Escuche a mi mamá pedirle sal a los vecinos, pero veía que teníamos sal en la mesa.
Le pregunté por qué le pedía sal a los vecinos.
Ella me contestó:
—Porque nuestros vecinos no tienen mucho dinero ya menudo nos piden algo.
De vez en cuando también yo les pido algo pequeño y económico, para que sientan que nosotros también los necesitamos.
Y nosotros podremos seguir contribuyendo con ellos.
Y eso es justo lo que aprendí de mi madre.
Construyamos hijos empáticos, humildes, solidarios y bondadosos con los nuestros y con los vecinos.
F: Jorge Bucay página facebook
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