Un tamiz para encontrar la verdad
Iosef tenía la capacidad de interpretar sueños. No es un talento común, en especial debido a que los judíos no se dedican a las fuerzas ocultas, la brujería, la superstición, etc. Entonces, ¿qué fue lo que le permitió a Iosef entender eventos futuros a partir de los sueños de los demás?
Pero antes debemos formular otras preguntas más básicas: ¿Qué es dormir? ¿Por qué dormimos? Dios, con Su sabiduría infinita, creó algunas cosas muy extrañas. ¿Por qué los seres humanos fueron diseñados con la necesidad de estar inconscientes durante una buena parte del día?
Necesitamos recargar nuestras baterías. Necesitamos olvidar nuestras preocupaciones, problemas y desafíos para poder enfrentarlos al día siguiente con una actitud renovada.
Cuando dormimos, ¿qué le ocurre a nuestra alma? Rav Moshé Jaim Luzzatto, un cabalista del siglo XVI, dice que el alma abandona parcialmente el cuerpo y tiene contacto con el mundo espiritual. Esto deja a nuestro subconsciente en un estado extraño. En nuestra imaginación se combinan imágenes con pensamientos, preocupaciones y deseos. De este revoltijo pueden surgir las fantasías más maravillosas.
Mientras soñamos, el alma vuelve de su paseo por el Cielo con buenas informaciones. Esta información puede contener ideas sobre la vida, contacto con quienes ya murieron o noticias proféticas sobre el futuro.
En síntesis, un sueño es una mezcla de imágenes en tu subconsciente que incluye simbolismo, deseos, temores, imaginación y, en algunos casos, un profundo contenido espiritual.
Para interpretar un sueño se necesita una persona especial que tenga la capacidad de filtrar la información que emana del mundo espiritual en medio de la conglomeración de imágenes psicológicas. Esa persona debe tener cierto dominio sobre su naturaleza física. Necesita fortaleza interior.
Al enfrentar un desafío moral sumamente difícil, Iosef pudo controlarse. No sólo es un logro personal sino que también representa a Dios, porque Iosef era su emisario. Maimónides dice que esta mitzvá en particular, la mitzvá de Kidush Hashem, de santificar el nombre de Dios, es la más grandiosa.
Para mí es fácil no comer en McDonald´s. Si bien podría disfrutar una comida allí, también puedo preparar algo en la cocina de mi casa que tendrá mejor sabor, será más económico y, sin dudas, más saludable. No tengo una tentación fuerte de comer alimentos no kasher, cuando también lo kasher es placentero para el paladar y puedo obtener lo que deseo. Comer kasher es una mitzvá, pero no necesariamente una santificación del nombre de Dios. No requiere demasiada fortaleza interior.
Pero para otra persona, no comer en McDonald´s puede representar ese nivel de desafío que produce un kidush Hashem. En toda mitzvá que involucra una fuerte tentación en varios niveles, al superar el desafío, cumplimos también otra mitzvá aún mayor: kidush Hashem. En otras palabras, la fortaleza interior está asociada a un vínculo mayor con lo infinito.
Ese lazo con lo infinito te permite ser un tamiz espiritual, alguien que puede interpretar sueños.
Iosef conquistó un deseo que todos tenemos, y su logro tuvo ramificaciones en todas las generaciones. La cabalá dice que él nos legó la capacidad de conquistarlo por nosotros mismos. Debido a que él pudo controlarse, sabemos que nosotros también podemos hacerlo.
Pero antes debemos formular otras preguntas más básicas: ¿Qué es dormir? ¿Por qué dormimos? Dios, con Su sabiduría infinita, creó algunas cosas muy extrañas. ¿Por qué los seres humanos fueron diseñados con la necesidad de estar inconscientes durante una buena parte del día?
Necesitamos recargar nuestras baterías. Necesitamos olvidar nuestras preocupaciones, problemas y desafíos para poder enfrentarlos al día siguiente con una actitud renovada.
