jueves, 29 de octubre de 2020

 RABIN - INTEGRIDAD, RESPOSABILIDAD Y VIGENCIA DE OSLO

Alberto Mazor.
El veterano periodista israelí, Dan Margalit, que durante el primer mandato de Rabin como primer ministro (1974), publicó en Haaretz acerca de la cuenta bancaria en dólares que Lea Rabin mantenía abierta desde que su marido se desempeñaba como embajador en EE.UU - algo ilegal en ese momento debido a la política monetaria de Israel, y que llevó a su renuncia -, relató que ya durante su segundo mandato entrevistó a Rabin y le confesó que si él no hubiera admitido su responsabilidad, no hubiese publicado la nota.
- ¿Y qué pretendías? - Respondió Rabin con esa voz profunda que lo caracterizaba - ¿Que mintiera?
Cinco palabras que determinan la integridad de una persona.
En el verano de 1994, Hamás secuestró al soldado israelí Najshón Waksman y lo escondió en una casona en las afueras de Ramallah. Después de una intensa búsqueda, Tzáhal logró identificar el lugar y la unidad de elite Saieret Matkal planificó su rescate. El entonces Jefe del Estado Mayor, Ehud Barak, autorizó la operación que derivó en fracaso, en el asesinato a sangre fría de Waksman y en la muerte de un oficial de la unidad.
Rabin, secundado por Barak, compareció ante los medios y sin titubear se acreditó la total responsabilidad por el fracaso de la acción.
Mucho se habla sobre "el fin de los Acuerdos de Oslo" de mutuo reconocimiento entre Israel y la OLP. Sin embargo, conviene hacer hincapié en algunos puntos:
Ni Netanyahu ni Sharón, que gobernaron Israel durante dos décadas se animaron a anular dichos acuerdos. Sharón no lo hizo incluso durante la operación Muro Defensivo (Amud Anán) en la segunda Intifada cuando Tzáhal conquistó nuevamente Cisjordania. No fue casualidad; ambos sabían muy bien por qué no lo hicieron. El hecho de mantener a la mayoría de la población palestina separada de la israelí, les convenía.
Ambos tampoco se empeñaron en desarmar a la Autoridad Palestina y en más de una vez elogiaron la cooperación de los órganos de seguridad palestinos con las fuerzas de Tzáhal en la lucha contra el terror islámico.
Sin la vigencia de los Acuerdos de Oslo, Donald Trump no se hubiera animado a proponer su "Plan del Siglo", uno de cuyos puntos principales es la creación de un Estado palestino.
Tampoco se hubiesen conseguido los recientes pactos con los Emiratos Árabes Unidos, Bahrein, Sudán y los que vendrán. Fue el mismo Rabin quien inició las relaciones con los paٌíses del Golfo, Indonesia y Marruecos, entre otros, relaciones que fueron mantenidas en secreto y que ahora salen a la luz.
Integridad, responsabilidad y vigencia de una visión, cualidades que venían con Rabin y que tanta falta noS hace hoy en día.
La imagen puede contener: ‎una o varias personas y primer plano, ‎texto que dice "‎ש שראל‎"‎‎

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