miércoles, 6 de mayo de 2015

Lag Baómer: Del duelo a la alegría. (Miércoles 6 para jueves 7 de Mayo)
La festividad de Lag Baómer disipa, durante un día, las brumas de las siete semanas, que contamos entre Pésaj (la fiesta de la libertad) y Shavuot (la fiesta de entrega de la Torá). Gratos sucesos acaecidos en esa fecha le dieron un carácter festivo. Los recuerdos tristes se dejan a un lado, y el ánimo encogido se distiende y evoca con placer dos acontecimientos felices.
Lag Baómer es una fiesta nacional. Conmemora principalmente la revuelta de Bar Cojba. Última tentativa de los judíos para reconquistar su tierra (año 132 e.c). Bajo la dirección espiritual de Rabí Akiva y el comando militar de Bar Cojba, se llevó a cabo la atrevida empresa. Estaba destinada al fracaso, dada la enorme superioridad numérica de los romanos; pero legó a la historia un ejemplo edificante de valentía y de lucha en aras de la libertad.
El otro suceso que Lag Baómer evoca, se relaciona con Rabí Akiva y sus discípulos: ocurrió que en el trigésimo tercer día del Ómer, la epidemia que había hecho presa en ellos cesó en sus mortíferos efectos; y desde entonces, Lag Baómer se convirtió en día de regocijo. La razón que da el Talmud, la Ley Oral judía, es que la epidemia se produjo porque entre los alumnos, “no se respetaban, ni se amaban los unos a los otros”.
Se vincula también esta efeméride con el recuerdo de Rabí Simón Bar Iojai, figura legendaria del misticismo judío, sabio del siglo II de nuestra era. Antes de morir, hecho que de acuerdo al Talmud, ocurrió en Lag Baómer, rogó a sus discípulos que su muerte fuese recordada con festejos y no con demostraciones de duelo.
A Rabi Shimon Bar Iojai, se le atribuye el libro cabalístico llamado, Zohar, “El libro del esplendor”. La obra se divide en varios tratados y analiza los textos bíblicos para extraer de ellos su significado oculto. El universo se reparte entre los imperios de la luz y de las tinieblas, cada uno de ellos compuesto por diez esferas (sefirot).
Siguiendo con los festejos de Lág Baómer, podemos decir que es un oasis de alegría en largo período melancólico y se celebra con ceremonias en que la vida retoma sus fueros.
En este día, 33 en la cuenta del ómer (el número 33 se forma con la guematria, el valor numérico de las letras hebreas Lamed=30 + Guimel=3), se levanta la prohibición de celebrar casamientos y reuniones alegres que rige desde los días anteriores. Por eso, Lag Baómer, es una fecha muy seleccionada, en la que se realizan numerosas bodas en Israel y otras partes del mundo.
Coincidiendo con la primavera en Israel, Lag Baómer es el día de las excursiones campestres en ese país. Armados de arcos y flechas, apuntan los niños a los árboles, tal como lo hacían los valientes luchadores de Bar Cojba contra el enemigo opresor.
Los festejos máximos de Lag Baómer se llevan a cabo en Merón, pueblo cerca de la ciudad de Safed (Tzfat), en Israel, donde se encuentra la tumba de Rabí Shimon Bar Iojai. Como lo deseara este piadoso judío, el aniversario de su muerte es recordado con fogatas y canciones. Cada cual alimenta arrojando papeles, maderas y ropas impregnadas de aceite. Alrededor del fuego, se ejecutan danzas extáticas y se entonan salmos y canciones jasídicas, que duran hasta el amanecer. Sin duda, como dice el cantante, esta “es una experiencia religiosa”.
Seminarista, Lic. Hernán Kleiner.

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