Cuando dormimos, ¿qué le ocurre a nuestra alma? Rav Moshé Jaim Luzzatto, un cabalista del siglo XVI, dice que el alma abandona parcialmente el cuerpo y tiene contacto con el mundo espiritual. Esto deja a nuestro subconsciente en un estado extraño. En nuestra imaginación se combinan imágenes con pensamientos, preocupaciones y deseos. De este revoltijo pueden surgir las fantasías más maravillosas.
Mientras soñamos, el alma vuelve de su paseo por el Cielo con buenas informaciones. Esta información puede contener ideas sobre la vida, contacto con quienes ya murieron o noticias proféticas sobre el futuro.
En síntesis, un sueño es una mezcla de imágenes en tu subconsciente que incluye simbolismo, deseos, temores, imaginación y, en algunos casos, un profundo contenido espiritual.
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FORTALEZA INTERIOR
Un tamiz o un colador pueden separar una cosa de otra. Puede separar la pasta del agua o los desechos de la harina. Para que funcione bien, el objeto que filtra debe tener un diseño determinado. Tiene que tener hoyos de la medida exacta para permitir que pase la harina, el agua, etc. y, al mismo tiempo, suficientemente pequeños para retener la pasta, los desechos, etc.Para interpretar un sueño se necesita una persona especial que tenga la capacidad de filtrar la información que emana del mundo espiritual en medio de la conglomeración de imágenes psicológicas. Esa persona debe tener cierto dominio sobre su naturaleza física. Necesita fortaleza interior.
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UN NEXO CON LO INFINITO
Si bien la fortaleza interior tiene muchas facetas, la fortaleza interior de Iosef tuvo su mayor expresión ante la tentación de la esposa de Potifar. Iosef estaba solo en un país extraño en el que era el único monoteísta. La esposa de Potifar le ofreció todo para que durmiera con ella, y lo amenazó con encarcelarlo (y posiblemente hacerlo ejecutar) si no lo hacía. Iosef tenía todos los motivos posibles para transgredir. Nadie de su pueblo lo hubiera sabido nunca. Pero se resistió.Al enfrentar un desafío moral sumamente difícil, Iosef pudo controlarse. No sólo es un logro personal sino que también representa a Dios, porque Iosef era su emisario. Maimónides dice que esta mitzvá en particular, la mitzvá de Kidush Hashem, de santificar el nombre de Dios, es la más grandiosa.
Para mí es fácil no comer en McDonald´s. Si bien podría disfrutar una comida allí, también puedo preparar algo en la cocina de mi casa que tendrá mejor sabor, será más económico y, sin dudas, más saludable. No tengo una tentación fuerte de comer alimentos no kasher, cuando también lo kasher es placentero para el paladar y puedo obtener lo que deseo. Comer kasher es una mitzvá, pero no necesariamente una santificación del nombre de Dios. No requiere demasiada fortaleza interior.
Pero para otra persona, no comer en McDonald´s puede representar ese nivel de desafío que produce un kidush Hashem. En toda mitzvá que involucra una fuerte tentación en varios niveles, al superar el desafío, cumplimos también otra mitzvá aún mayor: kidush Hashem. En otras palabras, la fortaleza interior está asociada a un vínculo mayor con lo infinito.
Ese lazo con lo infinito te permite ser un tamiz espiritual, alguien que puede interpretar sueños.
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TU LEGADO
A menudo, las personas se entusiasman con la palabra legado. Sin embargo, por lo general un legado involucra la pérdida de un ser querido y, por desgracia, muchas veces también viene con discusiones y rencores, llegando en ciertos casos a demandas judiciales para ver quién se queda con qué. Sin embargo, nuestro legado espiritual judío no tiene ningún aspecto negativo y puede ser mucho más beneficioso que una herencia inesperada.Iosef conquistó un deseo que todos tenemos, y su logro tuvo ramificaciones en todas las generaciones. La cabalá dice que él nos legó la capacidad de conquistarlo por nosotros mismos. Debido a que él pudo controlarse, sabemos que nosotros también podemos hacerlo.
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