ESCUCHEN A LA PARTERA.
“Hola Sivan, mi nombre es Leah Melamed, soy una de las parteras en el Hospital Soroka.
Al comienzo de la guerra, hace unos diez meses, me entrevistaste en la sala de partos junto con la querida partera Hila Azoulai.
- Aquel día puse una ‘nota’ que me recordara ponerte al tanto sobre el ‘baby boom’ del que habíamos hablado en aquella entrevista, durante aquellos días difíciles.
- Era parte de mi deseo profundo de fijar alguna fecha, en la que ya estaríamos en una realidad diferente.
- Los nacimientos, desde el comienzo de la guerra, han estado cargados de emociones. Parejas que tuvieron sus bebés cuando habían sido evacuadas de sus hogares, parejas que vivieron el infierno en carne propia, aquellas que trajeron una nueva alma al mundo, pero la guerra tambien ha hecho que llegue una familia desconsolada y con el corazón roto…
Cada una de esas madres se vio inundada por una ola de emociones de alegría y tristeza.
Ahora, diez meses después, hay otra oleada de nacimientos.
- Creo que hay algo más en el aire. Las parejas que llegan ahora son parejas que decidieron traer vida al mundo, en un momento de crisis.
- Se trata de una elección que desde cierto punto de vista, podria percibirse como carente de sentido.
- ¿Cómo es posible pensar en traer una vida a un mundo así?
En aquella entrevista de hace diez meses, me preguntaste de donde yo sacaba la fuerza, y te respondí que la fuerza la obtenía de las parteras hebreas en Egipto, que tenían en ellas el ‘temor de Di’s’.
- Ellas pudieron ver más allá del cruel decreto del Faraón, falto de moral y conciencia.
- Ellas siguieron adelante con una verdad, con el valor de la santidad de la vida, incluso al precio de arriesgar sus vidas. Las parteras sabían entonces, y todavía lo saben hoy, ver el crecimiento a partir de la fractura, incluso cuando a otros les resulta difícil creer que sucederá.
Hoy puedo decir que también saco fuerzas de las mujeres que dan a luz. De estas mujeres, que tienen la misma visión de futuro, el mismo heroísmo femenino de aquella época, en Egipto.
- Me recuerdan a Yojeved, quien desafió a Amram, su esposo, el cual se negaba a tener más hijos en Egipto, y le exigió que elevara el nivel de su fe y continuara con la vida a pesar de la insoportable realidad.
- Así nació Moisés. Así es como construimos un futuro para todos nosotros.
- Adjunto dos fotos: una pareja maravillosa del Kibutz Nir Oz, Nofer y Amit Goren, quienes me enseñaron sobre la esperanza que creció junto con la fractura.
- El kibutz sufrió graves daños y decenas de personas fueron asesinadas y otras secuestradas. Tuve el privilegio de acompañarlos en el camino hacia el nacimiento de su hijo, Eli.
- Amit se dedica a la agricultura, y después de que volvieron a empezar a trabajar la tierra en los campos de Nir Oz, colocó en la entrada de mi casa un saco de papas que había sembrado y cultivado en el kibutz, lo cual fue una expresión del regreso a la vida y un primer paso de esperanza.
- Rompí a llorar cuando vi este regalo colocado en la puerta de mi casa. ¡Qué fortalecimiento para el espíritu!
Les pedí permiso para contar todo esto, para fortalecer a otros. Esta es la imagen de la victoria que elijo ver todos los días, en nuestra sala de maternidad en el sur del país.
Quizás ella también dé fuerza a otros.
El pueblo de Israel vive,
La partera Leah Melamed”.
Sivan Rahav Meir
La Pagina Judia.
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