo suficiente para quienes observan el Shabat, según The Times of Israel.
Los críticos de la medida han señalado el principio religioso de permitir la violación del Shabat para salvar vidas.
El sábado por la noche, el pleno del gabinete celebrará su reunión, lo que significa que el período de gracia de 24 horas para presentar peticiones no concluirá hasta el domingo por la noche, haciendo que el acuerdo no entre en vigor hasta el lunes, un día más tarde de lo previsto. Si el retraso se mantiene, los tres primeros rehenes deberían esperar al lunes para ser liberados.
Fuentes judiciales han dejado claro que el período formal de 24 horas para las peticiones se puede acortar, como ocurrió antes de la tregua de noviembre de 2023, y que el inicio previsto del acuerdo el domingo no tiene por qué verse afectado.
Sin embargo, un alto funcionario de la administración Biden restó importancia a los retrasos.
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